Pintura: de puntillas desde el Renacimiento alemán a la Nueva Objetividad; Max Beckmann. Parte 2.
Dedicado J A V, por su conocimiento del, y sensibilidad con, el Realismo Mágico literario, y porque me empujó a intentar aprender cosas.
EXPRESIONISMO
La corriente expresionista del arte europeo, iniciada a finales del siglo XIX, y prolongada hasta bien entrado el siglo XX, constituye, en muchos aspectos, el eslabón fundamental entre la pintura romántica y la moderna, siendo por tanto el más llamativo elemento “precursor” del movimiento moderno. En Alemania en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial, el Expresionismo alcanzó rango de escuela, y aunque existieron numerosos pintores modernos importantes que pudieron ser clasificados como expresionistas, algunos de ellos se sintieron independientes de cualquier escuela o movimiento.
Ernt Ludwig Kirchner. Cinco Mujeres en la Calle. 1913. Óleo sobre tela. 120,5 x 91 cm. Museo Wallraf-Richartz de Colonia. Alemania.
El EXPRESIONISMO fue un movimiento surgido en Alemania a principios del siglo XX, coincidente con el FAUVISMO -nacido en París con Henri Matisse a la cabeza-, con el que tiene algunos puntos en común, como los colores fuertes, rechazo a la imitación…, y uno absolutamente diferente, que es el esfuerzo de los expresionistas alemanes por mostrar lo lóbrego, lo obsceno, lo prohibido, lo feo…
El Expresionismo, surgió como una reacción frente al impresionismo europeo, y fue en Alemania donde no sólo nació, sino que se desarrolló plenamente, siendo más que un estilo artístico, un movimiento muy comprometido para enfrentarse a una realidad con la que no estaba de acuerdo la vanguardia de la época, en los campos de la pintura, escultura, literatura, o música.
Las influencias en su arte fueron variadas, ya que por un lado que estudiaron en profundidad las tradiciones germánicas y a sus autores más representativos Durero, Holbein o Cranach, utilizaron la xilografía -grabado sobre madera-, con una gran tradición en aquel país, aplicándole color, teniendo además influencias de la Sezession Vienesa, de Vincent Van Gogh y de la escultura africana.
La principal idea del grupo fue la de abandonar las reglas y buscar la espontaneidad en la creación, siendo para ellos el arte algo subjetivo que dependía exclusivamente de su creador, utilizando formas muy simplificadas y deformadas, unidas a colores muy simples, para de esa manera, intentar transmitir mejor el valor interno de lo representado.
En la Alemania pre nazi, artistas de diferentes tendencias y formación, se unieron para crear un arte más intuitivo, donde predominase la visión interior del artista, la expresión, frente a la plasmación de la realidad, la impresión. Las temáticas fueron generalmente sórdidas y lóbregas: la depresión, la muerte, la miseria, la parte viciosa de lo sexual…, expresando una visión dramática del ser humano que vive a la deriva en las sociedades industrializadas…; realmente, el expresionismo sigue hoy vivo, aunque como corriente artística fue dividida en varias escuelas que influirían en el arte posterior:
PRE EXPRESIONISMO, con dos artistas que introdujeron el expresionismo antes que los jóvenes alemanes, mostrando al mundo del arte lo dramático, lo oscuro y lo grotesco: el noruego Edvard Munch y el belga James Ensor.
Edvard Munch. El grito. 1893. Óleo, temple y pastel sobre cartón. 91 x 74 cm. Galería Nacional de Oslo. Noruega.
James Ensor. The Intrigue. 1911. Óleo sobre lienzo. 90 x 150 cm, Museo Real de Amberes. Bélgica.
DIE BRÜCKE –El puente-: un puente que sentara las bases del arte futuro, fue un grupo fundado en 1905 en Dresde por artistas alemanes estudiantes de arquitectura -Kirchner (el líder del grupo), Bleyl, Heckel y Schmidt-Rottluff- dirigidos por Hermann Obrist, para el desarrollo del movimiento EXPRESIONISTA, siendo disuelto el grupo en 1913.
Este movimiento pretendió influir en la sociedad para desalojar las convenciones seculares, dejando fluir la inspiración artística, siendo sus herramientas básicas, el color, los temas tratados –angustiosos y marginales- y la técnica –a veces la xilografía-, que dieron a sus obras un aspecto primitivo, inacabado, brutal…
Erns Ludwing Kirchner. Fränzi in Carved Chair -Franzi ante una silla tallada-. 1910. Óleo sobre lienzo.71 x 49,5 cm. Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
DER BLAUE REITER –El jinete azul– se fundó en Munich en 1911. Wassily Kandinsky, Franz Marc, August Macke, Alexej von Jawlensky y Marianne von Werefkin fundaron el grupo en respuesta al rechazo que sufrió la pintura de Kandinsky –El Juicio Final- en la exposición de la Nueva Asociación de Artistas de Munich -grupo del que Kandinsky había sido miembro-, rechazo del jurado que se produjo arguyendo “no entender la obra”.
Wassily Kandinsky. El Juicio Final. 1911. Óleo sobre lienzo.190 x 275 cm. Colección privada.
El nombre de Der Blaue Reiter derivó del entusiasmo de Franz Marc por los caballos, y del amor de Kandinsky por el color azul. Para Kandinsky, el azul era el color de la espiritualidad, y cuanto más oscuro fuera el azul, más crecería el deseo humano por la eternidad –de su libro de 1911, De lo espiritual en el arte-.
Aunque había puntos que le conectaban con El Puente, como el estudio y la influencia de las artes primitivas, El Jinete Azul, fue mucho menos reaccionario que el anterior, buscando desde lo poético, la depuración de las formas, hasta llegar a la esencia de las mismas. Esta búsqueda del alma de las formas, se expresó cada vez más en lo sinóptico de las mismas y en el contraste de los colores, aunque este último, de una forma muy sutil, llegando algunas veces a la abstracción. La última exposición del grupo tuvo lugar en 1914, quedando disuelto con la guerra.
Por último citar el expresionismo libre de LA ESCUELA DE PARÍS, del período entre guerras, que absorbieron formas de hacer de todos los movimientos, incluido el expresionismo, viviendo sus componentes – conocidos como los maudits (malditos)- de forma bohemia y miserable por Montmartre y Montparnasse.
Así hemos llegado -de puntillas- a la NUEVA OBJETIVIDAD –Sachlichkeit Neue- que fue un movimiento artístico que surgió en Alemania alrededor de 1910 como oposición al expresionismo, y en consecuencia, posterior a él. El movimiento acabó en 1933 con la caída de la República de Weimar y la toma del poder por los nazis.
Gustav Friedrich Hartlaub acuñó el término en 1923 para TITULAR una exposición que planeaba como director del Kunsthalle de Mannheim. En su artículo, “Introducción a la Nueva Objetividad : la pintura alemana desde el expresionismo”, Hartlaub explicaba: “lo que aquí estamos mostrando se distingue por las -en sí mismas puramente externas- características de la objetividad con la que los artistas se expresan ellos mismos”.
Se identificaron dos grupos dentro de la Nueva Objetividad: los VERISTAS, que “rasgan la forma objetiva del mundo de hechos contemporáneos y representan la experiencia corriente en su tiempo y febril temperatura” y los REALISTAS MÁGICOS, que buscan el “objeto con la habilidad eterna de encarnar las leyes externas de la existencia en la esfera artística”.
Los VERISTAS fueron considerados el ala más revolucionaria de la NUEVA OBJETIVIDAD, representados de forma paradigmática por Otto Dix y George Grosz, que expresaron su forma arrebatadora de realismo, enfatizando lo feo de lo que querían representar: era su realidad, que deseaban exponer de esa manera, siendo su arte áspero, crudo, brutal, provocativo y caústico. Otros importantes veristas fueron MAX BECKMANN, Rudolf Schlichter y Karl Hubbuch. BECKMANN nunca se consideró a sí mismo parte de ningún movimiento, aunque fue uno de los veristas más importantes, considerándose a sí mismo expresionista.
Otto Dix. Retrato como prisionero de guerra.1947.
Con esta obra se produce el abandono definitivo de la compleja técnica de la veladura y el regreso a una pintura más libre y espontánea. “Autorretrato como prisionero de guerra’”es una de las primeras obras que realiza con esta nueva técnica TRAS ACABAR la Segunda Guerra Mundial. “La nueva técnica – escribe Dix – (la palabra es totalmente falsa, ya que propiamente se trata de una nueva forma de mirar que se ha impuesto en mí) produce muchos frutos extraños (…) La pintura se ha vuelto más espontánea, el quisquilloso cuidado que había que poner constantemente en las veladuras, ha desaparecido (…) y los colores comienzan a formar “sonidos”.
George Grosz. Metrópolis.1916-1917.
En comparación con los veristas, los realistas mágicos muestran con mayor claridad el regreso al orden tras la Primera Guerra, que fue llegando a las artes en toda Europa y que encontró su expresión en el neoclasicismo. Los realistas mágicos, fueron un grupo heterogéneo que abarcó desde el realismo casi fotográfico de Schad al neo-primitivismo de Schrimpf, mostrando a menudo ecos de la pintura metafísica, evidenciándose un duro realismo en varios de los pintores de la Nueva Objetividad, tanto veristas como realistas mágicos, posiblemente influenciados por el suizo Félix Vallotton.
Georg Schrimpf. Drei Figuren vor Landschaft.1924.
El término Realismo Mágico, fue como bautizó el crítico, historiador de arte y fotógrafo alemán Franz Roh, en 1925, a un estilo singular de pintura; más tarde se emplearía para describir el estilo pictórico de algunos artistas norteamericanos entre 1940 y 1950.
El término Realismo Mágico ideado por Roh, quedaría olvidado a raíz de una exposición donde participaron los componentes del grupo la Nueva Objetividad, muchos de los cuales fueron, en los que Roh había basado su tesis para el bautizo del movimiento Realismo Mágico; esta exposición fue organizada por el acuñador del término Nueva Objetividad en 1923, Gustav Friedrich Hartlaub, denominando a la exposición Nueva Objetividad, quedando en el olvido la denominación Realismo Mágico; . La denominación Realismo Mágico resurgiría de nuevo en Italia de la mano de Massimo Bontempelli en la revista 900 entre los años 1926 y 1929, volviendo a caer en el olvido, ya que se confundió con el Novecento. En 1943, en Estados Unidos, resurgió el término en una exposición organizada por el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Al hablar de Realismo Mágico, nos acordamos en primer lugar del género literario donde destacaron Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Jorge Luís Borges, Isabel Allende, Julio Cortázar, Miguel Ángel Asturias, y tantos otros autores de la década de los 60 del siglo XX, creyendo que fue un fenómeno exclusivo de la literatura latinoamericana, pero esto no es cierto. Como se ha dicho, cuando Franz Roh en 1925 acuñó el término Realismo Mágico, no lo hizo refiriéndose a la literatura sino a una tendencia particular de las artes plásticas en la Alemania anterior al nazismo. En 1925, en su libro Realismo Mágico, postexpresionismo; problemas de la pintura más reciente, Roh dio bastantes razones, por las que según su estudio, habría que distinguir a esta nueva corriente, la cual había dado pie a un importante cisma entre el expresionismo y el abstraccionismo, habiendo sido este último y con anterioridad, la confluencia del Fauvismo -Fovismo-, Cubismo, Futurismo, Pintura Metafísica, Expresionismo, y Dadaísmo.
La definición de Realismo Mágico que nos da la Real Academia Española en su diccionario, sin embargo –quizá por exceso de cultura en las artes escritas o por falta de cultura en otras artes plásticas, o por ser más comúnmente conocido el término, o por ninguna de las razones anteriores-, es la de “movimiento literario hispanoamericano surgido en torno a los años 30 del siglo XX, caracterizado por la introducción de elementos fantásticos en una narración realista”.
Se pudiera definir también quizá, por su preocupación estilista y el interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. No es su finalidad producir emociones, sino más bien expresarlas, y es sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad.
To be continued in part 3 and last.
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ansiosa como siempre por …la siguiente…
Se podría considerar a edvard Munch como uno de los principales pioneros del expresionismo alemán?
Se le puede considerar como uno de los precursores del expresionismo, dada la intensa expresividad de los rostros y las actitudes de sus figuras.
También su estilo personal, basado en acentuar la fuerza expresiva de la línea, reduciendo las formas a su expresión más esquemática, haciendo un uso simbólico, no naturalista del color, permite que se le considere también un pintor simbolista