RENOIR: EXPOSICIONES EN ESPAÑA Y ALGO DE SU VIDA Y ARTE. Parte 1

EN 2017 DOS EXPOSICIONES SIMULTÁNEAS DE RENOIR: EN EL THYSSEN de Madrid “EN LA INTIMIDAD” y en la sede de la FUNDACIÓN MAPFRE de Barcelona “ENTRE MUJERES. Del ideal moderno al ideal clásico”. La primera  también llevada ahora, unos meses después, al Museo de Bellas Artes de Bilbao.

En  el Thyssen salí decepcionado, iba a decir del artista, pero no, salí decepcionado de la exposición. Conocí con 18 años en varias visitas a París, invitado por mi hermano Luís que ya vivía allí, el Museo d´Orsay, el  de la Orangerie  y el Marmottan Monet  de la capital francesa, que tienen abundantes obras del artista, y también tuve la oportunidad de visitar una vez en el año 1989,  la Barnes Foundation de Filadelfia, que tiene un buen número de obras de Renoir, más de 170. Mis recuerdos de la obra del artista eran sublimes y en Madrid pude ver lo que a mi juicio era una exposición que no dio la auténtica medida del pintor y escultor con negros, que es titulada En la Intimidad, tratando de seducir, al señalar  zonas del artista en supuestamente desconocidas, pero a mí me pareció una exposición pobre, con algunas  sobras de su obra, aunque naturalmente con algunas  muy buenas y posiblemente con la posibilidad de estar yo errado en mi apreciación.

70 lienzos en la exposición, uno muy conocido, propiedad del Thyssen –Mujer con sombrilla en un jardín- ya expuesto en otras temporales como en  Hortus conclusus y apenas media docena de obras  buenas,  además de un estudio preliminar del Baile del Moulin de la Galette. La mitad de los expuestos son del período  artrítico del artista.

Pierre-Auguste Renoir. Mujer con sombrilla en jardín. 1873-1875. Óleo sobre lienzo. 54,5 x 65 cm. Museo Thyssen Bornemisza. Madrid.

Pierre-Auguste Renoir. Campo de trigo. 1879. Óleo sobre lienzo. 50,5 x 61cm.  Colección Carmen Thyssen. Museo Thyssen Bornemisza. Madrid.

Pierre-Auguste Renoir. Almuerzo en el restaurant Fournaise. 1875. Óleo sobre lienzo. 55,1 x 65.9 cm.  Colección Potter Palmer. The Art Institute of Chicago. Chicago.

Renoir dota a sus figuras de una cercanía que otros artistas no utilizan:  dos o más personajes  participan en un juego  entre el contacto visual y el físico, parejas de hermanos, de amigos, de amantes o  madres e hijos, en las que uno de ellos mira al otro/s y es correspondido/a con suave roce.

Pierre-Auguste Renoir. Jóvenes chicas leyendo. 1891. Óleo sobre lienzo. 55,9 x 46,35 cm.  Portland Art Museum. Portland. EEUU.

Pierre-Auguste Renoir. Después del almuerzo . 1879. Óleo sobre lienzo. 100 x 82 cm.  Stadesches Institut de Frankfurt. Alemania.

En la Intimidad está ordenada en varios bloques: impresionismo, retratospaisajes  –pero sin sentir yo intimidad alguna en ellos-, la familia y su entorno  y por fin las bañistas , luminosas, orondas, con  cuerpos y cabelleras sensuales -que encantan a mi amigo JAV- y con empleo de los rojos suaves  y sutiles casi siempre, y verdes azulados a veces.

Corrí a Barcelona  esperanzado con la exposición organizada por la Fundación Mapfre del artista “Entre mujeres. Del ideal clásico al ideal moderno”,  en la Casa Garriga i Nogués, sede de la Fundación en la ciudad condal. Casi 40 obras de Renoir con retratos de sus mujeres, sus amigas, sus amantes y sobre todo El Baile del Moulin de la Galette y Les baigneuses –su testamento artístico-. combinadas con alrededor de más de 30 lienzos de Picasso, Van Gogh, Maurice Denis, Edgar Degas, Pierre Bonnard y los catalanes Ramon Casas, Santiago Rusiñol, Carles Casagemas y Feliú de Lemus.

Pierre-Auguste Renoir. Bal au moulin de la Galette . 1876. Óleo sobre lienzo. 131 x 175 cm.  Musée d´Orsay. París.

Pierre-Auguste Renoir. Les Bagneuses . 1918.1919. Óleo sobre lienzo. 110 x 160 cm.  Grand Palais. Musée d´Orsay. París.

Pierre-Auguste Renoir. Mujer desnuda en paisaje . 1883. Óleo sobre lienzo. 65 x 55 cm.  Grand Palais. Musée de l´ Orangerie. París.

Sólo por ver de cerca El baile del Moulin de la Galette mereció la pena la visita. Pone en acción una nueva forma de vivir en los salones de moda,  alegre y desenfadada fuera de las casas, moderna  y sin marcha atrás. Con un formato grande y más de una perspectiva, pinta una fiesta en la que muchos de los participantes son amigos, valedores, mecenas, amantes y amigas.

Renoir fue el pintor de las mujeres, primero parisinas modernas vestidas, luego, después de 1880, desnudas y más tarde volcadas en paisajes increibles, por tanto es una exposición adecuada, que pone de manifiesto la admiración del artista por la mujer y su cuerpo, pintándola con sensualidad, delicadeza y sensibilidad.

En general, la exposición de Barcelona,  con mejores obras y mejor presentada que la del Thyssen y la de primavera en Bilbao, continuando en el aire esa sensación de guerra entre expositores, para conseguir nominarse como los mejores exhibidores de la genialidad -sin conseguirlo y eso que utilizan gestión y dineros públicos en el caso de Thyssen- en vez de unirse , para ofrecer lo mejor de la gloria, a los deseosos de disfrutar del arte.

Pierre-Auguste Renoir nació el 25 de febrero de 1841 en Haute-Vienne, Limoges y falleció con 78 años en Cagnes-sur-Mer, Francia, el 3 de diciembre de 1919, siendo uno de los pintores más importantes de todos los tiempos.

Fue el sexto de los siete hijos de Léonard Renoir  -sastre- y Marguerite Merlet  -costurera- familia humilde que se trasladó a París en 1848 –año de la revolución que depuso a Luís Felipe I de Orleans y estableció la Segunda República con Napoleón que luego sería emperador del Segundo Imperio con el ordinal III- en un intento de mejorar su situación económica. Formó parte de la coral de una escuela religiosa dirigida  por el gran compositor Charles Gounod y seis años después, abandonó  la escuela  y la coral, para entrar como aprendiz en una escuela de decoración de porcelana. Ya desde esa época puso de manifiesto su afición por el dibujo, acudiendo después del trabajo a cursos gratuitos de dibujo y pintura. Sus progresos artísticos hicieron que fuera destacado diseñador en la empresa de porcelanas, donde conoció a un trabajador de la misma –Émile Laporte, pintor de lienzos en sus horas libres-, que viendo sus cualidades artísticas le permitió a Renoir utilizar sus telas y colores.

Laporte aconsejó a los padres  de Renoir que le permitieran estudiar arte, pues prometía como pintor, además del placer que se apreciaba en sus frecuentes visitas al Louvre, donde pasaba horas gustando también observar y dibujar escenas costumbristas de la ciudad, y del París de calles estrechas, sufriendo al ver que ya empezaba a cambiar, por la remodelación encargada por Napoleón III al barón Haussmann.

Con 17 años, pasó a pintar escudos de armas en el negocio de su hermano y coloreaba vitrales de iglesias, comprando sus primeros lienzos y pinturas, logrando ser copista autorizado del Louvre y siendo admitido con 21 años en la Escuela de Bellas Artes de París, asistiendo además al taller de Charles Gleyre, donde conoció a Monet, a Sisley y a Bazille –muerto en la guerra franco prusiana que duró desde julio de 1870 a mayo de 1871-. Este período del taller, sirvió para que en la Escuela obtuviera grandes calificaciones mejorando sus técnicas de dibujo y color, pero en 1863 el taller de Greyre cerró y acabó su etapa de formación, comenzando una nueva de pobreza y búsqueda de nuevas técnicas y estilos en su pintura.

La vida en París no fue fácil y sin dinero, la ayuda de sus amigos fue básica para Renoir, quien a veces vivía en la casa de Monet y en otras en la de Sisley. Bazille, en mejor posición económica que sus amigos, alquiló un estudio en donde pudieran trabajar todos.

Las dos mejores fuentes de inspiración en esa período fueron la obra del romántico Eugène Delacroix –fallecido por entonces, 1863- y el Louvre. En esa época, Napoleón III ordenó abrir un salón para los que no fueran admitidos en el Salón Oficial de París, el Salón de los Rechazados, donde Manet se presentó su obra Almuerzo sobre la hierba, causando gran sensación, logrando  que este Salón se asociara con los artistas de vanguardia. La frecuente asistencia de Édouard Manet a un par de cafés en la actual avenida de Clichy, hizo que muchos nuevos artistas entre ellos Renoir, abandonaran la Orilla Izquierda del Sena y frecuentaran esa zona.

Aunque los pintores de la época buscaban la pintura  plein air, la falta de recursos de Renoir le obligaba a buscar los espacios al aire libre en los alrededores inmediatos de París, Fontainebleau, y Barbizon –escuela de la que los impresionistas se sentían herederos-. Las inmediaciones del Sena, en La Grenouillère, puente Chatou y zonas próximas, fueron lugares que sirvieron para muchas de las obras de los impresionistas de la época.

Un buen cliente y amigo de esa época en la que también pintaba retratos –lo hacía por amistad, por gusto o para sobrevivir, pero nunca fue una de sus mayores vocaciones profundas–  fue Jules le Coeur, a quien pintó varias veces, consiguiéndole éste numerosos  pedidos de retratos, siendo el que más le impactó inicialmente, uno que hizo el artista a Lisa Trébot –su primera musa a la que pintó durante 7 años-, Lisa cosiendo de 1866. Lisa era la hermana de la novia de le Coeur.

Pierre-Auguste Renoir. Lise cosiendo. 1867-1868. Óleo sobre lienzo. 56 x 46 cm.  Dallas Art Museum. Dallas. EEUU.

To be continued in part 2.