MOUNTBATTEN WINDSOR & GRECIA DINAMARCA. Desde los vikingos hasta Dinamarca reino independiente. Parte 2.
Posicionados ya en la línea de ascendencia de Isabel II del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, vayamos a buscar a Federico Guillermo de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, príncipe de la Casa de Oldemburgo que fue I duque de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg y fundador de una línea real que actualmente incluye a las Casas Reales de Dinamarca, Grecia, Noruega, Reino Unido y España, para lo cual nos daremos una vuelta por la historia de los países nórdicos.
Se tienen noticias de la existencia del hombre, habitando los países nórdicos, desde unos 10.000 años a.C. Durante el periodo comprendido entre el 8.000 y el 6.000 a.C., comenzaron a llegar nuevas tribus que vivían a aquellas tierras, viviendo de la caza y de la pesca. La edad de piedra se extendió en los países escandinavos hasta alrededor del 1.800 a.C.
La era vikinga se prolongó desde el siglo IX hasta el XI. Se expandieron en actos de piratería y expediciones comerciales inicialmente, y más tarde, por la exogamia en los países que se cruzaban en sus prospecciones: por el sur y suroeste hacia Bretaña al oeste del continente europeo, y por el este hacia el Báltico, adentrándose en Rusia, en donde llegaron hasta los mares Negro y Caspio estableciendo relaciones comerciales con gentes arábigas. En esa época, llegaron los primeros misioneros cristianos a las frías tierras del norte de Europa.
Los países nórdicos, en sus orígenes vikingos, fueron tierras de bastante inestabilidad y guerras permanentes, hasta la cristianización entre los siglos X y XIII, dando lugar a tres reinos, que siguieron con sus guerras, uniones y desuniones. que fueron:
Dinamarca que se formó a partir de sus tres regiones históricas de Selandia y sus islas al sur -Roskilde en el centro-, Jutlandia –península occidental con la isla de Fionia- y Escania -en la península escandinava con centro en Lund-, además de los territorios de Halland y Blekinge –también en territorio continental escandinavo- y Schleswig en la actual Alemania.
Dinamarca.
Suecia se formó a partir de las regiones Götaland -en el sur, tierra de los godos-, Norrland -tierra del norte, a ambos lados del golfo de Botnia-, Österland -tierra del este, la antigua Finlandia sueca, hoy centro y sur de Finlandia- y Svealand -parte central y cuna de la Suecia actual-.
Suecia.
Noruega se formó con varios reinos no demasiado grandes, en los que se incluyeron los territorios suecos de Herjedalen, Jemtland, Ranrike y las ciudades de Ifre y Särna, además de los territorios de ultramar de las islas Shetland y Orcadas -desde el siglo IX- las Feroe -desde 1035- y Groenlandia e Islandia desde 1261.
Noruega.
Durante años, se unieron y se desunieron de dos en dos o los tres territorios, hasta1389, momento en que por herencias y uniones de dinastías, se llegó a la unión de Dinamarca, Suecia y Noruega bajo el reinado de Margarita I de Dinamarca –Casa de Bjälbo– que se casó en 1363 con Haakon VI Magnuson de Noruega y Suecia -también de la Casa de Bjälbo-. Desde el fallecimiento de Haakon VI en 1380 y de su hijo Olav I en 1387, Margarita se convirtió en reina de Dinamarca, Noruega y Suecia.
Margarita I de Dinamarca y de la Unión de kalmar.
En el año 1397, 15 años antes de su muerte, Margarita, promovió y llevó a cabo la Unión de Kalmar, que implicó que los tres reinos quedarían bajo la autoridad de un sólo soberano. La Unión, llegó a abarcar en superficie un total de aproximadamente 3.000.000 km² en un gran reino nórdico que englobó, no solo los actuales reinos de Dinamarca, Noruega y Suecia, sino además los territorios de Groenlandia, Islandia, Islas Feroe, y Finlandia que por entonces pertenecían a Suecia.
Nombramiento de sucesor de Margarita, Erico de Pomerania. Erico fue rey de Dinamarca, Noruega y Suecia.
A la reina Margarita I, sin hijos, le sucedió Erico de Pomerania, su sobrino nieto, noble alemán hijo del duque Ladislao VII de Pomerania y de María de Mecklemburgo, casándose con Felipa de Inglaterra en 1406. Fue rey de la Unión de Kalmar, siendo ERICO III rey de Noruega entre 1412 y 1442, ERICO VII rey de Dinamarca entre 1412 y 1439 y ERICO XIII rey de Suecia en tres períodos entre 1412 y 1439, lo que da una idea de la inestabilidad de la Unión.
Esta situación se prolongó con salidas y entradas varias de Suecia de la UNIÓN, hasta que, en 1521, Gustavo Vasa -bisabuelo de Cristina de Suecia– fue elegido rey de Suecia, abandonando la Unión de Kalmar, quedando constituido el reino de Dinamarca-Noruega, que incluía las posesiones de las grandes islas del Atlántico Norte, así como la de Saaremaa en la actual Estonia, y que permanecieron UNIDAS -con algún pequeño vaivén- hasta la invasión napoleónica de 1814.
Dinamarca-Noruega.
El reinado del primer rey de la Casa de Vasa sirvió para que se establecieran las bases de la Suecia del futuro. Se reorganizó la administración, por lo que el poder se concentró en el rey, y al mismo tiempo que se implantaba la reforma protestante en el país, se nacionalizó la iglesia. A partir de 1544, la monarquía hereditaria sustituyó a la electiva.
En la Unión de Kalmar, reinaron tras Margarita I de la Casa de Bjälbo, reyes de las Casas de Pomerania, de Wittlesbach, de Bonde y de Oldenburg -desde 1448-. A la muerte de Cristóbal I de Baviera -sucesor de ERICO– de la Casa de Wittlesbach sin descendencia, la Unión de Kalmar se deshizo temporalmente.
Cristóbal I de Baviera falleció sin sucesión en enero de 1448 dejando vacante el trono de Dinamarca y de la Unión de Kalmar. El Consejo Real buscó dejar el poder en manos del señor feudal más poderoso del reino, Adolfo VIII de Holstein. Adolfo rechazó el ofrecimiento recomendando a su sobrino y heredero Cristian para asumir la corona.
Cristian I de la Casa Oldenburg, fue elegido por el Consejo en septiembre de 1448, siendo coronado 13 meses después en Copenhague, casándose con la viuda de Cristóbal I.
Los suecos, por su lado, eligieron a Carlos VIII Knutsson como rey de Suecia. Carlos buscó restablecer la unión, pero esta vez bajo el predominio sueco. En Noruega, el trono quedó vacante y el país se dividió en dos facciones políticas. La facción más amplia -en el sur- eligió a Cristián I de Dinamarca como nuevo rey de Noruega en junio de 1449 por ser descendiente lejano de Haakon V, aunque sin efectividad por falta de reconocimiento de la facción menor, desempeñando la regencia de Noruega desde 1449 a 1450 Karl Knutsson –más tarde Carlos VIII de Suecia-. Unos meses después, Karl Knutsson fue coronado rey de Suecia como Carlos VIII.
Se convocó un congreso en mayo de 1450, en un intento de volver a constituir la Unión. En el congreso, fueron reconocidos los derechos de Carlos como rey de Suecia, a condición de que este renunciara a Noruega, acordándose además, que el rey que viviera más tiempo, Cristian I o Carlos VIII, gobernaría los tres reinos nórdicos nuevamente bajo los enunciados de la UNIÓN DE KALMAR. Carlos fue despojado de su aspiración al trono noruego ese mismo año de 1450, coronándose Cristián rey de Dinamarca y Noruega. Los años siguientes serían de inestabilidad entre Cristian y Carlos VIII, este último también depuesto y más tarde reintegrado a la corona sueca, en tres ocasiones, hasta su muerte en 1470. Tanto Cristian I como su hijo Juan, intentaron reestructurar la Unión, pero fue imposible hacerlo de forma estable.
Tras la salida definitiva, en 1521, de Suecia de la Unión de Kalmar, quedó constituido el reino de Dinamarca-Noruega por un lado y Suecia -hasta 1814- en solitario. Suecia y Dinamarca-Noruega continuaron siendo potencias rivales, librando numerosas guerras, en las que tuvieron que ceder provincias, casi siempre a favor de Suecia. Suecia invadió Noruega en 1567, 1644, 1658 y 1716, replegándose posteriormente tras lograr concesiones en cada ocasión, en un intento de romper la unión danesa-noruega. Es de señalar que Noruega y Suecia, habían estado unidas en dos ocasiones: de 1319 a 1343 y durante los dos años de regencia de Noruega de Carlos VIII de Suecia.
El reino de Dinamarca-Noruega continuó siendo reinado por monarcas de la Casa de Oldenburg hasta 1814, cuando ambos reinos se separaron, uniéndose Noruega a Suecia hasta 1905, año en que al fin cada una fue independiente de forma definitiva.
Durante la expansión napoleónica, Dinamarca-Noruega trató de mantenerse neutral para poder continuar su comercio con los franceses y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, pero su entrada en La Liga de la Neutralidad Armada con Rusia y Prusia en 1800, fue considerada por los británicos como acción hostil, atacando de manera ríspida Copenhague en 1801 y 1807, confiscando la Armada de ese país, que, aunque era la mejor del mundo tras la británica, estaba anclada en puerto, ya que la atención danesa-noruega estaba puesta en el ataque francés, reuniendo su ejército en las inmediaciones de Danervike, dejando Copenhague desguarnecido. Los ataques británicos sobre la capital danesa obligaron a los daneses-noruegos a establecer una alianza con Francia.
Dinamarca-Noruega se retiró de la Liga de la Neutralidad Armada en 1801, derrumbándose ésta, tras el asesinato del zar Pablo I, continuando con su deseo político de permanecer neutral.
Mientras, los suecos se habían alineado con los británicos, obligando Napoleón entonces a Dinamarca-Noruega, a declarar la guerra a Suecia el 29 de febrero de 1808. Cuando Suecia intentó invadir esa primavera el territorio noruego, fue rechazada por un ejército mandado por el príncipe Christian August de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Augustenburg, Gobernador General de Noruega.
Suecia pudo ser rechazada por Dinamarca-Noruega, porque el zar Alejandro I, tras firmar la paz de Tilsit con Napoleón, sintió las manos libres para atacar Finlandia e invadirla de manera ineluctable, anexionándola formalmente a Rusia, por el Tratado de Fredrikshamn en 1809, como Gran Ducado de Finlandia. Finlandia lograría su independencia de Rusia en diciembre de 1917.
El príncipe Christian August por su buen hacer militar, fue nombrado virrey de Noruega, y los suecos, habiendo tomado nota de sus dotes militares y de gobierno en Noruega, a pesar de ser su enemigo, lo nombraron príncipe heredero y sucesor a la corona sueca el 29 de diciembre de 1809, abandonando Christian August Noruega, el 7 de enero de 1810, pensando los suecos, como así fue luego, aunque por razones distintas, que quizá la anexión de Noruega podría compensar la pérdida de Finlandia. Christian August murió en 1810 suponiendo para los suecos una luctuosa pérdida, pero a rey muerto, rey puesto, como podrá verse.
Christian August de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Augustenburg.
Tras la derrota con Noruega y la pérdida del ducado de Finlandia, el rey de Suecia Gustavo IV Adolf fue derrocado, siendo sucedido en 1809 por Carlos XIII de la Casa de Hölstein-Gottorp, rey que a partir de 1814 -como se podrá ver a continuación-, sería rey de Suecia-Noruega con el nombre de Carlos II.
Tras la muerte del príncipe Christian August, heredero a la corona sueca, Suecia eligió heredero a la corona al general francés Jean Baptiste Bernardotte, que, aunque también enemigo, fue apreciada su habilidad como militar y sagaz político, tomando el nombre de Carlos Juan de Suecia, siendo su principal objetivo cuando reinó, unir Noruega a Suecia y dejar Finlandia para los rusos.
En 1812, el general francés Bernardotte, firmó un ominoso tratado secreto con Rusia contra Francia y Dinamarca-Noruega en San Petersburgo, para conseguir la unión por él tan deseada, de Suecia y Noruega. Gran Bretaña puso como condición, que se actuara inicialmente contra Napoleón, aplastándolo, y cuando eso estuviera resuelto, se iniciaría el asunto noruego de anexión a Suecia. Tras el compromiso de Carlos Juan Bernardotte de aplastar a los franceses en primer lugar, el Reino Unido se comprometió por el Tratado de Estocolmo de 3 de marzo de 1813, a efectuar la unión de Suecia y Noruega, separando a ésta última de Dinamarca. Rusia y Prusia aceptaron el compromiso, y Suecia se unió a la Sexta Coalición, declarando la guerra a Francia y Dinamarca-Noruega el 24 de marzo de 1813. Tras derrotar a los franceses en la decisiva batalla de Leipzig, marchó Bernardotte contra Dinamarca-Noruega, para obligarles a entregar Noruega.
Dinamarca-Noruega fue derrotada y tuvo que ceder el territorio de la parte continental de Noruega al rey de Suecia por el Tratado de Kiel del 14 de enero de 1814, quedando las posesiones noruegas de ultramar bajo la corona de Dinamarca.
Noruega no aceptó el tratado, declarándose independiente el 17 de mayo de ese año, eligiendo un monarca propio, Cristian VIII Federico, heredero de Dinamarca. Suecia invadió Noruega, viéndose esta última obligada a aceptar una unión personal con Suecia por la Convención de Moss, el 14 de agosto de ese año, eligiendo ese mismo día el parlamento noruego al rey sueco Carlos XIII, que reinó sobre Suecia y Noruega unidas hasta 1905 , conservando los noruegos las instituciones propias, excepto el Servicio Exterior.
Carlos XIV Juan, de la Casa de Bernardotte.
En 1818, heredó la corona sueca la Casa de Bernardotte, que con el general napoleónico Jean Baptiste Bernardotte –Carlos Juan-, estableció la monarquía hoy reinante en Suecia con el nombre de Carlos XIV Juan, reinando también en Noruega hasta su independencia en 1905, estableciéndose a partir de ese año como reinante en Noruega la Casa de Glücksburg.
Así, estamos en Dinamarca ya independiente en el año 1814, año desde el que Dinamarca permanece como Estado único hasta nuestros días, reinando Federico VI de la Casa de Oldenburg -sucesor de Cristian VII-, que había sido rey de Dinamarca-Noruega desde 1808 a 1814 y de Dinamarca en solitario hasta 1839. Esa CASA de Oldenburg había reinado en Dinamarca desde 1448, haciéndolo hasta 1863, a veces también en Noruega y durante algún tiempo en la Unión Kalmar.
Federico VI de la Casa de Oldenburgo.
Federico VI de la Casa de Oldenburg, casado con María Sofía Federica de Hesse-Kassel, tuvo ocho hijos, de los que sólo sobrevivieron dos hijas, Carolina y Guillermina María y ningún varón.
A Federico VI le sucedió su primo hermano Cristian VIII, hijo de Federico, hermano de su padre Cristian VII. Cristian VIII, se casó con Carlota Federica de Mecklemburgo-Schwerin, sucediéndole en el trono su único hijo Federico VII de la Casa de Oldenburg, que casó en primeras nupcias con Guillermina María, hija de Federico VI, en segundas con Carolina Mariana de Mecklemburgo y en terceras, con Louisse Rasmussen, no teniendo hijos en ninguno de los tres matrimonios.
Cristian VIII de la Casa de Oldenburgo.
Federico VII de la Casa de Oldenburgo.
Con Federico VII se extinguió la rama principal de la Casa de Oldenburg. Al ver Federico VII que no engendraba hijos, comenzó la busca de un heredero entre las otras ramas derivadas de la Principal de su Casa, encontrando la Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, como la más cercana y apropiada para heredar la corona danesa.
Federico Guillermo de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg fallecido en 1831, había sido un príncipe de la Casa de Oldenburg, que llegó a ser I duque de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, heredando el título de su padre, pese a tener dos hermanas mayores por los principios de primogenitura y agnación, que privilegiaban al primer varón sobre las hermanas mayores. Contrajo matrimonio con Luisa Carolina de Hesse-Kassel con la que tuvo 9 hijos, 4 varones, el menor de los cuales, Cristian, se educó y crio en la Corte de Federico VII.
Federico Guillermo I duque de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg.
De los tres hermanos varones de Cristián, el mayor, Carlos, no tuvo hijos, y los otros. sí, pero el príncipe Cristian, había sido el nieto adoptivo de la pareja real formada por Federico VI y la reina consorte María Sofía Federica de Hesse-Kassel. Familiarizado con la corte y las tradiciones de los monarcas, el joven había sido criado como danés, había vivido en las provincias de habla danesa y no se había convertido en un nacionalista alemán de los ducados de Schleswig-Holstein como alguno de sus hermanos -hoy Schleswig-Holstein es uno de los 16 landers alemanes con capital en Kiel-, lo que lo convirtió en un candidato a la corona relativamente bueno desde el punto de vista danés, ya que el monarca reinante Federico VII no tenía hijos. Como descendiente de una rama agnática, era elegible para heredar Schleswig-Holstein, y como descendiente de Federico III, era elegible para heredar el reino de Dinamarca.
En 1842, Cristian se acercó más al trono, al casarse con la princesa Luisa de Hesse-Kassel, hija de la pariente más cercana de Federico VII, su tía, la princesa Luisa Carlota de Dinamarca –hermana del rey Cristian VIII-. La madre y el hermano de Luisa Carlota renunciaron a sus derechos en favor de Luisa y Cristian. Así, Luisa de Hesse-Kassel, mujer de Cristián, era entonces la heredera más cercana a Federico VII. Además, Cristian era tataranieto de Federico V de Dinamarca y su mujer, prima de Cristian VIII de Dinamarca.
En 1852, con la aprobación de las grandes potencias de Europa, Cristian fue elegido por el rey Federico VII, como heredero, tras la extinción de la línea principal de la dinastía de Oldenburg. Cristian de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg subió al trono de Dinamarca como Cristian IX el 15 de noviembre de 1863, y la nueva Casa reinante sería denominada Glücksburg. Este rey sería denominado el suegro de Europa por emparentar a sus descendientes con toda la realeza europea.
Cristian IX de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, CASA DE GLÜCKSBURG.
Música.: Tradicional escandinava.
To be continued in part 3.
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Estupendo como siempre.