Viaje a Egipto. Parte 12.

Los Templos de Philae son un conjunto de templos que deben su nombre a la isla en la que se situaban, Philae, Esta isla quedó parcialmente sumergida tras la inundación posterior a la puesta en marcha de la Presa Baja. Luego, la isla quedaría casi totalmente sumergida tras la inundación de la Presa Alta, tras ser transportados los templos a Agilkia.

Vista general de Los Templos de Philae en su ubicación actual.

Fueron trasladados previamente a la inundación a la isla de Agilkia, rebautizada como Philae, que es unos metros más alta que la primera. En el conjunto hay más de 10 edificaciones, principalmente dedicadas a la diosa Isis.

LOS TEMPLOS DE PHILAE

En Philae están los santuarios más bellos de todo el Antiguo Egipto, que alcanzaron su máximo esplendor constructivo en el Período Ptolemaico.

Según parece, las primeras edificaciones se remontan a la XXV Dinastía con el faraón de origen nubio Taharka, alrededor del 690 a.C. y continuaron hasta el año 117 d.C., participando en su construcción los faraones además de Taharka, Nectanebo I, Ptolomeo I, II, III, IV, VI, VIII, XIII, Tiberio, Augusto y Trajano entre otros.

El gran templo de Philae está dedicado a Isis, la divinidad femenina más universal de la historia egipcia. Para los Antiguos egipcios, la diosa Isis representaba la mujer, la vida y la magia, y para los sacerdotes iniciados que se consagraban a su culto, ISIS era la diosa de la Sabiduría, que atesoraba los arcanos Misterios de la Naturaleza.

En Philae se encuentra la diosa Isis fusionada con la diosa Hathor, la gran Madre cósmica, llevando sobre su cabeza el dorado disco solar entre los plateados cuernos de la luna. En la antigüedad, este templo estuvo también consagrado a Jnum, Señor de la primera catarata y dios de las Fuentes del Nilo, que era para ellos el misterioso lugar de donde procedían las aguas de la vida. El dios Jnum junto a las diosas Anukis y Satis formaban La Triada de las Cataratas que aparece representada en Philae.

Se debe señalar la asociación simbólica de la diosa Isis con la estrella Siriollamada Sothis por los egipcios-, pues según su calendario, era la salida de este astro en el horizonte precediendo al Sol, la que anunciaba el comienzo del año nuevo egipcio, que coincidía con la crecida de las aguas del Nilo.

Según el pensamiento de los antiguos egipcios, eran las lágrimas de Isis, en su desconsolado llanto por la muerte de su amado Osiris, las que alimentaban el Nilo en forma de inundación bienhechora, trayendo al país de las dos tierras la abundancia, la prosperidad y la vida.

La diosa Isis, cuyo atributo natural es un trono, aparece con los cuernos hathóricos por su sincretismo con la diosa Hathor.

Uno de los aspectos más destacados de Philae es que, si bien contiene los mismos elementos canónicos que cualquier templo egipcio, aquí están colocados en una distribución arquitectónica diferente. La primera edificación que nos encontramos entrando por la parte occidental del templo, es el pabellón de Nectanebo I. Construido en la dinastía XXX. Este edificio es el más antiguo de los que se conservan todavía en pie. Sus estilizadas columnas papiriformes rematadas con ábacos de la diosa Hathor, fijan el modelo arquitectónico que veremos repetido en los templos de esta diosa.

Es aquí también donde aparecen los testimonios arqueológicos más antiguos referentes a las primeras construcciones realizadas en Philae durante las dinastías XXV y XXVI, como varios sillares de piedra reutilizados en los que aparecen grabados diversos cartuchos con los nombres del faraón Taharka y reyes de la XXVI dinastía.

Frente al pabellón de Nectanebo I se alzan dos majestuosas columnatas que flanquean el patio de acogida o dromos, abriéndose en ángulo hacia la fachada del primer pilono. Ambos pórticos están decorados con escenas de ofrendas y con los cartuchos de los emperadores romanos que participaron en su construcción: Augusto, Tiberio, Calígula y Nerón. La de la izquierda o pórtico oeste es la más larga y se compone de treinta y dos columnas con capiteles ricamente ornamentados con motivos vegetales muy variados, mientras en su techo se observan todavía los restos de las tradicionales estrellas de cinco puntas que lo adornaban. Tras esta columnata se extiende el muro occidental del templo, salpicado de pequeñas ventanas.

Según reza la leyenda, el cuerpo de OSIRIS fue desmembrado por su malvado hermano SETH en cuarenta y dos pedazos y fue Isis, con su amor y con su magia, la que consiguió reunirlos de nuevo, devolviéndole la vida. El cuerpo de Osiris simboliza así los cuarenta y dos nomos o provincias del Antiguo Egipto, de forma que, para los egipcios, Osiris era la Tierra misma de Egipto, un espacio sagrado que periódicamente moría con la sequía, y renacía de nuevo gracias a la inundación bienhechora de sus lágrimas de Isis sobre el Nilo.

Era uno de los principales rituales mágicos de regeneración, que se celebraba cada diez días, en el que la estatua viva de Isis era llevada hasta la tumba de su hermano-esposo Osiris, para rememorar el misterio de la reconstitución del cuerpo del dios de la Tierra y de la Vegetación, que era reanimado periódicamente por la magia de la diosa de la Vida, Isis, cuyo principal emblema distintivo es el ANJ o llave de la Vida.

Frente al pórtico oeste y a la derecha, mirando desde el pabellón de Nectanebo hacia la fachada del templo, se extiende el pórtico este, construido por el emperador Augusto y compuesto por dieciséis columnas cuyos capiteles quedaron finalmente inacabados. A lo largo de esta columnata se encuentran tres pequeños santuarios: el primero es un templete dedicado a Aresnufis, dios de origen nubio que forma una triada junto con Isis-Hathor como esposa y Harpócrates como hijo. Una tríada divina que fue concebida por los teólogos egipcios a fin de poder adaptar las tradiciones religiosas egipcias a las de los nubios situados al sur de la primera catarata.

Un poco más al norte hay otro templete mucho más pequeño consagrado al dios Mandulis, que es una de las formas de la divinidad solar más veneradas en la Baja Nubia. Al final de la columnata hay un pequeño santuario dedicado a la memoria del divino Imhotep, tal vez el sabio más grande y venerado en Egipto desde el Imperio Antiguo. Sumo Sacerdote de Heliópolis y de Menfis, gran visir del faraón Zoser de la III dinastía y constructor del conjunto monumental de Saqqara, Imhotep fue el primer arquitecto que construyó monumentos en piedra y que edificó una pirámide, la Escalonada de Saqqara. Imhotep fue divinizado a partir del Período Saíta, recibiendo en Philae el calificativo de El que consigue la felicidad de los niños.

El gran santuario de Philae es de construcción irregular, ya que tuvo que adaptarse a las características geológicas del subsuelo granítico de la isla sobre el que se asientan los cimientos del edificio. El dromos*, por el que se accede al templo propiamente dicho, es un magnífico espacio de luz amplio y luminoso, que servía de vía procesional y patio de acogida para recibir a todos los peregrinos que acudían al santuario de la diosa. Este patio está flanqueado por dos esbeltas columnatas que son totalmente asimétricas, ya que se van abriendo en ángulo hacia la fachada principal del templo y, curiosamente, sus dos pilonos tampoco son paralelos, como suele ser habitual.

*DROMOS: pasaje, entrada o avenida que conduce a un edifico, templo, tumba o pasillo. En el Antiguo Egipto era una avenida, generalmente, usada para la realización de procesiones flanqueada por esculturas en forma de esfinges o en su caso columnatas, que se relacionaba con otro templo o a un embarcadero en el Nilo.

El pilono es un elemento fundamental de la arquitectura sagrada del Antiguo Egipto y tiene un profundo simbolismo mágico-religioso. Básicamente, se trata de una construcción arquetípica que adopta la forma de un estrecho valle encajado simétricamente entre dos montículos, reproduciendo así a escala monumental el símbolo jeroglífico del horizonte luminoso de Ra, doble –oriental y occidental- por el que el Sol nace y muere cada día. De esta forma, cada templo es una reproducción del Cosmos, un espacio sagrado en el que se repite con cada nuevo amanecer el misterio de la creación del mundo. Por eso, las dos torres de los pilonos llevan por nombre Isis y Neftis, ya que tradicionalmente son estas dos diosas gemelas las que asisten al alumbramiento del Sol naciente que, surgiendo del Caos-Nun, trae cada día a la existencia la Luz, la Vida y el Orden.

En Philae, el primer pilono o fachada principal del templo tiene 45,5 m de ancho x 18 m de alto. Fue construido por el rey Nectanebo I y está decorado en bajorrelieve con la imagen del faraón triunfando sobre los enemigos de Egipto y con escenas del rey realizando ofrendas a los dioses. Custodiando la puerta de entrada se yerguen dos leones de arte nubio, que todavía permanecen en su lugar original. Sin embargo, los dos obeliscos con los cartuchos grabados de Ptolomeo y Cleopatra que se alzaban en este mismo lugar, se encuentran hoy en Inglaterra.

Cruzando el primer pilono llegamos al gran patio peristilado que se halla cerrado al oeste por el Mammisi*, al que también se puede acceder a través de una puerta abierta desde el pilono. El conjunto arquitectónico del Mammisi está compuesto por un pequeño patio porticado y tres cámaras sucesivas; las dos primeras hacen la función de pronaos y la última es una bonita capilla o Santuario.

Este edificio está rodeado por una columnata períptera -lo rodea-. Las tres cámaras interiores fueron decoradas en relieve con escenas del nacimiento divino, en las que vemos a Isis embarazada, dando a luz, amamantando y entronizando a Horus. Una sucesión de imágenes alegóricas que vemos también en otros templos ptolemaicos. El Mammisi es la casa del nacimiento, dado que era en estas estancias donde se celebraban los ritos de regeneración del poder real que figuran representados en los relieves de sus muros, en los que destaca la imagen de la diosa Isis-Hathor amamantando al faraón-niño, legitimando así de forma simbólica el origen divino del rey.

Mammisi* es el término arquitectónico acuñado por Jean François Champollion en el siglo XIX para denominar las casas de nacimiento del antiguo Egipto.

Música egipcia.

To be continued in part 13.