NUESTROS LÍDERES POLÍTICOS. PARTE 1

PABLO Y LOS SUYOS

La existencia de un profesor de una facultad como la de ciencias políticas puede ser tranquila y sin notoriedad, aunque brillante o no, o exaltada, llena de luces y con gran nombradía, dependiendo de si el objeto que se persigue es el cumplimiento de la misión didáctica o se pretende rentabilizar la posición, con la dedicación a la política u otra ocupación fructífera ajena a la enseñanza.

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Iglesias lidera, desde su posición de profesor en esa facultad, los movimientos del cambio radical, pero ha querido ser demasiado jefe y que los demás sean demasiado súbditos, y eso siempre produce desasosiego en los componentes de la organización, que pensaban que eran todos casi iguales y que Podemos funcionaría con las libres ocurrencias  de cada cual. Y es que Pablo desprecia a los hombres en general, pero no porque se vea superior a ellos, sino porque se analiza y se conoce muy bien a sí mismo.

Con sus éxitos iniciales,  crecieron los objetivos,  con las primeras victorias la osadía personal,  y con los triunfos sobre las previsiones, el deseo de retar al destino con descaro.

Aunque la técnica del saber callar para no quedar preso de los borbotones, junto al arte de la observancia y de a veces saber pasar desapercibido es algo que un político debe aprender en la primera página del catón -siempre que  su representación sea sólida y su grupo político consolidado-, Iglesias habla hasta el hartazgo, nunca quiere pasar desapercibido con sus gestos tan histriónicos y observa bastante, eso sí, pero básicamente a sí mismo. Sus técnicas son las de puesta en marcha de un movimiento reaccionario, que no son las mismas del político de grupo secular, pero no valdrán una vez se  estabilice  Podemos, si es que lo hace, y eso él lo sabe, porque es el político más profesional y que más sabe de técnicas del arte político de todo el parlamento español. Es su profesión.

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Debería reflexionar sobre que la popularidad en un movimiento anti sistema se quema rápidamente, de tal modo, que se puede pasar de una alegre por exitosa locura popular, a una sentida depresión. Puede que alguno de los que se auto llaman salvadores de la sociedad, en no demasiado tiempo sean considerados nefandos y traidores.

Igualmente, en un movimiento revolucionario no se debe salir como protagonista  pronto, ni definirse demasiado rápido. La dirección no será del primero que la empieza, sino del último que la gestione, que se quedará con el botín. La invisibilidad protege de las envidias de los ajenos, pero especialmente de los propios. !En breve tendrás movida e intentarán moverte la silla! Has enseñado bien las técnicas del arte político a tus alumnos!

A Pablo, lo que piensen sus compañeros de partido y digan de él y lo que piense  la opinión pública le resbala bastante. Lo importante para él, es conseguir su objetivo de poder, mediante los votos. Mantiene tal medida de descaro en sus contradicciones y cambios en la manifestación de su ideología –izquierda rotunda ayer, socialdemocracia hoy y quizá liberalismo mañana-, que confusos  sus seguidores, por el cambio diametral DE SUS PENSAMIENTOS POLÍTICOS, son forzados a la admiración y se apresuran a dar su asentimiento a lo que propone -ahora tan distinto- aun no estando de acuerdo en absoluto. Vista la reacción de sus seguidores, ya tiene la solución para superar las peores crisis: el desprecio a la gente y al que quiera ser obstáculo de su posición. Le bastará un momento, para tirar la bandera de su convicción de siempre, y envolverse en otra de ideología diferente. Radical y extremista, cambia de color por el que convenga. Piensa que la mejor forma de combatir el peligro es desafiarlo. ¡Seguro qué es cierto!

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Pero no debería olvidar, que aunque sabe poner en marcha de tanto en cuanto, la máquina de la revuelta popular, arte que domina con facilidad y elocuencia, empezando por los barrios marginales que se movilizan con rapidez, acudiendo para ello a la gente del terror, que se esconde entre los movilizados, pudiendo intentar así arrancar decisiones políticas por la fuerza, rompiendo los márgenes de las leyes de la convivencia y arrastrando todo lo bueno y no tanto,   que al final puede arrastrarlo a  él mismo y  su movimiento.

Los delitos del entorno de los que nos gobiernan, dice, llenan de indignación a todos los ciudadanos y ciudadanas: si no son expulsados del poder de forma inmediata, tendríamos que permitir que todos los ladrones y asesinos pudieran ir con la cabeza alta y eso podría ser desastroso. Así entonces, a los adversarios políticos, les puede mandar gente para que les insulten, vejen y les hagan scratches, utilizando todos los recursos posibles de la fuerza bruta.

Respecto a los que empezaron más o menos al mismo tiempo que Iglesias, los emergentes, suele intentar herirles aunque empezaran como colegas. Cuando ve que no tragan con su buen rollito, porque cada cual va a lo suyo, comienzan las descalificaciones. Truena contra los moderados, ningunea a los partidos nacientes que no son de su cuerda, calificándolos de marcas blancas de otros y de chicles de macgyver, y castiga con los males del infierno a ricos, a ambiguos, a tibios y a los que le estorben de algún modo, y sin embargo de un modo hábil, sedujo a  las mareas que fueron haciendo grande a su Grupo.

Hay que reconocerle la habilidad de seducir a todos los movimientos radicales y antisistema, aglutinándolos en su Grupo, y de esta forma decir que Podemos es grande. Si fuera con los votos de los suyos exclusivamente, no pasaría de veinte diputados. Por cierto, no se oye a nadie  de los vocingleros comunistas, pedir responsabilidades a Alberto Garzón por vender IU por 0 euros a Podemos, habiéndolo dejado sin voz, y en lugar nunca principal. !Carrillo como los dejaste solos!

Iglesias es un panfletista de sangre caliente, que sabe muy bien lo que va a decir, e inflama como nadie a los que le escuchan con interés, inicialmente claro, porque cada vez va quedando menos gente desinformada.

Se van notando las luchas entre los dirigentes del grupo revolucionario, y hay que definirse de nuevo dentro del radicalismo. Se quita a uno de aquí, a otro  lo separas un poco de tu lado –que corra el aire- y te traes al de los contratos de asistentes en B, para que reparta matarile. Para un líder, eso es básico. Vas aprendiendo, pero no has cuidado a tus chicas que ahora salen por Madrid: no somos novias ni ex novias, somos mujeres que queremos algo mejor, ni a Ramón, ni a Errejón…todos se te van revolviendo. Pero que nadie olvide quien es Pablo, no te conocen, y probarán las hieles de tu aparente cándida y oculta fiereza.

Las revoluciones en las urbes y en la ruralidad, llevan un ritmo distinto.  Pablo ha querido acelerar a la gente rural, y ha tenido problemas. En la ciudad, los suburbios inicialmente creen que se les va a repartir lo que tienen los ricos y clases  medias. Las personas que viven en el ámbito rural, saben que eso no será así. Se debe cambiar la oferta para lograrlos.

Todo movimiento reaccionario lleva con rapidez hacia arriba a personas que parecen idealistas y puras, pero que son capaces de provocar más daño de todo tipo con su idealismo, que los que pudieran causar los dictadores más brutales.

To be continued part 2