Los Plantagenet ingleses, con Aquitania y la Gascuña de ida y vuelta, y los Borgoña de Castilla. Parte 3.
Con el matrimonio de Enrique II Plantagenet y Leonor de Aquitania, se reunieron más de media Francia –Gascuña incluida- con Inglaterra, naciendo de esta unión ocho hijos, cinco varones y tres mujeres, entre ellos, Ricardo Corazón de León, Juan sin Tierra y Leonor, todos ellos de la casa Plantagenet, claro.
Los ocho hijos de Enrique II y Leonor de Aquitania.
Leonor de Aquitania que no permitía a sus parejas licencias amorosas –eran normales para los hombres nobles de la época-, aunque ella se las permitiera a sí misma, entre otros con su tío Raimundo de Poitiers -cuentan-, y tras constatar que su marido Enrique había convertido en su amante a la prometida de su hijo Ricardo, Adela de Francia -hija de Luis VII-, promovió e impulsó la rebelión de tres de sus hijos contra el rey, su padre. Enrique reprimió la rebelión y encarceló a Leonor, que permaneció bajo arresto 16 años, hasta la muerte de su marido en 1189. En una de estas revueltas murió el heredero a la corona. Enrique El Joven.
Enrique II fue un buen rey y buen conductor de sus ejércitos, manteniendo frecuentes luchas contra barones aquitanos rebeldes y contra sus hijos enfrentados con él, instigados por su madre. Le sucedió en el trono Ricardo I Corazón de León, continuando la dinastía Plantagenet hasta 1399, cuando un Lancaster –Enrique IV- obligó a Ricardo II Plantagenet a cederle la corona. Durante 56 años reinó la rama menor de los Plantagenet, los Lancaster, hasta que en 1455 se enfrentaron dos ramas de los Plantagenet: los Lancaster y los York en la Guerra de las Dos Rosas, triunfando Eduardo de York que subió al trono de Inglaterra con el nombre de Eduardo IV. Esta dinastía reinó treinta años hasta que en 1485, Ricardo III fue vencido por Enrique Tudor. Después, los Tudor, los Estuardo, la República –Common Wealth o traducido Riqueza Común-, el Protectorado de los Cromwell -Lord Protector-, vuelta a los Estuardo, casa Hanover, casa Sajonia-Coburgo y por fin casa de Windsor, hoy reinante, con un pequeño período circunstancial de un Capeto -Luis VIII de Francia tras Juan I sin Tierra (hermano de Ricardo Corazón de León)-.
Leonor Plantagenet (1160-1214) hija de Enrique II de Inglaterra, casó por decisión política de su madre Leonor de Aquitania con Alfonso VIII de Castilla -el de las Navas de Tolosa y Alarcos-, siendo su reina consorte entre 1170 y 1214. Fue una gran reina, dándole muchos hijos a la corona, aunque sólo un varón que pudiera reinar, Enrique, que murió a los tres años de subir al trono.
Leonor Plantagenet, reina de Castilla.
Se celebró la unión con Alfonso VIII, cuando Leonor Plantagenet tenía 10 años de edad, en Tarazona, y sus padres le concedieron como dote el condado de Gascuña –condado que Alfonso VIII nunca pudo agregar a sus posesiones, por que no se entregó de hecho, pero cuyos nobles ayudaron a Alfonso en la lucha contra los almohades-. Alfonso VIII concedió como dote a su esposa una quincena de castillos: Burgos, Castrojeriz, Amaya, Avia, Saldaña, Monzón de Campos, Carrión de los Condes, Dueñas, Tariego de Cerrato, Cabezón, Medina del Campo, Astudillo, Aguilar y Villaescusa, y más de una veintena de lugares con sus rentas: puerto de Santander, Cabedo, Besgo de Santillana, Tudela, Calahorra, Arnedo, Vigera, Metria, castillo y ciudad de Nájera, Logroño, Grañón, Belorado, Pancorbo, Piedralada, Poza de la Sal, monasterio de Rodilla, Atienza, Ciudad de Osma, Peñafiel, Curiel de Duero, Hita, Zurita y Peñanegra, y le donaría además la mitad de los territorios que conquistase a los musulmanes desde que su matrimonio se celebrara.
A partir de este unión, pudo verse como la sabia acción política de la Plantagenet, hizo cambiar en la península ibérica, la política sucesoria de las coronas, y la acción conjunta cristiana que comenzó a hacer realidad la victoria sobre los musulmanes invasores.
Tuvieron 10 hijos y los que no murieron muy jóvenes, o fueron reyes, o religiosa:
Berenguela que casó con Alfonso IX de León, Urraca, con Alfonso II de Portugal, Blanca, con Luis VIII de Francia, Leonor, con Jaime I de Aragón, Enrique I de Castilla, sucesor de Alfonso VIII (sólo reinó tres años por fallecimiento) y Constanza, Señora del monasterio de Santa María Real de las Huelgas.
Fernando, heredero de la corona y fallecido a los 22 años.
Sancho, Sancha y Mafalda, muertos jóvenes.
La historia de la Edad Media de los reyes cristianos de la península, fue la de una política de reyes muy luchadores y bravos durante su juventud y madurez, y blanditos a la vejez: repartían sus reinos entre sus hijos deshaciendo lo unido con tanta sangre, y a partir de ahí, sus hijos guerreaban entre ellos y uno intentaba aglutinar todo, y a su vejez vuelta a empezar…
Pero con los Plantagenet en Castilla comenzó el cambio:
Fue una iniciativa de Alfonso VIII, asesorado por la reina Leonor -gran diplomática- la de unir las fuerzas cristianas de la península ibérica para atacar al infiel, en lugar de combatir entre ellas, solicitando al Papa Inocencio III bulas que le dieran consideración de Cruzada, todo ello apoyado y gestionado por el arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada.
Alfonso VIII de Castilla.
El 16 de julio de 1212, con un ejército cristiano formado por las tropas de Alfonso VIII de Castilla, las aragonesas de Pedro II El Católico, las navarras de Sancho VII El Fuerte, las de Alfonso II de Portugal El Gordo y las Órdenes Militares, se venció al ejército almohade de Muhammed an-Nasir, llegando la vanguardia de Sancho VII de Navarra hasta el campamento del miramamolín, cuya tienda rodeada de cadenas fue asaltada, pasando las cadenas que rodeaban la misma, a formar parte del escudo de Navarra.
Orden de batalla en las Navas de Tolosa.
La batalla de las Navas de Tolosa. Francisco de Paula van Halen y Gil. 1864. Óleo sobre lienzo. 200 x 282 cm. Museo del Prado. Madrid.
Se saldó con una gran victoria del bando cristiano, pudiéndose considerar el inicio de la decadencia de la presencia musulmana en la península ibérica.
Curiosamente, el rey de León no acudió a Las Navas de Tolosa; Alfonso IX de León no podía ir a una guerra sin el permiso de las Cortes Democráticas Leonesas y una vez convocadas, los diputados accedieron a prestar la ayuda solicitada por Alfonso VIII, a condición de que éste cumpliera antes el Tratado de Tordehumos, por el que Castilla se comprometía a devolver las plazas leonesas ocupadas por la fuerza y según los leoneses de forma ilegal. Ante la negativa de Alfonso de Castilla a cumplir ese compromiso, el Rey de León no pudo acudir a la Cruzada, sin embargo, permitió que acudieran voluntarios leoneses asturianos y gallegos, dependientes del rey leonés, y mandados por su hermano, el infante Don Sancho Fernández.
Música: QUANTAS SABEDES AMAR AMIGO (Cantiga de Amigo V) Martín Codax (S XIII-XIV).
To be continued in part 4 .
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