Los amores imposibles que sueño que quizá pude soñar. Parte 3.

El beguinaje  donde entró Clementine estaba al sur de Brujas, en Ten Wijngaarde, y había sido construido en el siglo XIII; la atmósfera de sus jardines era fresca y el paisaje verde, en la  orilla del Lago del Amor, siendo acariciado por una constante brisa, que hacía susurrar las hojas de los árboles en una música bella y eterna. La iglesia de estilo gótico que había sido reconstruida a finales del siglo XVI, tras ser devastada por un incendio, se situaba junto a las casas blanqueadas con cal, austeras, con frentes animados y hermosas callejuelas, rodeando un gran jardín central arbolado, donde recordarás, te recogí para nuestra huida.Read More