FRA ANGELICO -Guido di Pietro da Mugello-, VIDA Y OBRA.
Fra Angélico, cuyo nombre de nacimiento fue Guido di Pietro da Mugello, nació en Vicchio, en el valle de Mugello al norte de Florencia, alrededor de 1390. Se formó como pintor en esta ciudad, cuando allí se realizaban grandes obras de arte bajo el mecenazgo de Cosme de Médicis El Viejo, que nació en Florencia en 1389 y murió en Careggi en 1464, tras gobernar la República de Florencia durante treinta y cuatro años.
Florencia era en esa época -y en tantas otras- la cuna del arte del mundo, construyéndose en ese tiempo, entre otras, la Cúpula de la catedral de Santa María del Fiore por Brunelleschi, la Puerta del Paraíso del Baptisterio de San Juan, enfrente de la catedral, por Ghiberti -Ghiberti hizo dos puertas de las tres del Baptisterio, y la sur, la más antigua, Andrea Pisano- , y espléndidas esculturas de Donatello en Campanile y la iglesia Orsanmichelle.
Santa María del Fiore y su cúpula de Brunelleschi. Il duomo florentino.
Baptisterio florentino de san Juan.
Puerta del Paraiso de Ghiberti del Baptisterio florentino de san Juan.
El campanario o Campanile -de Giotto- es la torre de Santa María del Fiore, de 82 ms. de altura y uno de los símbolos de la ciudad, siendo un ejemplo típico de los campanarios de la época, separados de la iglesia para evitar los daños por vibraciones en el edificio de culto, destinados exclusivamente a su función musical y a veces de observación. Su construcción se inició en 1334 bajo la dirección de Giotto que murió tres años después, siendo continuada la obra por Andrea Pisano y Francesco Talenti hasta 1360.
Como en otras muchas torres de la zona, los vanos van siendo más numerosos a medida que asciende la altura, lo que proporciona mayor ligereza a la obra. En los nichos más altos se encuentran situadas esculturas de bulto, siendo en este campanario, cuatro de ellas, obras tempranas del gran Donato di Niccolò di Bento, conocido como Donatello.
En 1408, y con unos 22 años, Donatello ya se había formado como artista, trabajado en el taller de Ghiberti, siendo entonces cuando recibió el encargo de realizar las figuras de profetas para los nichos de la Torre, a las que dotó de gran realismo.
San Juan Evangelista de Donatello.
En esa misma época, se le encargó un David en mármol de medida natural para los contrafuertes del coro de la catedral, y como pareja para el mismo lugar, le fue encargado a Nanni di Banco, una estatua del profeta Isaías. La de Isaías tiene una flexión del cuerpo sin eje central a la manera gótica, mientras que el David de Donatello, presenta un contrapposto o chiasmo que señala la oposición armónica de las distintas partes del cuerpo de la figura humana, proporcionándole sensación de movimiento.
David de Donatello.
En este ambiente artístico, Fra Angélico ingresó en 1418 -con 28 años- en el convento dominico de San Doménico de Fiesole, profesando los votos como fraile de la orden en 1425 con el nombre de Fra Giovanni da Fiesole. Fra Angélico fue aprendiz de Lorenzo Mónaco, fraile benedictino de formación pictórica gótica, que le trasmitió un estilo elegante y hierático, formándose posteriormente como pintor en una Florencia, en la que los encargos públicos de escultura y arquitectura solicitados a Brunelleschi, Donatello y Ghiberti, hicieron que se buscaran nuevas fuentes de inspiración y lenguajes artísticos.
En esa Florencia, los grandes artistas intentaban abandonar el estilo gótico de dorados agobiantes, ventanas ojivales y ausencia de perspectiva, buscando la inspiración en la Antigüedad clásica, intentando desarrollar un nuevo lenguaje visual: era el Primer Renacimiento.
Fra Angélico comenzó su carrera artística -por su formación gótica- como iluminador de misales y libros religiosos, con el estilo de su maestro, continuando con las tablas y retablos, aceptando sin reservas el nuevo lenguaje artístico que iba imponiéndose.
Su acierto al pintar los principios de la fe cristiana, fue la razón por la que tras su muerte en Roma en 1455, se le diera el sobrenombre de Angélico; Giorgio Vasari en su libro Vida de los mejores, pintores, escultores y arquitectos se refiere a él como poseedor de un “raro y perfecto talento” , señalando que “nunca levantó el pincel sin decir una oración, ni pintó el crucifijo sin que las lágrimas resbalaran por sus mejillas”.
Mientras Ghiberti trabajaba ya en las puertas del Baptisterio, y Brunelleschi en la cúpula de la Catedral y en los proyectos del hospital de los Inocentes y la iglesia de san Lorenzo, Fra Angélico, comenzaba sus cuadros de la Virgen y el Niño, siempre rodeados de un diferente número de ángeles.
En su convento de Fiesole, pintó el hoy desmembrado retablo del altar mayor, el retablo de la ANUNCIACIÓN -hoy en el museo del Prado-, otro de una Coronación de la Virgen -en el Louvre- y .un tercero de Santo Domingo.
La Anunciación.
Retablo de Santo Domingo.
Algunas de las obras más importantes de sus comienzos, además de LA ANUNCIACIÓN, que veremos al hablar de la exposición del Prado, son la Madonna de la estrella y Cristo en la gloria rodeado de santos y de ángeles –predela de 5 tablas del RETABLO DE SANTO DOMINGO-, en donde aparecen pintadas más de 250 figuras diferentes. También de ese periodo son La coronación de la Virgen y El juicio universal. La madurez de su pintura puede apreciarse en la Madonna dei Linaioli en donde pinta a la Virgen rodeada de doce ángeles tocando instrumentos musicales.
Fra Angélico. Cristo en la gloria rodeado de santos y de ángeles, predela de 5 tablas del RETABLO DE SANTO DOMINGO. 1423-1424. Témpera y pan de oro sobre tabla. National Gallery. Londres.
Fra Angélico. El Juicio Universal o Final. 1425-1430. Tempera sobre tabla. 105 x 210 cm. Museo Nacional de San Marcos (es el convento transformado en museo en 1869). Florencia.
Fra Angélico. Madonna de la Estrella. 1434. Temple sobre tabla. 84 x 51 cm. Convento o Museo de San Marcos. Florencia.
Fra Angélico. Coronación de la Virgen. 1434. Temple sobre tabla. 213 x 211 cm. Museo del Louvre. París.
Fra Angélico. Madonna dei Linaioli. 1433. Temple sobre tabla. Sala dell’Ospizio dei Pellegrini. Convento o Museo de San Marcos. Florencia.
La Madonna dei Linaioli es un tabernáculo en arquitectura de mármol realizada por Lorenzo Ghiberti, denominándose así porque fue un encargo del gremio de los Linaiuoli –trabajadores del lino-. Abierto, presenta una tabla central con una Virgen con Niño en un arco de medio punto decorado con doce ángeles músicos y dos laterales con san Juan Bautista y san Juan Evangelista. Cerrado muestra a los santos Pedro y Marcos.
La Virgen es mostrada con volumen, algo que Fra Angélico había aprendido de Masaccio, y tiene al Niño de pie, vestido con túnica y quizá exageradamente frontal. Los ángeles del arco, son figuras con volumen, marcando magníficos escorzos junto a los instrumentos musicales, con túnicas ricas en matices al utilizar brillantemente luces y sombras.
Los san Juanes (puertas abiertas) son también bastante del estilo de Masaccio, pues a pesar de estar sobre fondo dorado, presentan volumen y son compactos y enérgicos, al igual que los santos Pedro y Pablo (puertas cerradas).
Los san Juanes que pueden verse con las puertas del tabernáculo abiertas en la Madonna dei Linaioli.
Detalle de ángeles de la Madonna dei Linaioli.
En cuanto a la predela inferior, muestra una Epifanía central flanqueada por la Predicación de san Pedro en presencia de san Marcos y el Martirio de san Marcos.
En 1436, los dominicos de Fiesole se trasladaron al convento de San Marcos de Florencia que acababa de ser reconstruido, convertido hoy en museo. Fra Angélico, sirviéndose a veces de ayudantes, pintó numerosos frescos en el claustro, la sala capitular y las entradas a las celdas de los frailes de los corredores superiores. Los más importantes son La crucifixión de la sala capitular, Cristo peregrino en el albergue de peregrinos anexo al convento, y La Transfiguración en la sexta celda del convento de san Marcos.
Convento de san Marcos.
La Crucifixión. de la sala capitular.
La Transfiguración. en la sexta celda.
Cristo Peregrino. en el albergue de peregrinos.
El retablo que hizo para San Marcos en 1439, es una de las primeras representaciones de lo que se ha llamado sacra conversación, apareciendo la Virgen con el Niño acompañada de ángeles y santos que parecen compartir un espacio común. Parecen mantener una postura relajada y cercana en un mismo ambiente y no separados como en el Gótico; realmente y a pesar del nombre, no se vislumbra conversación alguna, sino silencio, y la razón de esta cercanía, es que los santos y ángeles están gozando de la Gloria. A menudo se incluye al que realizaba y pagaba el encargo –comitente– o donante, en una posición de oración y subordinada. Suele la escena ubicarse bajo dosel u obra arquitectónica, cubriendo el trono de la Virgen y el Niño.
Retablo de san Marcos. Sacra conversación.
Durante su estancia en san Marcos pintó más de una Anunciación. En 1445 marchó a Roma llamado por el Papa Eugenio IV para pintar unos frescos en la capilla del Sacramento del Vaticano, hoy desaparecida. En 1447, pintó los frescos de la catedral de Orvieto.
Orvieto.
Catedral de Orvieto.
En el lado derecho del crucero de la catedral de Orvieto se accede a la Capella de San Brizio, que figura entre los testimonios más importantes de la pintura italiana. La particular concepción espacial de la capilla y el ciclo de frescos que la decoran que fueron realizados en parte por Fra Angélico (1447-1449) y acabados por Luca Signorelli (1499-1504), hacen de esta capilla un caso único en el arte italiano. Las cinco escenas de estos frescos resumen lo mollar de la religión cristiana: el Anticristo, el Último Juicio, la Resurrección, el Infierno y el Paraíso.
Frescos de la Capella de san Brizio en la catedral de Orvieto.
Lo último importante que pintó, fueron los frescos realizados en la Capella Nicolina del Palacio Apostólico, representando momentos de las vidas de san Lorenzo y de san Esteban (1447-1449), que probablemente fueran terminadas de pintar por ayudantes sobre los diseños de Fra Angélico.
Capella Nicolina del Palacio Apostólico, representando momentos de las vidas de san Lorenzo y de san Esteban.
Desde 1449 hasta 1452 se retiró a su convento de Fiesole como prior, muriendo en Roma tres años más tarde, en 1455.
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