Viaje a Egipto. Parte 10.

Maravillados con lo visto, regresamos a la motonave y mientras comíamos, navegamos hacia Kom-Ombo, donde visitaríamos el Templo dedicado al dios Sobek con cabeza de cocodrilo y Haroeris, Horus envejecido, con cabeza de halcón.

El Templo de Kom Ombo está situado a orillas del Nilo en la ciudad de su mismo nombre, a 40 km al norte de Asuán. Su construcción se inició bajo el reinado de Ptolomeo VI en el siglo II a. C. y fue terminado por Ptolomeo XII en el siglo I a. C.

El nombre de la ciudad de Kom Ombo se deriva de Ombos cuyo equivalente egipcio significa oro -Colina de Oro-, y era el lugar por donde pasaban las caravanas comerciales que se dirigían  y volvían de Nubia, a través del valle del Nilo. Por ello se mantuvo la ciudad fortificada a lo largo de la historia.

Curiosamente, los Templos no están en su emplazamiento original, ya que fueron desplazados desde su ubicación inicial, para que no los destruyeran las aguas del Nilo tras la inundación que se produciría al poner en marcha la Gran Presa de Asuán. Un traslado como éste, se realizó en otros templos por el mismo motivo, entre los cuales el más famoso es el de Abu Simbel como veremos más adelante.

Así, el templo de Kom Ombo se halla en un lugar privilegiado, suspendido sobre la orilla izquierda del Nilo, siendo la opinión generalizada de los expertos, como la mejor ubicación de todos los templos egipcios.

El templo de Kom Ombo se construyó para honrar a dos deidades: Sobek, divinidad local con cabeza de cocodrilo, dios de la fertilidad y creador del mundo, y Haroeris o versión anciana de Horus con cabeza de halcón.

El Templo está formado por dos templos simétricos respecto a un eje longitudinal, y cada detalle de la construcción se reproduce de manera idéntica en cada uno de ellos.

Dos entradas sur y norte.

En la fachada existen dos entradas independientes, pero en el interior hay espacios compartidos por los dos templos. El que está en la parte norte -izquierda- del templo, está dedicado al dios Haroeris -Horus el Viejo-. Es una de las primeras formas de Horus, el Dios del sol de la mañanaSeñor de la Luz y del Cielo. Sus ojos estaban formados por el Sol -ojo derecho- y la Luna -el izquierdo-.

El dedicado a Sobek está al sur del complejo y su entrada es la de la derecha según se mira de frente; del sudor de Sobek surgió el Nilo.

En ambos templos aún se pueden apreciar las mesas de diorita negra dedicadas a las ofrendas. Estos templos fueron denominados Casa del Cocodrilo y Castillo del halcón.

Hay dos tríadas en el templo, una con Haroeris, su mujer Tasenetnefret y su hijo Panebtawy, y la otra se atribuye al dios Sobek, Hathor y Jonsu.

Aunque la construcción original de este templo se remonta al siglo II a.C., en el siglo II d.C., los romanos, decidieron hacer importantes reformas llegando al edificio que podemos ver en la actualidad. El templo de Kom Ombo, situado sobre una colina, presenta un estado de conservación bastante desigual, ya que en ciertas etapas, sus piedras fueron utilizadas para edificar otras construcciones.

La planta, es parecida a la del templo de Edfu; consta de un patio, dos salas (una de ellas, el pronaos) y tres vestíbulos (en vez de los dos de Edfu). Tiene, sin embargo, dos ambulacros -pórticos que dan al exterior- aunque en Edfú solo hay uno, dispuestos en tres lados, alrededor de las cámaras.

El pilono está decorado con bajorrelieves del emperador romano Domiciano haciéndole ofrendas a la tríada de Sobek.

El patio está en ruinas, con los muros laterales y el pilono destruidos. En las dos puertas que conducen al interior hay inscripciones y relieves con el nombre de Tiberio. A ambos lados de la doble puerta hay representaciones de Ptolomeo XII siendo purificado por Horus y Thot en presencia de Sobek y de Haroeris.

Desde él patio, dos puertas llevan a la primera sala hipóstila –pronaos-. En ella, hay grabadas escenas protagonizadas por Haroeris en el muro izquierdo y por Sobek en el derecho. Las columnas están talladas con lotos del Alto Egipto y papiros del delta del Nilo. En los muros abundan las representaciones rituales relacionadas con la purificación del rey, la consagración del templo y las dos tríadas, con los nombres de Ptolomeo VIII Evérgetes II, Cleopatra II y Ptolomeo XII Neo Dioniso.

En la segunda sala hipóstila, los muros muestran escenas de ofrendas con el nombre de Ptolomeo VI Filométor y Ptolomeo VIII Evergetes II. A continuación, se sitúan tres vestíbulos.

En los santuarios se ven decoraciones semejantes a las de la fachada. En el corredor interno de la izquierda están representadas las divinidades del Nilo. Hay también figuras alegóricas de los distintos territorios agrícolas. En la parte norte hay cartuchos de Nerón y Vespasiano. Se ven representadas también todas las fases de la construcción del templo y las técnicas usadas, y un grupo de instrumentos quirúrgicos, ya que el templo era visitado por enfermos. El templo siempre se relacionó con la medicina, pues existe numeroso instrumental médico del que se utilizaba en el Antiguo Egipto grabado en algunas paredes del edificio. Además, se describen diferentes ofrendas a Imhotep, alto funcionario y gran figura de la época que, entre otras cosas, también fue médico.

En el suelo, en el exterior del santuario, fueron grabados tableros de juegos para entretener a los visitantes enfermos. En las proximidades hay dos nilómetros, utilizados para medir el nivel de las aguas de río Nilo.

Delante del templo se encuentra el Mammisi, o templo del nacimiento de Horus, construido por Ptolomeo VIII Evergetes II, muy deteriorado por la humedad del Nilo. La capilla de Hathor está también al sur del templo y en ella hay varios cocodrilos momificados que provienen de una necrópolis de cocodrilos próxima al templo. En el séptimo año de Domiciano fue decorado en honor de la diosa Hathor, la Afrodita griega.

Cuando se descubrió el templo de Kom-Ombo se encontraron una serie de criptas subterráneas cercanas a los santuarios. Allí se hallaron más de 300 cocodrilos momificados. No hay que olvidar que Sobek era el dios del río y su cabeza era la de este animal, siendo por tanto animales sagrados que eran embalsamados cuando morían. Algunas de esas momias todavía se pueden contemplar expuestas en la Capilla de Hathor, situada al este del templo, y otras, la mayoría, en el próximo Museo del Cocodrilo.

También se halló un pozo circular con escaleras de acceso, conectado a una cisterna y un gran foso rectangular. Es probable que se mantuvieran allí los cocodrilos para las funciones rituales.

Ambos dioses compartían las cámaras de culto, teniendo sin embargo sus santuarios diferenciados, e incluso cada uno contaba con su propia ruta procesional. Por eso hay muchos elementos que aquí se ven por duplicado.

Tiene un doble amurallamiento que crea una galería interior y otra exterior. En la exterior, es donde se concentraba el mayor número de peregrinos que acudían en busca de curaciones. Por eso se han conservado muchos dibujos realizados por estas personas.

El centro de culto está situado detrás de los santuarios. Allí se ve un pequeño nicho, flanqueado por las esculturas ¡de los dos dioses, y en el muro se ven orejas talladas, que ponían de manifiesto el interés de los dioses en oír las súplicas de sus fieles.

El templo naturalmente no ha llegado íntegro a nuestros días, y muchas de las cámaras rituales se han perdido a lo largo del tiempo. aunque se puede admirar la proporcionada sala hipóstila, habitual en prácticamente todos los templos del Egipto de los Faraones, que ha llegado hasta el presente, en un muy buen estado.

Los textos y relieves del templo hacen referencias a actos litúrgicos de los que se realizaban en aquella época. El templo albergaba una teología específica hallándose dos temas presentes en el templo: el de Egipto y el local; ambos se combinan para crear la teología del templo.

Muchas partes del templo han sido destruidas por la acción del Nilo, terremotos, o empleándose a veces sus piedras para otras construcciones posteriores. Algunos de los relieves de su interior fueron desfigurados por los cristianos coptos, quienes usaron el templo como iglesia.

Tras la visita a los Templos de Kom Ombo, ya tarde, volvimos a nuestra casa/barco, donde aquella noche habían preparado una fiesta de disfraces de tipo árabe, pasando después de la cena a la discoteca donde casi todas/os/es dieron todo lo que tenían menos su virtud, a lo que se pudo percibir; sería por la presencia inmaterial de los dioses…digo yo…

Ya durante la cena y la fiesta, el barco navegaba hacia Asuán, en donde a la mañana siguiente amaneceríamos en la Gran Presa Alta, acabada en 1970, de 3.600 metros de largo, 980 metros de ancho en la base y 111 metros de alto. Las inundaciones producidas por el desbordamiento del rio Nilo, que durante milenios marcaron el ritmo de la abundancia y la pobreza en Egipto, definitivamente, se controlaron con la construcción de esta gran presa, que, además, es la fuente más importante de la energía eléctrica de todo el país. El gran lago que se forma debido a la presa fue bautizado con el nombre de Nasser, en honor del presidente de la nación cuando se construyó la Presa Alta.

Música egipcia.

To be continued in part 11.