Manuela, no te olvido y tampoco a lo que me comprometí.

Mi querida Manuela,

No te olvido y tampoco a lo que me comprometí de pensamiento, acerca de explicarte la historia  del Salón del Prado que querías conocer. Lo trabajo para intentar contártelo, pero sobre todo para ver si así fuera posible verte, y pintarte si yo pudiera…aunque sólo con el pensamiento fuera…para poder colocarte cerca de donde quisiera…lo más lejos, cerca de mi corazón…

La casa de los amores imposibles.