Giovanni Boldini: su vida. Parte 1.

Giovanni Boldini nació en Ferrara en 1842, octavo hijo de una familia de 13, de padre pintor y restaurador, de quien recibió las primeras enseñanzas de dibujo.

En su pueblo natal, asistió desde los 16 años a la academia de Girolamo Domenichini y de Giovanni Pagliarini, pudiendo estudiar in situ, a los grandes pintores coterráneos del Quattrocento y a Giovanni di Niccolò Luteri -Dosso Dossi- gran pintor del Renacimiento italiano que pasó gran parte de su vida en Ferrara.

Comenzó su producción pictórica muy joven. Con 13 años pintó El patio de la casa paterna, y en los años siguientes, algún autorretrato y  retratos de amigas y hermanos.

Con 20 años, se inscribió en la Academia de Bellas Artes de Florencia, frecuentando el Caffé Michelangiolo, lugar de encuentro de los artistas florentinos del grupo de los Macchiaioli -manchadores o manchistas en italiano-, donde conoció a Telemaco Signorini, Borrani, Gordigiani, Fattori y a Cristiano Banti, pintor y fotógrafo adscrito a ese grupo, que invitó a sus villas a Boldini, que a partir de entonces, manifestaría un gran interés, que no abandonaría nunca, por los salones elegantes de la aristocracia y de la burguesía.

Grupo de los Macchiaioli. en 1856.

Los Macchiaioli eran un grupo de artistas unidos por un doble ideal de libertad patriótica y artística, siendo muy criticados, como lo fueron los fauvistas franceses, por salirse de la línea pictórica tradicional. Su relación no era sólo la del café, ya que pintaban en grupo fuera del estudio, y la mayoría participaron desde 1849 como voluntarios en las guerras de la independencia contra la dominación austríaca, siendo algunos de ellos gravemente heridos y otros perdiendo la vida; su amigo Giuseppe Abbati luchó en la primera guerra de 1848 y en la segunda en 1860, con las tropas de Garibaldi, perdiendo el ojo derecho de forma traumática en la batalla de Capote.

Boldini. Giuseppe Abbati con parche en el ojo.1866. Óleo sobre tabla. 42 x 23 cm. Colección particular.

Los Macchiaioli tuvieron como referencia a Velázquez, El Greco, Watteau, Delacroix, Turner y Constable entre otros, pero en su primera etapa, los Macchiaioli se inspiraron en Corot y en la Escuela de Barbizon, siguiendo muy de cerca las innovaciones de la fotografía. Como pintores lucharon contra el academicismo, siendo su filosofía la macchia o mancha, en la que destacaban los contrastes de luz y color.

En 1866 marchó a Nápoles con Banti, a quien retrataría en varias ocasiones, siendo al año siguiente invitado por la familia Falconer a su villa en Pistoia, La Falconiera, decorando con témpera en seco, entre 1867 y 1870, las paredes de una sala de la casa. La villa sería comprada por la viuda de Boldini y en ella se guardan un centenar de sus obras.

Viajó a París y Londres, codeándose con la alta sociedad de ambas ciudades, pero sería en París donde comenzó a desarrollar su estilo tras conocer el arte de los impresionistas, aunque éstos no influyeran de forma determinante en su lenguaje artístico.

Exposición Universal de París  de 1867.

Ese mismo año -1867- pintó el Generale spagnolo, visitando la Exposición Universal de París -inaugurada el 1 de abril de 1867, impulsada por Napoleón III para demostrar la grandeza del Segundo Imperio-, conociendo allí a Édouard Manet, a Edgard Degas y a Alfred Sisley.

Boldini. El General español.1866.

Viajó a Londres en 1870 invitado por William Cornwallis, a quien había conocido en Florencia, trabajando durante un año en un estudio prestado por su anfitrión, frecuentando lugares de la alta sociedad, cosa que le encantaba.

En octubre de 1871 se estableció en París para quedarse, abriendo un estudio en la Avenida Frochol y luego en la Plaza Pigalle, donde vivió con la modelo Berthe. Firmó con el marchante más importante de París, Adolphe Goupil, pintando por recomendación de éste una serie de cuadros de género al gusto dieciochesco, muy de moda, inspirados en la forma de pintar de Mariano Fortuny, que eran lo deseado por los coleccionistas y marchantes; eran cuadros de mediano o pequeño formato, que narraban historias sencillas fácilmente comprensibles para el público. Raimundo de Madrazo continuó en París con la filosofía artística de este tipo de escenas tras la marcha de Fortuny a Roma, entrando Boldini en contacto con él y su círculo, como se puede apreciar en El mantón rojo de la misma concepción retratística que el retrato de Alice Masson de Madrazo, o en algunas de las escenas de calle del catalán Román Ribera.

Adolphe Goupil.

Boldini. El mantón rojo.1866.

Los pintores españoles de la década 1860-1870 llegaron a la capital francesa con la intención de entrar en la École des Beaux-Arts y con la esperanza de poder ver algún día sus obras colgadas en el Salón Oficia de París, como las de sus maestros. Raimundo de Madrazo se instaló en París en 1855 y Eduardo Zamacois, en 1860. Tanto ellos dos como Fortuny, fueron conocidos por sus pequeños cuadros denominados tableautins, intentando el resto de los españoles y Boldini responder a esta demanda.

Boldini en su época parisina, hizo amistad con Madrazo, Zuloaga, Ribera, Sorolla y otros qué a pesar de coincidir en esa época con el nacimiento del Impresionismo, llevaron una vida burguesa y nada bohemia. Boldini utilizó el exotismo español, con obras en las que las figuras aparecen vestidas con trajes del folclore español o con la inevitable guitarra, participando en la creación del modelo de retrato de esa época, junto a John Singer Sargent, James Abbott McNeill Whistler, y los aún jóvenes Sorolla y Zuloaga, convirtiéndose en los retratistas mundanos o elegantes más importantes del París de la Belle Époque, dejando atrás los retratos de aparato y trabajando las telas cada vez en mayor formato, dejando atrás poco a poco los tableautins.

El crecimiento del impresionismo no modificó la forma de pintar de Boldini, un estilo único, que mantendría siempre, basado en la sensación del instante y el movimiento, reflejados con rápidas pinceladas, pero sin perder nunca de vista la expresión del retratado, dando espontaneidad al trabajo final.

Encontramos estos rasgos comunes en retratos como La parisiense de Ramón CasasDesnudo de mujer -la suya, Clotilde García del Castillo- de Joaquín Sorolla o el retrato de James Abbott McNeil Whistler de Boldini entre otros, aunque, el retrato que mejor muestra la modernización del género es el de Boldini pintando a la bailarina Cléo de Mérode, realizado con pinceladas muy sueltas. Este grupo de pintores retrató a la alta sociedad de la época en un mundo decadente, que finalizaría con la Primera Guerra en 1914.

Boldini. Cléo de Mérode. 1901.

Boldini construyó una sólida imagen profesional para vivir confortablemente de su trabajo, al contrario que los típicos artistas de la bohemia de esa época, coincidiendo en la misma idea de vida que tuvieron Fortuny, Madrazo y los demás españoles instalados en París. Boldini fuera uno de los primeros en establecerse en Montmartre, barrio que más tarde se convertiría en lugar de convivencia de la bohemia artística.

En 1874 expuso con gran éxito en el Salón de París Las Lavanderas, finalizando su relación amorosa con Berthe, iniciando una con la condesa Gabrielle de Rasty, cuyo retrato expuso en el Salón de 1875.

Boldini. Paseo de verano. 1873.

Boldini. Las lavanderas. 1874.

Boldini. Condesa Gabrielle de Rasti. 1875.

Boldini. Repartidor de periódicos en París.1878.

Boldini. Entrega del despacho.1879

Posteriormente, viajó a Alemania en donde conoció y retrató al pintor Adolph von Menzel  y a Holanda, donde admiró las obras de Franz Hals. A partir de 1880, ya era conocido, especialmente en los ambientes chics, siendo solicitado para retratar a la gente bien. En 1886 retrató a Giuseppe Verdi, regalándole el cuadro años más tarde en 1887, durante su asistencia al estreno de la ópera Otello del compositor. Lo volvió a pintar en pastel sobre papel y en cinco horas, llevando ese retrato al Salón de París de 1889, y ocho años más tarde a la Bienal de Venecia, siendo donado posteriormente -1918- a La Galería de Arte Moderno de Roma.

Boldini. La cantante mundana., 1884.

Boldini. Chica con gato negro. 1885.

Boldini. Amazona con perrito. 1885.

Boldini. Bailarina de malva. 1886.

Boldini. Retrato de Giuseppe Verdi con sombrero de copa. 1886.

Comenzó a frecuentar los palacios de la aristocracia italiana, con sus salones elegantes y su dolce far niente, y desde ese momento comenzó a pintar ese entorno, que ya nunca  deseó abandonar.

To be continued in part 2.

Música : Chopin Nocturne Opus 9 Nº2 para piano.