Viaje a Egipto. Parte 13

Continuación de la visita a los Templos de Philae

Cruzando el primer pilono llegamos al gran patio peristilado que se halla cerrado al oeste por el Mammisi*, al que también se puede acceder a través de una puerta abierta desde el pilono. El conjunto arquitectónico del Mammisi está compuesto por un pequeño patio porticado y tres cámaras sucesivas; las dos primeras hacen la función de pronaos y la última es una bonita capilla o Santuario.

En el lado este del patio peristilado hay una serie de pequeñas estancias, algunas con escaleras, a través de las cuales se podía acceder a la terraza del templo. Entre ellas estaba el Laboratorio, la Biblioteca o archivo y una pequeña capilla de Tiberio con magníficos relieves del faraón haciendo ofrendas a la Triada divina de Osiris, Isis y Horus. En el interior de estas salas podemos contemplar bellas policromías de Maat, la diosa de la Verdad-Justicia, de la diosa leona Sejmet y de otras divinidades. En la cámara del Laboratorio aparecen grabadas interesantes recetas de esencias, perfumes y ungüentos sagrados que se usaban para oficiar los diversos rituales que se celebraban diariamente en el templo, ya que era en esta estancia donde tenía lugar la elaboración y consagración de las ofrendas divinas.

El segundo pilono, es un poco más pequeño que el primero. Su base, que está un poco más elevada que el suelo del patio peristilado; se asienta sobre un cimiento natural de roca granítica, lo cual hizo necesaria la construcción de una rampa escalonada para poder acceder al interior del templo. A la derecha de la rampa, bajo unos colosales relieves del rey Ptolomeo XIII junto a Isis y Horus, se alza la estela de Ptolomeo VI Filométor, que fue tallada sobre la roca viva del cimiento. Esta estela conmemora la donación de tierras al templo y las exenciones fiscales concedidas al clero por este rey. Subiendo esta escalinata cruzamos el dintel bajo la protección del disco alado de Amón y entramos en el santuario de la diosa propiamente dicho. A esta zona del templo sólo podían acceder el faraón y los miembros del clero sacerdotal.

Por la puerta del segundo pilono accedemos a una reducida pero bonita sala hipóstila, en la que penetra la luz solar a través de una claraboya central. Esta sala está integrada por diez columnas que imitan los tallos de lotos y papiros, simbolizando el desarrollo de la vida en su estado germinal. En el cielo de la sala hipóstila, junto a otras representaciones teológicas y astronómicas, se puede ver a la diosa buitre Nejbet, protegiendo mágicamente todo el recinto con sus grandes alas extendidas, mientras porta en sus patas los emblemas reales del Alto y del Bajo Egipto. En la época cristiana, esta sala fue reutilizada como iglesia copta y, al igual que ocurrió también en otros muchos templos y monumentos egipcios, las imágenes de sus reyes y sus dioses fueron intencionadamente mutiladas o borradas.

La Triada con las caras destrozadas.

A través de la sala hipóstila accedemos a la Naos, que se compone de doce bellas estancias, además de una pequeña cripta y una escalera que conduce hacia la azotea del templo. En estas salas se conservan las decoraciones más antiguas de Philae, realizadas en tiempos del rey Ptolomeo II. En ellas podemos admirar algunas escenas de la Tríada de las Cataratas, formada por los dioses Jnum, Anukis y Satis.

Símbolos coptos en las columnas.

En el sancta sanctorum propiamente dicho, que es el lugar más sagrado y recóndito del templo, se conserva todavía el altar de granito en el que reposaba la barca sagrada o capilla portátil de la diosa que, en determinados días del año era conducida en solemne procesión hasta la Isla santa de Bigaeh donde tenía lugar la hierosgamia o unión sagrada de Isis con su amado esposo Osiris. Saliendo de las naos por la puerta oeste de la sala hipóstila, encontramos varias edificaciones paralelas a la orilla del Nilo, como la puerta de Adriano y el Templo de Harendotes. La puerta de Adriano mira hacia Occidente, el mundo de los muertos.

Pabellón de  Trajano.

En las entrañas del monte hay una caverna rodeada por la serpiente Mehén, que apareció representada por primera vez en la tumba de Tutankamón. Se trata de una serpiente que no tiene principio ni fin, símbolo de la eternidad dinámica, del retorno periódico de todas las cosas y de los ciclos vitales de la Naturaleza. En su interior reside Hapy, el dios de la Inundación. A su derecha, la diosa Isis-Hathor riega la tierra con el agua de vida haciendo brotar un jardín de frondosas espigas sobre el que se alza el Ba del dios Osiris.

Pasando a la orilla este de la isla, nos encontramos con un pequeño templo consagrado a Hathor, diosa del amor, la música y la belleza, que los antiguos griegos identificaron con Afrodita y los romanos con Venus. Hathor asume aquí el papel de la diosa de la música y de la armonía, por eso casi todos los relieves de sus muros y columnas nos presentan una gran variedad de escenas musicales, en las que aparecen diferentes divinidades que portan diversos instrumentos.

El Pabellón de Trajano construido en época de este emperador romano, quedó inacabado. Esta construcción de planta cuadrada consta de un muro perimetral sobre el que se elevan catorce columnas cuyos capiteles están ornamentados con motivos vegetales.

En el centro de sus muros este y oeste se abren dos pequeños pilonos, orientando el eje del monumento hacia el Nilo, ya que este pabellón servía para acoger las barcas procesionales y como lugar de acceso al templo desde el embarcadero del río. Posiblemente, todo este edificio, que hoy permanece a cielo abierto, estuviera en su momento cubierto por un gran toldo de tela.

 EL OBELISCO INACABADO

El Obelisco Inacabado se encuentra en una de las canteras al norte de Asuán.; se atribuye la orden de su construcción a la faraona Hachepsut, esposa del Rey Tuthmosis II, que gobernó Egipto en la época de  la Dinastía XVIII.

El Obelisco Inacabado es el más grande de todos los conocidos; de haber sido concluido mediría cerca de 42 metros y pesaría 1.200 toneladas. Algunos arqueólogos sugieren que la reina Hachespsut pretendía que este obelisco fuera pareja del llamado Obelisco-Lateranese, que se encontró originalmente en Karnak y ahora se encuentra en Roma.

Los creadores del obelisco comenzaron a excavarlo directamente del lecho de granito en el que se encuentra hasta el día de hoy. En algún momento aparecieron grietas en la roca, lo que forzó a abandonar el proyecto; ha permitido a los arqueólogos conocer con detalle las técnicas de trabajo de la piedra que utilizaron los antiguos egipcios.

Al finalizar la visita a los Templos de Philae y el Obelisco Inacabado, volvimos a nuestra casa/barco, comimos y nos preparamos para dar por la tarde un paseo en faluca (típicas embarcaciones egipcias) para admirar el exterior del Mausoleo de Aga Khan, de la Isla Elefantina y del Jardín Botánico.

El Mausoleo del Aga Khan.

Lamentablemente, el Mausoleo del Aga Khan, en la ciudad de Asuán, que al parecer es uno de los más brillantes y sobrios, aunque aislado, de los edificios de Egipto y con vistas al río Nilo, solo pudimos verlo desde la faluca, ya que la noche acechaba, y debíamos volver al Amarco para preparar el vuelo y la excursión a Abu Simbel.

El Mausoleo del Aga Khan es la tumba del Sultán Muhammad Shah, Aga Khan III.   Poco antes de su fallecimiento, el Aga Khan eligió una ubicación sobre la ribera occidental del río Nilo, como lugar para su último descanso

La ubicación es simbólica, pues siglos antes, los antepasados del Aga Khan, que habían fundado la dinastía Fatimí -inmediatamente anterior a Saladino y los ayyubíes-, con capital en El Cairo, aunque chiíes, representaron hasta 1171 -desde 909-, uno de los hitos de la cultura musulmana, siendo mecenas de las artes, la arquitectura y la literatura. El Aga Khan III (1877-1957) defendió el pluralismo y los esfuerzos científicos, practicando el mecenazgo.

Tras el fallecimiento del Aga Khan III, el 11 de julio de 1957, su viuda, la begum Om Habibeh Aga Khan supervisó personalmente la construcción del mausoleo con la ayuda del arquitecto Farid El-Shafie.

El mausoleo es un edificio de granito rosa, con un diseño parecido a otras tumbas de califas fatimíes en el Cairo. Presenta vistas a la residencia de verano de los Aga Khan, Villa Blanca, y al monasterio de San Simón.

La begum, muerta en el año 2000, vivió en Villa Blanca situada debajo del Mausoleo, pero en 1997 decidió cerrar el monumento al público pensando que así el difunto descansaría más en paz, si cupiera.

Por fin nos acercamos a la ISLA ELEFANTINA situada frente a la moderna ciudad de Asuán; es una pequeña isla en medio del Nilo.

La Isla Elefantina es uno de los lugares donde se establecieron los antiguos egipcios, pues se ubica en un sitio estratégico frente a la primera catarata del Nilo, lo que le permitía controlar las rutas de comercio del sur del país. Además, su condición de isla era ideal para defenderse de ataques enemigos. Se cree que fue llamada Elefantina por haber sido uno de los centros comerciales del marfil más importantes de la antigüedad, o porque el elefante fue lo primero que vieron al establecerse los primeros habitantes de esta región. Los antiguos egipcios también la llamaron Abu o Yabu, que significa elefante.

Es una de las Islas más grandes de la zona. Fue una fortaleza y lugar de inicio y llegada de las expediciones de Sudan en la época faraónica.  En la isla se encuentran restos arqueológicos de gran importancia como el Templo al dios Jnum realizado por Nectanebo II, el Templo de Heqa-ib, y la pequeña Pirámide Elefantina, con su correspondiente nilómetro.

Nilómetro de Isla Elefantina.

Sus antiguas ruinas han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Fue la capital del Nomo I, contando con tres dioses que eran adorados en el panteón local: Jnum, Satet y Anuket, a nombre de quienes se construyeron varios templos de los cuales aún quedan algunos rastros.

Tiene unos paisajes singulares, donde la naturaleza brilla con protagonismo, lo que pudimos observar desde la pequeña travesía en faluca.

Nos contaron que hubiera sido interesante ir al cercano Jardín Botánico, de 16 acres de extensión, diseñado por Lord Kitchener, pero fue imposible.

Música egipcia.

To be continued in part 14. pre-last post.