La primera República española y el comienzo de los desórdenes en Cataluña encaminados a la proclamación del Estado Catalán. Parte 2.

 

Proclamación en Madrid de la Primera República española en  la Asamblea Nacional  el 11 de febrero de 1873.

La proclamación de la Primera República el 11 de febrero de 1873 se produjo en una situación económica mala, con un elevado déficit y una deuda pública desbocada, generadas en gran parte por la guerra de Cuba y un nuevo levantamiento de los carlistas -Tercera Guerra Carlista (1872-1876)-. El régimen capitalista que se había desarrollado sin grandes problemas hasta entonces, sufría la primera de sus crisis sistémicas, con la quiebra de importantes bancos, la falta de liquidez del Estado al no poder hacer frente a los vencimientos de la deuda pública y con la bolsa de valores por los suelos.

Tras la abdicación de Amadeo I de Saboya, los componentes del Congreso y del Senado reunidos en Asamblea Nacional, proclamaron el 11 de febrero de 1873, la Primera República española, sin definir si iba a ser UNITARIA o FEDERAL, gracias al pacto entre el Partido Republicano Federal y el Partido Demócrata Radical -monárquicos- que, entre ambos, ostentaban la mayoría en la Asamblea. Se convino elegir unas Cortes Constituyentes que definieran y organizaran el nuevo régimen.

Las Cortes proclamaron la República como forma de gobierno por 258 votos a favor y 32 en contra. La República surgió como una fórmula para la posible aplicación de los postulados de la Revolución de 1868, la Gloriosa o Septembrina que expulsó a Isabel II. El Partido Demócrata Radical y el Partido Republicano Federal eran los dos grupos políticos mayoritarios de las Cortes, defendiendo formas diferentes de república: los radicales defendían la república unitaria y los republicanos el modelo federal.

Primero fue sólo Repíblica sin apellidos -indefinido- hasta que las Cortes pusieron el apellido Federal en junio de 1873. Conviene recordar que la Primera República federal española, proclamada el 8 de junio de 1873 -efectiva desde el 11- por las Cortes españolas, no fue reconocida por Gran Bretaña, recelosa de una posible reunión federal de España y Portugal, ni por Francia, a quien no le interesaba en absoluto que el federalismo en Cataluña se extendiera hacia el norte, ni por el II Imperio alemán, que envió una escuadra naval contra los republicanos y socialistas del este y sur español, a los que consideraba una amenaza para el pacto de las monarquías rusa, austro-húngara y el Reich alemán.

La Primera República tuvo varias etapas en su primera fase, indefinida, de 11 de febrero a 11 de junio, federal, de 11 de junio de de 1873 a 3 de enero de 1974 y por fin, una última fase con una República unitaria bajo el mando del general Serrano hasta el 31 de diciembre de 1874. Las dos  primeras etapas duraron 11 meses y en ese espacio de tiempo hubo cuatro presidentes del poder ejecutivo con cinco gobiernos. Esta corta aventura de 11 meses terminó con la disolución de las Cortes por el general Pavía el 3 de enero de 1874, instaurando una República unitaria, bajo la dictadura del general Serrano, líder del Partido Constitucional, cuyo régimen, reunió a republicanos unitarios, radicales y constitucionalistas, excluyendo a los republicanos federalistas. Durante esta presidencia de apenas 12 meses -3 de enero a 31 de diciembre de 1874-, Serrano formó tres gobiernos. Ocho gobiernos en menos de dos años…

Primera República

Presidencia de Estanislao Figueras (11 de febrero – 11 de junio de 1873): dos gobiernos, uno de 11 de febrero a 24 de febrero y el segundo de 24 de febrero a 11 de junio de 1873.

Estanislao Figueras y Moragas.

El 1 de junio de 1873 se abrió la primera sesión de las Cortes Constituyentes y comenzaron a presentarse las propuestas; el día 7 comenzaron los debates sobre las propuestas. La primera que se discutió, suscrita por siete diputados, decía en artículo único: “La forma de gobierno de la Nación española es la República democrática federal”; se celebró la votación al día siguiente -8 de junio-, con el voto favorable de 218 diputados y 2 en contra, proclamándose ese día la República federal, la cual se sustanció el día 11 de junio de 1873.

En el Consejo de Ministros celebrado al día siguiente de la esperpéntica proclamación, el Presidente dirigiéndose a los Ministros, dijo, “señores voy a serles franco, estoy hasta los cojones de todos nosotros”, cogió un tren en Atocha y se fue a París…

Primera República Federal

Presidencia de Francisco Pi y Margall (11 de junio – 18 de julio de 1873).

José Sánchez Pescador. Retrato de Francisco Pi i Margall . 1873.  Óleo sobre tela. 30,5 x 37 cm.  Ateneo. Madrid.

Presidencia de Nicolás Salmerón (18 de julio – 7 de septiembre de 1873).

Federico de Madrazo. Retrato de Nicolás Salmerón Alonso. 1879. Óleo sobre tela. 131 x 96 cm. Congreso de los Diputados. Madrid.

Presidencia de Emilio Castelar (7 de septiembre de 1873- 3 de enero de 1874).

Joaquín Sorolla. Retrato de Emilio Castelar Ripoll. 1901. Óleo sobre tela. 130,5 x 96,5 cm. Congreso de los Diputados. Madrid.

Estando recién aterrizado en la presidencia Pi y Margall, se inició una rebelión cantonal que estuvo activa entre el 12 julio de 1873 y el 12 de enero de 1874. Los iniciadores fueron los republicanos federalistas intransigentes, que querían instaurar la República federal, sin esperar a que las Cortes Constituyentes aprobaran una Constitución Federal.

El 1 de julio de 1873 –a los 20 días de llegar Pi i Margall a la presidencia- los diputados federales intransigentes se retiraron de la Asamblea Nacional y constituyeron en Madrid un Comité de Salud Pública, que instigó a la insurrección, que se inició con la Revolución del Petróleo en Alcoy el 9 de julio, siguió el 12 de julio en Cartagena, extendiéndose a continuación a Valencia, Murcia, Albacete y Andalucía. En estas zonas, se formaron cantones autofederados dentro de la República. Al fracasar la política de Pi y Margall de primero convencer, se tuvo que cambiarse por primero vencer y luego ya veremos… A Pi i Margall le sustituyó en la presidencia Nicolás Salmerón, que no dudó en utilizar al Ejército dirigido por los generales Martínez Campos y Pavía para aplastar la rebelión, política que continuó el siguiente gobierno de Emilio Castelar, que, tras suspender las sesiones de las Cortes, prosiguió el asedio al Cantón de Cartagena, el último reducto de la rebelión, que finalmente cayó el 12 de enero de 1874, 9 días después de disolver Pavía las Cortes, finalizando así la República federal española,  constituyéndose a continuación la Dictadura republicana o República unitaria presidida por el general Francisco Serrano que estaría vigente entre el 4 de enero y el 31 de diciembre de 1874, período finalizado con el pronunciamiento del general Martínez Campos, que puso así fin a la Primera República española, dando paso al período conocido como Restauración de la monarquía borbónica, con la aprobación por las Cortes de una nueva Constitución en 1876 y el regreso de Alfonso XII.

Antonio Gisbert. El capitán general Francisco Serrano, primer duque de la Torre. 1871. Óleo sobre tela. 226 x  144 cm.  Museo del Prado.

General Manuel Pavía Rodríguez, duque de Alburquerque.

Cataluña

La noticia de la proclamación de la República en Madrid el 11 de febrero de 1873, fue conocida de forma inmediata en toda España y claro, en Barcelona, donde a primera hora del día 12 de febrero, se decretaron tres días de fiestas. Se izó la bandera federal de Cataluña en el Ayuntamiento de forma inmediata, y en la fachada del edificio de la Diputación se instaló un escudo de Cataluña coronado con el gorro frigio republicano.

Bandera republicana federal de Cataluña.

Desde ese mismo momento, los republicanos catalanes -los burgueses partidarios de la República unitaria y los trabajadores, devotos de la República federal,– presionaron para que se proclamara la República federal en Madrid, recibiendo la respuesta del Partido Republicano Federal del compromiso contraído, y que se mantendría con los radicales, de elegir unas Cortes Constituyentes, que serían las que definieran el modelo republicano.

Esto no impidió, que el sector más intransigente del partido Republicano Federal de Cataluña proclamara la República federal en alguna localidad. En otros ayuntamientos, se aprobaron mociones a favor de la proclamación inmediata de la República.

En Barcelona, la presión para que se proclamara la República federal se centró en la Diputación (recordar que a pesar de los denodados esfuerzos por decirnos que la Generalitat existe desde la Creación del Mundo, entonces aún no existía. El primer presidente de la Generalitat fue Francesc Macià en 1931)  del General y sus tres Brazos, que contaba con una mayoría republicana federalista, a diferencia del Ayuntamiento de Barcelona dominado por los monárquicos. La misma mañana del día 12 de febrero, varios diputados provinciales intransigentes pidieron en el pleno extraordinario de la Diputación, que se proclamara inmediatamente el Estado Catalán, pero la propuesta fue rechazada.

La Diputación también recibió presiones para que se armara al pueblo, con la excusa de poder combatir a los carlistas, creando además así un embrión armado, que sería el que pudiera servir de base -dos compañías- para la formación de una fuerza armada que sustituyera al Ejército en cuanto éste fuera disuelto, cuestión ésta, ya en mente de  los republicanos federales.

En los cuarteles de Barcelona, proliferaban los actos de indisciplina, ya que los soldados provenientes de las clases bajas, desconfiaban de sus oficiales, promonárquicos y de clases más favorecidas.

Los días siguientes hubo manifestaciones violentas -como era tradicional en Barcelona con muchas mujeres- con la petición sistemática de la proclamación del Estado Catalán, la abolición del reclutamiento obligatorio y del Ejército regular, y la disolución del Ayuntamiento de Barcelona que era de mayoría monárquica.

Los republicanos intransigentes -que eran los que presionaban para la implantación inmediata de la República federal-, estaban agrupados en torno a la idea del Estado Catalán; por otro lado, los republicanos federales moderados o benevolentes defendían respetar la elección de Cortes Constituyentes y esperar su dictamen.

Un ejemplo de intransigencia típica fue la del diputado de Barcelona Carreras que presentó una propuesta, para su ejecución inmediata y comunicación a las otras tres diputaciones catalanas, cuyo primer acuerdo sería proclamar la autonomía de los municipios de la provincia barcelonesa: 1º La Diputación provincial de Barcelona proclama la constitución de la provincia de Barcelona en Estado republicano federal de Barcelona. 2º La Diputación se constituye interinamente en Representación soberana del Estado republicano federal de Barcelona dentro de la federación republicana de España.

La propuesta fue rechazada repitiendo que la proclamación de la República federal la debían realizar las futuras Cortes Constituyentes.

Concentración del 21 de febrero en la plaza de San Jaime de soldados y civiles exigiendo la proclamación de la República federal española ante la fachada de la Diputación Provincial.

Música: Juan Crisostomo Arriaga – String Quartet No. 1 in D-minor: IV Adagio – Allegretto.

To be continued in part 3 and last.