La poesía actual. Parte 1.
Hace unos meses en una sobremesa con amigos, salió el tema de la poesía actual, y de si seguía habiendo poetas como los de antaño, mejores o peores, y si más o menos.Read More
Hace unos meses en una sobremesa con amigos, salió el tema de la poesía actual, y de si seguía habiendo poetas como los de antaño, mejores o peores, y si más o menos.Read More
Termino Asturias y entro en el reino de Galicia, acordándome del rey García II -hijo de Fernando I de León “El Magno” o “El Grande” y de Sancha -muerto encarcelado por su hermano Alfonso VI-, que más tarde mandó matar también a su otro hermano Sancho II -primer rey de Castilla-, acto por el que el Cid le hizo jurar en Santa Gadea su no participación en el hecho, cometiendo perjurio tres veces. ¡Ah los monarcas!
Sorolla
Dan testimonio de su preocupación y gusto por la moda, para él y los que le rodean, unas cartas que escribió a su amada Clotilde como prueba del sentir de un hombre moderno,
En Asturias haciendo el camino, reduciendo ligeramente la tripa y ensanchando el alma.
Tras construir su casa madrileña, en noviembre de 1911, firmó un contrato con la Hispanic Society of America, para realizar catorce murales que deberían decorar las salas de la Institución, dedicados a las Regiones de España y Portugal, Read More
Joaquín Sorolla y Bástida nació en Valencia en 1863 y murió en Cercedilla en 1923. A los dos años, quedó huérfano al morir sus padres de cólera, Read More
Para F.P. : no hay despropósito, enredo o dificultad que dure demasiado, especialmente cuando se tiene tu fuerza y ánimo. (Publicado mientras estoy en Sevilla…que maravilla…).
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Desesperado por la escasa calidad de mi juego golfístico, una mañana decidí -por fin- ir a entrenar a un bonito campo de prácticas que hay en las instalaciones del madrileño Club de Campo,Read More
En 1589, por fin pudieron poner en marcha la Contra Armada inglesa, partiendo de Plymouth con 150 barcos y 23.000 hombres, recibiendo Drake órdenes de la reina de atacar los puertos de Santander y San Sebastián en el Cantábrico, puertos en donde se reparaban numerosos buques de la Gran Armada, antes de continuar hacia Lisboa, ciudad que debería ser tomada.Read More
Las pequeñas bajas causadas por el fuego y la lentitud de maniobra de los buques de la Gran Armada, elevó la moral inglesa, desesperando a los españoles, que encontraban a los ingleses siempre a barlovento y rehuyendo el contacto: es decir, aplicando la táctica del desgaste prevista.
A Farnesio se le seguían mandado pataches con mensajeros que seguían sin encontrarlo y Medina Sidonia seguía cumpliendo a toda costa las órdenes de S.M. a cientos de kilómetros…
La Gran Armada navegó hacia las costas de Calais y Dunkerque, donde fondeó. El alcalde y la ciudad de Calais, proveyeron de comida y agua a la flota española, poniendo a disposición del almirante español, los cañones de la ciudad, mientras, la flota inglesa recibía refuerzos de Dover -en el SE de Inglaterra- con número de barcos no inferior a 40, mandados por Henry Seymour, y una escuadra de rebeldes holandeses, mandados por Justino de Nassau, que se estableció en la zona de Dunkerque para cortar la salida española hacia el N.Read More
El 30 de mayo de 1588 partieron de Lisboa los 130 barcos: grandes galeones portugueses, urcas de construcción inglesa y holandesa, galeras y galeazas mediterráneas, pataches, zabras…es decir una flota muy heterogénea que se constituyó en siete escuadras.Read More
A pesar de tantos frentes, estas permanentes acciones inglesas fueron los motivos básicos que impulsaron a Felipe II a ordenar la constitución, organización y expedición de una Gran Armada, que con su actuación contra los territorios insulares del reino inglés, trasladaran los problemas a esas tierras, para que una vez con ellos en casa, dejaran de molestar en los mares a las flotas comerciales, y a las posesiones europeas, peninsulares y de ultramar españolas, que dada su extensión en los cinco continentes, tenía grandes dificultades para defender. Era necesario pasar de una posición pasiva a ofensiva.
La armada española que partió de Lisboa en agosto de 1588 para desembarcar en Inglaterra, fue llamada peyorativamente La Invencible por los ingleses, por considerar éstos que Felipe II tuvo una actitud muy arrogante y un exceso de confianza no justificado en su seguro éxito. Lo cierto es, que el término fue acuñado por William Cecil, primer barón de Burghley, que buscó realzar la resistencia inglesa frente a una flota mayor –tampoco fue cierto-, y ese adjetivo, empleado con habitualidad por los historiadores, quedó así para siempre: la verdadera denominación española de esa flota fue la Gran y Felicísima Armada.Read More