Mes: abril 2018

LA GRAN Y FELICÍSIMA ARMADA ESPAÑOLA. Parte 4.

Las pequeñas bajas causadas por el fuego y la lentitud de maniobra de  los buques de la Gran Armada, elevó la moral inglesa, desesperando a los españoles, que encontraban a los ingleses siempre a barlovento y rehuyendo el contacto: es decir, aplicando la táctica del desgaste prevista.

A Farnesio se le seguían mandado pataches con mensajeros que seguían sin encontrarlo y Medina Sidonia seguía cumpliendo a toda costa las órdenes de S.M. a cientos de kilómetros…

La Gran Armada navegó hacia las costas de Calais y Dunkerque, donde fondeó. El alcalde y la ciudad de Calais, proveyeron de comida y agua a la flota española, poniendo a disposición del almirante español, los cañones de la ciudad, mientras, la flota inglesa recibía refuerzos de Dover -en el SE de Inglaterra- con número de barcos no inferior a 40, mandados por Henry Seymour, y una escuadra de rebeldes holandeses, mandados por Justino de Nassau,  que se estableció en la zona de Dunkerque para cortar la salida española hacia el N.Read More

LA GRAN Y FELICÍSIMA ARMADA ESPAÑOLA. Parte 3.

El 30 de mayo de 1588 partieron de Lisboa los 130 barcos: grandes galeones portugueses, urcas de construcción inglesa y holandesa, galeras y galeazas mediterráneas, pataches, zabras…es decir una flota muy heterogénea que se constituyó en siete escuadras.Read More

LA GRAN Y FELICÍSIMA ARMADA ESPAÑOLA. Parte 2.

A pesar de tantos frentes, estas permanentes acciones inglesas fueron los motivos básicos que impulsaron a Felipe II  a ordenar la constitución, organización y expedición de una Gran Armada, que con su actuación contra los territorios insulares del reino inglés,  trasladaran los problemas a esas tierras, para que una vez con ellos en casa, dejaran de molestar en los mares a las flotas comerciales, y a las posesiones europeas, peninsulares y de ultramar españolas, que dada su extensión en los cinco continentes, tenía grandes dificultades para defender. Era necesario pasar de una posición pasiva a ofensiva.

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LA GRAN Y FELICÍSIMA ARMADA ESPAÑOLA. Parte 1.

La armada española que partió de Lisboa en agosto de 1588 para desembarcar en Inglaterra, fue llamada peyorativamente La Invencible por los ingleses, por considerar éstos que Felipe II tuvo una actitud muy arrogante y un exceso de confianza no justificado en su seguro éxito. Lo cierto es, que el término fue acuñado por William Cecil, primer barón de Burghley, que buscó realzar la resistencia inglesa frente a una flota mayor –tampoco fue cierto-, y ese adjetivo, empleado con habitualidad por los historiadores, quedó así para siempre: la verdadera denominación española de esa flota fue la Gran y Felicísima Armada.Read More