El monasterio de la Inmaculada Concepción, el palacio y el panteón de los Alba en Loeches. Parte 1

Hoy he vuelto a pasar por el mismo camino que hice durante veintitantos años para ir a trabajar. Antes de tomar la última curva de la carretera de Alcalá de Henares a Loeches –pueblo situado a mitad de camino entre Arganda del Rey y Torrejón de Ardoz–, se sube una cuesta pronunciada y al llegar al cambio de rasante, se vislumbra el pueblo de Loeches y la cúpula del monasterio de la Inmaculada Concepción y su iglesia, “el convento grande” al que se encuentra adosado el panteón de los Alba.

Carretera de acceso a Loeches

Cuando en la empresa teníamos alguna visita profesional, intentaba combinarla con una vuelta cultural por el monasterio y el panteón, de manera que acabé aprendiéndome su historia, enriquecida con algunas anécdotas que me contaba Francisca, la señora que tiene las llaves para enseñarlo y cuidarlo, de transparencia ya angelical, mayor, encorvada por la edad y muy agradable, que vive en un bajo de la zona del monasterio.

Vista del pueblo

                                                            Loeches

Lo contaré en cuatro partes , para no cansar de un tirón, dada fundamentalmente  la densidad de las cuestiones de familias y entronques: la primera  hasta la muerte del III conde–duque de Olivares, básicamente histórica,  la segunda con la construcción del monasterio y el palacio –hoy desaparecido–, construidos en el siglo XVII,  la tercera historia familiar hasta el entronque de los Alba-Olivares con los Berwick y la cuarta dedicada al panteón, construido en el siglo XIX.

Gaspar de Guzmán y Pimentel Ribera y Velasco de Tobar nació en Roma en 1587, nieto del I conde de Olivares –rama menor de la Casa de Medina Sidonia– y bisnieto del II duque de Medina Sidonia (heredero de Guzmán el Bueno, el del hijo asesinado en la defensa de Tarifa para Sancho IV de Castilla, “el Bravo”). Su padre era el embajador de España en Roma, virrey de Nápoles y Sicilia, y el pequeño Gaspar vivió en Italia hasta los 12 años. Siendo el menor de tres hermanos, se le destinó a la carrera eclesiástica y fue enviado a Salamanca para estudiar derecho canónico. Murieron sus dos hermanos mayores, teniendo entonces que abandonar sus estudios de teología en 1604, y acudir junto a su padre que había sido nombrado miembro del Consejo de Estado por el duque de Lerma –valido de Felipe III– y estar ya destinado a heredar el mayorazgo de los Olivares, por ser el hijo mayor.

En 1607 muere su padre y hereda el mayorazgo, y ya muy ambicioso, se concentra en cortejar a su prima Inés de Zúñiga y Velasco –hija de su tío Baltasar–, dama importante de la reina Margarita de Austria mujer de Felipe III y más tarde dama principal de Isabel de Borbón, mujer de Felipe IV y tutora y aya del infante Baltasar Carlos, para conseguir por esa vía la Grandeza de España que anhelaba con pasión. No consiguió ese objetivo y se retiró con su mujer a Sevilla para administrar su patrimonio.

En 1615 fue nombrado por Lerma –Francisco de Sandoval– gentilhombre de cámara del infante Felipe –futuro Felipe IV–, involucrándose en las luchas de poder entre el duque de Lerma y su hijo el duque de Uceda, tomando partido por este último. En 1618 fue desterrado Lerma y desde la posición de poder obtenida, y apoyándose en su tío Baltasar de Zúñiga, que estaba en la corte desde 1617, llamado por Uceda, consigue que el infante vaya confiando cada vez más en su tío y en él. Así, cuando en 1621 sube al trono Felipe IV, nombra valido a Baltasar de Zúñiga sustituyendo al duque de Uceda. Ese año el conde de Olivares recibe del rey la Grandeza de España con la secular fórmula de “conde de Olivares, cubríos”.

Felipe III

Felipe IV de España. 1634-1635. Óleo sobre lienzo. 303 x 317 cms. Con toda seguridad Diego Velázquez. Museo del Prado. Madrid. España.

A la muerte de su tío Baltasar en 1622, fue nombrado valido 1 del rey Felipe IV. Estaría en esta posición hasta 1643, viviendo unos años políticamente muy difíciles: la guerra de los 30 años entre los partidarios de la Reforma y Contrarreforma religiosas, y al fin entre todos los países europeos, el Imperio Español deshaciéndose como un azucarillo por falta de recursos económicos fundamentalmente, en 1640 el Corpus de Sangre –entre segadores y soldados castellanos– y el intento de  secesión catalana –ya apuntaban– que  no sería sofocada hasta 1652, la insurrección de Portugal y su independencia de España en 1640, la conspiración independentista de Andalucía en 1641 y su forma de ser absolutista, que le creó innumerables enemigos, terminaron con su crédito político en 1643, siendo desterrado por el Rey. Inicialmente se retiró a su señorío de Loeches, donde estaban prácticamente acabados el pequeño palacio y el monasterio de las dominicas.

Corpus de sangre 1640

El Corpus de Sangre. Antoni Estruch i Bros. 1907. 262 x 404  cms. Oléo sobre tela. Museo de arte de Sabadell. España.

En 1633 había comprado el conde-duque la villa de Loeches, en donde proyectó la construcción de un palacio anexo al convento de las  carmelitas descalzas. En una de las visitas realizadas a las obras en 1634, pidió el conde–duque a la superiora de las carmelitas permiso para visitar el interior del convento, al objeto de estudiar el mejor lugar por donde hacer una entrada  directa desde el futuro palacio, para asistir a los oficios tras una cancela, como era habitual en el caso de los nobles importantes. La superiora le negó el paso, debido a que era un convento de clausura. El soberbio D. Gaspar prometió construir una iglesia y monasterio que harían sombra a la de los carmelitas, y lo hizo. Lo habitó con la orden de las dominicas, ya que no en vano era descendiente de santo Domingo de Guzmán. Ahí se acabaron las relaciones con las carmelitas a las que había reconstruido con anterioridad la casa anexa al convento. En 1940 estaba prácticamente terminado el conjunto monástico-palacial. El palacio estaba flanqueado al este por el ya existente convento de las carmelitas y al oeste por el monasterio de la Inmaculada Concepción de las dominicas.

carmelitas

                                                      Convento de las carmelitas descalzas.

Al llegar a su destierro en Loeches, empezó a circular una coplilla popular  en la villa y en Madrid –lo de la leña del árbol caído, muy español– que decía:

Que de Loeches lo eches

suplica el pueblo, Señor

aparta de ti al traidor

que está muy cerca Loeches.

Así, Felipe IV lo desterró a sus dominios de Toro, donde el conde-duque falleció en 1645. Estuvo viviendo con su hermana, mientras su mujer continuaba con la función tutorial del infante Baltasar Carlos. Inés de Zúñiga siguió preocupándose de la terminación de las obras de Loeches, hasta su muerte, dos años después.

conde duque a pie

Continuará en parte 2.

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1. Valido es el Secretario de Despacho Universal de la Monarquía Católica. El validamiento es una figura existente especialmente en los reinados de los Austrias menores y llevaba consigo la Grandeza de España, la asistencia continua al lado del rey, la posesión de los más altos cargos de la corte y del gobierno y una influencia total en el monarca así como la dirección política y administrativa del Estado. No llevaba consigo nombramiento como tal. No puede considerarse como una institución, ya que en ningún momento se trató de un cargo oficial, puesto que únicamente servía al rey mientras éste tenía confianza en la persona escogida.

Era el puesto de mayor confianza del monarca en cuestiones temporales. Las cuestiones espirituales eran competencia del confesor real.