LA PROCLAMACIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA CATALANA Y COMO SE DISOLVIÓ EN TRES DÍAS. Parte 3.

Esquerra Republicana de Cataluña acababa de ser creada el mes anterior. La nueva formación que ganó las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 fue el resultado del acuerdo de la Confererència d’Esquerres, que tuvo lugar entre el 17 y el 20 de marzo en Barcelona –Sants– en el que confluyeron el Partit Republicà Català de Lluís Companys, L’Opinió de Joan Lluhí, y el Estat Català de Francesc Macià y Aiguadé Miró.

Francesc Macià

Para estas elecciones MUNICIPALES, primeras tras los ocho años de la dictadura de Primo de Rivera, se formaron coaliciones, y en 41 de las 50 capitales españolas ganaron los republicanos. En Barcelona se coaligaron Esquerra Republicana de CatalunyaERC– y Unió Socialista de CatalunyaUSC-, coalición que obtuvo en la ciudad condal el 31 % de los votos que supusieron 25 diputados, los Republicanos-Socialistas 12 y la Liga Regionalista otros 12, triplicando los republicanos el número de votos obtenidos por los monárquicos.

Las elecciones se realizaron mediante el sistema de listas abiertas siendo el más votado Jaume Aiguadé de ERC, que fue nombrado alcalde de Barcelona.

Aunque la suma del número de concejales obtenidos en los municipios de España por los monárquicos fue muy superior al de los logrados por los republicanos, la mayoría de las alcaldías de las ciudades importantes fueron ganadas por los republicanos, y los políticos consideraron que el resultado había sido una especie de plebiscito que apoyaba indudablemente la república y repudiaba claramente la monarquía.

El hecho de que la victoria republicana hubiera sido urbana pudo contribuir a esa sensación de derrota, pero lo que más influyó, fue la creencia de que los republicanos tomarían la calle, arrastrando a los españoles a una guerra civil.

En Barcelona, alrededor de la una y media de la tarde del 14 de abril de 1931 -varias horas antes de que se proclamara la república en España-, Lluís Companys, uno de los principales líderes de Esquerra Republicana de Cataluña, partido que había obtenido una resonante victoria en esas elecciones municipales, desde el balcón del Ayuntamiento de Barcelona, y ante no demasiadas personas, proclamó la república sin especificar de qué, y mandó izar la bandera republicana.

Lluís Companys.

Alrededor de una hora más tarde, y desde el balcón de la diputación, enfrente del ayuntamiento, en donde ya ondeaba la senyera además de la bandera republicana, el líder de ERC Francesc Macià se dirigió a una gran multitud concentrada en la plaza de San Jaime y proclamó, en nombre del pueblo de Cataluña, L’Estat Català, que con toda la cordialidad procuraremos integrar en la Federación de Repúblicas Ibéricas (que amb tota la cordialitat procurarem integrar a la Federació de Repúbliques Ibèriques).

Al finalizar el acto multitudinario, firmó un manifiesto en la Diputación, en que proclamó el estat català bajo la forma de república catalana, pidiendo a los otros pueblos de España su colaboración para crear una confederació de pobles ibèrics.

Así pues, antes de que se proclamara la república en Madrid, Macià daba por constituido un estado catalán y definía la forma de estado de la nueva república ibérica, como federal.

Tras abandonar Alfonso XIII Madrid, y proclamar Alcalá Zamora la segunda república, a última hora de la tarde, Macià realizó otra declaración, escrita, al igual que la segunda, en la que, tras hacer referencia al Pacto de San Sebastián -17 de agosto de 1930-, proclamó la república catalana com Estat integrant de la federació ibèrica, afirmando a continuación que d’aquí no ens trauran sino morts.​

Proclamación de la república catalana en 1931.

En esta proclamación, es fácil entrever que se buscaba la ruptura con España, proclamando la independencia de Cataluña, forzando a todos los firmantes del Pacto de San Sebastián –Alianza Republicana (formada por el Partido Republicano Radical de Lerroux y el Grupo de Acción Republicana de Azaña-), Partido Radical-Socialista, Derecha Liberal Republicana, Acción Catalana, Acción Republicana de Cataluña, Estat Catalá, Federación Republicana Gallega, posteriormente el PSOE y la UGT y a nivel personal Indalecio Prieto, Felipe Sánchez Román, Eduardo Ortega y Gasset y Gregorio Marañón  (este último de forma epistolar)-, al cumplimiento de lo acordado.

Macià destituyó al capitán general Despujols, nombrando en su lugar al general López Ochoa y nombró como nuevo gobernador civil de Barcelona a Lluís Companys, constituyendo de forma inmediata un gobierno con mayoría de Esquerra Republicana de Cataluña, en el que incluyó un representante del Partido Republicano Radical, otro del PSOE, uno de la Unió Socialista de Catalunya  y  otro de Acció Catalana Republicana, ofreciendo un puesto a la CNT, que rechazó el ofrecimiento.

En Madrid, tras la proclamación de la segunda república -horas más tarde que en Cataluña-, se formó de manera inmediata un gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora formado por republicanos de izquierda y derecha, socialistas y nacionalistas, que debería dirigir España hasta la formación de unas nuevas cortes constituyentes que elaboraran una nueva constitución, sobre la que se pudiera sustanciar y sustentar el nuevo régimen, comenzando de este modo lo que se denominó BIENIO REFORMISTA O SOCIAL-AZAÑISTA (1931-1933), siendo su primer y más inmediato problema -también de los más importantes-, la auto PROCLAMACIÓN de la república catalana, realizada por Macià en Barcelona ese mismo día.

De República Catalana a Generalitat de Catalunya

El presidente de la república Niceto Alcalá Zamora convocó a primera hora de la madrugada del 17 de abril una reunión extraordinaria del consejo de ministros dedicada exclusivamente a este problema. Los ministros hablaron de restablecer la Mancomunidad de Cataluña abolida por Primo de Rivera, fórmula que no gustaba. Se recordó entonces lo que podría suponer la generalitat para los catalanes, una institución que les pudiera hacer recordar la personalidad de Cataluña, su pasado y su autonomía política antes del primer Borbón -por los tributos cobrados por la diputación del general– , razón que se estimó suficiente para que se aprobara como fórmula que se iba a ofrecer al presidente de la joven república catalana. El nombre de generalitat seguro que les gustaría.

Esa misma mañana -17 de abril- viajaron a Barcelona tres ministros del Gobierno Provisional español, los catalanes Marcelino Domingo, Lluís Nicolau d´Olwer y el socialista ministro de Justicia, Fernando de los Ríos, para entrevistarse con Francesc Macià, que no había dado su brazo a torcer en las diversas conversaciones telefónicas que mantuvo con Alcalá Zamora.

Macià había aprovechado la víspera para nombrar un consejo de gobierno, firmar varios decretos y presentar su recién nacida república al exterior enviando al presidente del consejo de ministros de Bélgica un telegrama para agradecerle, al posesionarme de la presidencia de la República Catalana, cordialmente unida por lazos federales a la república española, la acogida benévola y entusiasta que Bélgica había dado a los exiliados catalanes.

El presidente Macià invitó a los ministros a una comida en el palacio de la diputación. Se sentaron a la mesa el capitán general López Ochoa, el gobernador civil, Lluís Companys, el alcalde de Barcelona, Jaume Aiguader, el presidente de la Audiencia Anguera de Sojo, algunos consejeros del gobierno de Cataluña, y  Antoni Xirau Palau del comité de la universidad.

Aunque los partidarios de mantener la república catalana eran más que los partidarios de la generalitat, los tres ministros enviados por Alcalá Zamora lograron cambiar la república por la generalitat, a cambio de unas concesiones que se señalaron en la declaración conjunta, por la que Esquerra Republicana de Cataluña  -mayoría- renunciaba a la república catalana, a cambio del compromiso del gobierno provisional español de presentar en las futuras cortes constituyentes, un estatuto de autonomía que desarrollaría el gobierno catalán, previamente consensuado en la asamblea de ayuntamientos catalanes, y el RECONOCIMIENTO del gobierno español de UN GOBIERNO CATALÁN que dejaría de llamarse consejo de gobierno de la república catalana, para tomar el nombre de gobierno de la generalitat –que decían abolido por Felipe V en los decretos de Nueva Planta de 16 de enero de 1716, aunque realmente se debían referir a la diputación del general-. La nueva generalitat asumiría las funciones de las cuatro diputaciones catalanas y sería la encargada de organizar temporalmente una asamblea con representantes de los ayuntamientos, hasta que no fuera elegida por sufragio universal.

Casi todos los partidos políticos catalanes aceptaron este acuerdo, excepto los partidos Estat Catalá -partido en el que comenzó Macià-, que lo acusó de traidor, y el  Bloc Obrer i Camperol –obrero y  campesino-,  grupo comunista de corta vida.

ASÍ PUES, LA SEGUNDA REPÚBLICA CATALANA TUVO UNA DURACIÓN DE 3 DÍAS, del 14 al 17 de abril de 1931.

El nuevo gobierno provisional español que tuvo que responder desde un principio, al ansia popular y general de cambios. Inició reformas laborales, emprendió la reforma militar, tomó las primeras medidas para la reforma agraria, cambió la ley educativa y puso en marcha el estatuto provisional de autonomía de Cataluña.

El día 26 de abril, el presidente del gobierno provisional Niceto Alcalá-Zamora viajó a Barcelona, aprobando el día 29 un decreto que establecía la legalidad del uso catalán en la enseñanza primaria, lo que fue acogido con gran entusiasmo. El proyecto de estatuto para Cataluña, llamado estatuto de Nuria -la comisión de seis miembros para que redactara el anteproyecto de este estatuto de autonomía se reunió en el santuario de Nuria– fue refrendado el 3 de agosto por el pueblo de Cataluña por una abrumadora mayoría.

En junio de 1931, tuvieron lugar las elecciones a cortes constituyentes españolas, siendo el resultado de una clara mayoría para la coalición republicano-socialista, siendo aprobada la nueva constitución, en diciembre de 1931

El proyecto de estatuto catalán fue presentado a las cortes constituyentes españolas por el presidente de la generalitat Francesc Macià. El estatuto respondía a un modelo federal de estado y rebasaba en competencias a lo que se había aprobado en la nueva constitución -España era un estado integral no federal- por lo que hubo que adaptarlo al modelo de estado aprobado por la constitución. Al fin, fue aprobado el 9 de septiembre de 1932, siendo firmado por el presidente de la república Niceto Alcalá Zamora el día 15 de septiembre -en verano, claro- en San Sebastián.

El general José Sanjurjo, un mes antes, intentó un golpe de estado en la madrugada del 10 agosto de 1932, conocido como la sanjurjada, contra la segunda república. Fue un fracaso y constituyó el primer levantamiento de las fuerzas armadas contra la república desde su instauración, llevando este fracaso al convencimiento -errado- a muchos políticos y militares republicanos, de que el peligro de las conspiraciones militares había pasado y de que la aceptación de la República como régimen establecido era definitiva.

Francesc Macià i Llussà,​ que fue Francisco Maciá hasta los 55 años, nació en Villanueva y Geltrú en 1859. Ingresó  a los quince años en la Academia de Ingenieros de Guadalajara, siendo destinado al salir de la Academia con el empleo de teniente a Madrid, a la sección de telegrafía. Ascendió a capitán en 1882  siendo destinado a Sevilla y más tarde a Lérida, en donde permaneció hasta el ascenso a teniente coronel. Fue de ideología republicana e independentista, siendo uno de los fundadores de los partidos Estat Català  y Esquerra Republicana de Catalunya, presidente de la república catalana 3 días y presidente de la generalitat hasta su muerte en 1933,  siendo relevado por Lluis Companys.

Música: O vos omnes”. Pau Casals. Orfeó Català.