Mes: mayo 2017

La acrasia y la procrastinación en la vida y en el golf.

ALGUNAS PERSONAS Y ESPECIALMENTE JUGADORES AMATEURS DE GOLF somos ACRÁSICOS, PROCRASTINADORES O AMBAS COSAS, O NINGUNA?

LA ACRASIA es la debilidad de la voluntad o incapacidad del individuo para realizar lo que la razón le indica como mejor para él. Es la actuación en contra -o al menos no a favor- de lo que creemos que es lo mejor para nosotros.

Los filósofos clásicos pensaban que ir en contra de nuestro propio beneficio sólo podía ser fruto de la ignorancia, dada la capacidad racional del hombre, pero esto puede no ser así, o al menos no sólo por esa razón.

La mayor parte de lo que hacemos habitualmente, es sin análisis previo: por hábito, por ser lo que se espera que hagamos, por dejarnos ir, por suponer que es lo que menos daño puede hacernos, por actitud general previa…

Lógicamente para cada una de las muchas decisiones que se toman a diario, no se hace un estudio de los factores intervinientes, porque si así se hiciera, no se haría nada, aunque sí es seguro que tendremos preparada una respuesta explicativa racionalizada, para contestar a quien pregunte por alguna de las decisiones tomadas sin analizar previamente, y es que el hombre es malo razonando pero bueno racionalizando.

No es lo mismo razonar -depende de los hechos empíricos comprobados y la lógica- que racionalizar -seleccionar de forma sesgada los argumentos que avalan nuestras ideas previas y prejuicios rechazando los que las refutan, para darnos la razón a nosotros mismos, o un mecanismo de defensa para justificar lo que hacemos, pensamos o decimos-. A menudo creemos razonar pero estamos racionalizando.

        

Se actúa por hábito, por convención social, por comodidad… pensando que tenemos el control de todos nuestros actos, y se racionaliza para nuestra conveniencia personal, o la del grupo -cuando se toma la deriva altruista grupal-,  pero no tenemos ese control.

En resumen, es acertado actuar en general por hábitos, costumbres, impulsos…, pero debemos saber en qué casos debemos pararnos y analizar los factores, para tomar la decisión más acertada.

Pero pudiera ocurrir que no  fuera por  debilidad de la voluntad o incapacidad del individuo para realizar lo que la razón le indica como mejor para él, sino porque deseara hacer lo que NO es mejor para él o lo regular o lo peor. Esa actitud no sería acrásica sino malevolente  con uno mismo,  posiblemente producto de  algún tipo de ofuscación, lo que puede ser posible.

En relación al golf, sabemos que necesitaríamos tomar clases y entrenar para mejorar nuestro juego, pero lo hacemos poco o no lo hacemos; simplemente mal-jugamos, porque hemos elegido HOY Y SIEMPRE el placer de ir al campo a jugar, aunque en cada golpe pensemos en la necesidad de aprender o entrenar, en vez de ir de cabeza al course, que hemos considerado más digno de nuestra elección diaria. Naturalmente esto es aplicable a  las  actividades que desarrollamos en la vida…en la mayor parte de ellas nos dejamos ir sin más…

La PROCRASTINACIÓN  consiste en posponer nuestras obligaciones y quehaceres, hasta el punto en que esa posposición se vuelve perjudicial para nosotros. No es lo de los reyes merovingios “holgazanes” que no les gustaba trabajar, sino es dedicarnos a lo secundario, posponiendo lo obligatorio, inmediatamente necesario o sustancial: tenemos que terminar obligatoriamente algo para mañana, pero se deja y hago lo que necesito para dentro de un mes o para el Paraíso…

Si fuéramos racionales, la procrastinación no existiría y categorizaríamos nuestras necesidades según su prioridad racional, para conseguir lo que necesitamos, programando nuestro tiempo de forma óptima. pero como no lo somos, nos dejamos llevar por los impulsos, apetitos, preferencias, deseos…porque  hay quehaceres que nos resultan poco agradables, mientras que otros son más apetecibles, pudiendo intentar eludirlos también por falta de motivación, por miedo al fracaso, o porque la tarea en sí misma sea desagradable.

Por ejemplo, hacer la declaración anual de Hacienda es poco estimulante; que es importante y necesario se entiende racionalmente, y que no hacerla tendría consecuencias malas también, pero es fácil encontrar motivos para no hacerla en este momento, en el que es preferible hacer cualquier otra cosa y además queda mucho para que termine el plazo y se hace en un segundo. El último día a correr…y cada vez que pasa, nos prometemos que será la última, pero en la siguiente ocasión ocurrirá igual y la historia se repetirá con cualquier otra cosa.

Al igual que en la acrasia, puede existir la posición del individuo que NO QUIERA priorizar, ni hacer lo obligatorio, sustancial o inmediato. Naturalmente el que adopta esta posición, no es procrastinador, simplemente rechaza las presiones exteriores, no importándole nada las consecuencias de su actitud y no trata de retrasar nada, ni aunque fuera sine die, rechaza lo que la mayoría considera necesario, es decir, pasa...

Aplicado al golf, varios golpes malos  en un día, nos llevan a decidir in situ que vamos a dar clase y entrenar, a partir de mañana, pero luego lo dejamos y al día siguiente lo mismo. El hoyo 19 nos ablanda o quizá un golpe bueno nos hace pensar que…ya está…lo tengo.

Somos acrásicos y procrastinadores, quizá, o no; pongamos empeño prioritario en mejorar nuestras realizaciones.

Naturalmente es aplicable a casi todas las cosas de la vida, pero empecemos por lo trascendental…nuestro caótico swing.

Pero realmente sería mejor intentar caminar hacia la perfección  siempre? A veces?  Nunca? O dejarnos llevar en general por  las apetencias, aunque no nos producan mejora? Las dos opciones  aplicadas con rigidez como filosofía de vida, pudieran ser aburridas…quizá…o no. Deberíamos hablar más a menudo con Némesis -diosa de la mesura-: ella pudiera darnos la clave.

HISTORIA DE LAS POSESIONES ESPAÑOLAS EN LOS PAÍSES BAJOS: PÉRDIDAS CON RESTO DE AUSTRIAS Y PRIMER ANJOU ESPAÑOL. Parte 3

En 1555, Carlos V al testar, incluyó los Países Bajos en la herencia de la rama española de los Habsburgo. Su sucesor, Felipe II, llevó a cabo una política impositiva dura en la zona, negando a los oriundos la  participación en el gobierno, al contrario de como había venido sucediendo hasta entonces, en los Estados Provinciales y Estados Generales.Read More

HISTORIA DE LAS POSESIONES ESPAÑOLAS EN LOS PAÍSES BAJOS: CARLOS V GESTOR. LOS TERCIOS ESPAÑOLES. Parte 2.

En 1496 se llevó a cabo el matrimonio de Juana de Castilla y Felipe de Habsburgo, y en 1498 reclamó Felipe a su padre el gobierno de los Países Bajos que le correspondía por herencia -y que hasta entonces detentaba  Maximiliano-, nombrando a Jean de Chalon su gobernador delegado hasta 1502.

Felipe de Habsburgo y Juana I de Castilla. Maestro de Affligem. 1500. Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica. Bruselas.

 

En 1504 murió Isabel la Católica,  y Juana I de Castilla  y su marido el archiduque Felipe el Hermoso, fueron llamados para hacerse cargo de la corona de Castilla y León, dejando como  gobernador de los Países Bajos  a Guillermo de Croy, que había sido nombrado en 1502, tras el cese de Chalón,  hasta 1505.

Bajo el gobierno del arzobispo de Croy, los Países Bajos tuvieron un gran desarrollo económico, especialmente Ámsterdam que creció exponencialmente sobre todo en la  última parte del  siglo XV, llegando a ser el  principal puerto comercial europeo.

El nacimiento de Carlos I en febrero de 1500, hijo de Juana  de Castilla y Felipe de Habsburgo, tras el fallecimiento previo del hijo varón de los Reyes Católicos el infante Juan en 1497, heredero de la corona de Castilla –ya León era de Castilla- y Aragón y de su hermana mayor Isabel, heredera de los mismos reinos desde la muerte de su hermano Juan, y reina de Portugal, fallecida en 1498, y de su hijo y heredero a las coronas de Castilla, Aragón y Portugal, Miguel de la Paz en julio de 1500, estableció un futuro heredero, que lo sería de hecho, tras su mayoría de edad en 1515 y después de las muertes de su padre Felipe el Hermoso en 1506 y de su abuelo Fernando el Católico en 1516 –que casó con Germana de Foix y tuvo un hijo que hubiera sido el heredero de Aragón, pero murió al poco tiempo de nacer-, de las coronas de Castilla, Aragón, el ducado de Borgoña –con los Países Bajos que se llamarían españoles y que incluían el Franco Condado y el condado de Charoláis-,  el condado de Flandes  y las coronas de Nápoles, Sicilia y Cerdeña.

La gestión de los territorios del ducado de Borgoña fue  detentada por Francia desde la derrota borgoñona de Nancy en 1477, tras la muerte de Carlos El Temerario sin hijos varones, aunque los Borgoñas seguían ostentando el título y revindicando permanentemente la recuperación de sus territorios, cosa que no ocurrió y ya en la paz de Cambrai en 1529, Carlos I renunciaba a poseer los territorios de Borgoña aunque no el título de Duque titular de ese nombre, pero los Países Bajos quedarían en la casa de Austria.

El Burgomaestre Jan van de Werbe, toma juramento a Carlos en los Estados Generales.  Jan August Hendrik Leys -Henry Leys-. Museo Real de Bellas Artes de Bruselas.

Así se llegó al 5 de enero de 1515, donde Carlos de Habsburgo fue nombrado en la gran sala del palacio de Bruselas por los Estados Generales, Señor de los Países Bajos…sed buenos y leales súbditos y yo seré para vosotros un buen príncipe.

Carlos era Rey de España, Rey o Señor de numerosos territorios en Centroeuropa y en Italia poseía las coronas de Milán –ducado-, Nápoles y Sicilia –reinos-, zonas tan amplias en una Europa convulsa, que le obligaron a organizar fuerzas militares que proporcionasen a su  Imperio, seguridad, capacidad de defenderse y control ante sus enemigos.

Pronto, con la coronación de Carlos en 1520 como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en Aquisgrán, a donde llegó con tres mil infantes –alabarderos, arcabuceros y piqueros-, tras el juramento ego volo -sí quiero– comprometiéndose a defender la cristiandad y la aceptación fiat -hágase, sea- por tres veces, de su nombramiento por el pueblo , crecieron sus responsabilidades militares y de gobierno.

Carlos I en la batalla de Mühlberg. Tiziano Veccelio di Gregorio -Tiziano-. 1548. 335 x 283 cm. Óleo sobre lienzo. . Museo del Prado. Madrid.

La necesidad de unas fuerzas organizadas y de élite, dieron paso a la creación de los Tercios españoles que fueron considerados los herederos de las legiones romanas, con voluntarios profesionales, armados con picas, arcabuces y mosquetes, que constituyeron la mejor infantería europea durante 152 años, con la  Cruz de Borgoña en la espalda con los  mejores soldados veteranos, liderados por los mejores mandos, todos leales a la corona española, a la fe católica y con gran sentido del honor. La movilidad y capacidad de maniobra de las primeras filas de arcabuceros, la capacidad de fuego de los  mosquetes y  las picas con su moharra, podían moverse como gigantescos  erizos de acero madera y cuero.

Cruz de Borgoña, estandarte que llevaban los Tercios españoles desde 1525 y que quedaría como enseña para los ejércitos españoles en las banderas coronelas de los ejércitos.

Las primeras manifestaciones de la puesta en marcha de los Tercios son, una disposición imperial de 1534  y una instrucción del tesoro de 1536 en Génova,  que  hablan de las primeras redistribuciones de fuerzas en Italia, creando tres Tercios, el de Sicilia, el de Nápoles y el de Lombardía, llamados los Tercios Viejos. Más tarde se constituyeron los Tercios de Cerdeña y Galeras. El Tercio –tres coronelías y cada una de ellas, cuatro compañías- era una unidad administrativa con un estado mayor, que se creó, para resolver el problema administrativo de gestión del instrumento militar, que era utilizado fraccionado en número determinado de compañías sueltas o no, para defender a los vasallos de la corona española, fundamentalmente de los franceses –Francisco I de Valois et Angoulême– y sus aliados, y más tarde de los turcos –Solimán el Magnífico hijo del sultán otomano Selim I-.

Los Tercios de Flandes por su parte estuvieron activos entre  1567 y 1706. Variaron de 10.000 efectivos en 1567 a 86.200 en 1574 y cerca de 50.000 en 1607. Durante la guerra de los 80 años –7 Provincias de los Países Bajos contra el Rey de España desde 1568 a 1648- entre  65.000 y 85.000 efectivos  de origen alemán, valones, y pequeños contingentes españoles, italianos, borgoñones y británicos.

Sargento, arcabucero y piquero de la época de Carlos I.

Para desplazarse desde España a Flandes, al no poder atravesar Francia ni sus inmediaciones, las tropas iban a Valencia o Barcelona y por mar llegaban a Nápoles o Sicilia. Allí se unían los contingentes italianos, para remontar después a pie Italia y atravesar los Alpes hacia Suiza, continuando hacia el norte siguiendo el curso del Rin, lo que se llamó el Camino Español. El elevado coste de poner un soldado de España en Flandes, dio lugar a la expresión poner una pica en Flandes.

En 1555, Carlos V al testar, incluyó los Países Bajos en la herencia de la rama española de los Habsburgo. Su sucesor, Felipe II, llevó a cabo una política impositiva dura en la zona, negando a los oriundos, la  participación en el gobierno, como venía sucediendo con los Estados Provinciales y Estados Generales.

To be continued in part 3 and last.