EL RETRATO EN LA PINTURA HOLANDESA DEL SIGLO XVII: REMBRANDT. Parte 1.
Antes de que el lío del coronavirus cerrara los museos, tuve la fortuna de poder visitar el Thyssen-Bornemisza de Madrid, en donde se celebraba -momentáneamente suspendida- una muestra sobre el retrato holandés en el Barroco, que hoy paso a contar, por si para alguien fuere de interés.
Aunque al llegar el siglo XVII, el retrato estaba consolidado en la tradición artística holandesa, con el correr del siglo se fueron incorporando importantes novedades. Artistas como los hermanos Pieter y Aert Pietersz o Cornelis Ketel, utilizaron el formato de tres cuartos o incluso de cuerpo entero con fondos arquitectónicos, dando a algunos detalles mayor expresividad de la que venían teniendo regularmente dentro de la retratística, como las manos, que tuvieron gran importancia por su expresividad.
Pieter Pietersz. Un Duque Almirante de la Flota.1570-1610. Óleo sobre tabla.118,2 x 88,4 cm. Rijksmuseum. Ámsterdam. Holanda.
De entre los antecesores directos de Rembrandt –el más grande– en la pintura del retrato holandés, destacan, Cornelis van der Voort, Werner van der Valckert, Nicolaes Eliasz. Pickenoy y Thomas de Keyser.
Cornelis Van der Voort aportó novedades al género del retrato, como la mayor naturalidad con la que pintó a sus retratados y que puede apreciarse en sus Regentes de Binnengasthuis de 1617, o en el retrato de Margareta Vos, de hacia 1621.
Cornelis Van der Voort. Regentes de Binnengasthuis. 1617. Óleo sobre lienzo. 197 x 239 cm. Amsterdam Museum. Holanda.
Werner Van den Valckert introdujo la novedad de los retratos de historias, bien equilibrados en su composición, como vemos en su Grupo familiar como alegoría de la Caridad, con un autorretrato -incluido- del artista, de 1623.
Werner Van den Valckert. Retrato de una familia como alegoría de la Caridad, con el autorretrato del pintor y la predicación de san Juan Bautista al fondo. 1623. Óleo sobre tabla. 162 x 125,5 cm. Museum Catharijneconvent. Utrecht. Holanda.
Nicolaes Eliasz. Pickenoy siguiendo la tradición, empleó en sus obras un toque de pincel muy fino para crear el claroscuro que acompañó a los cuidadosos estudios del posado.
Nicolaes Eliasz. Pickenoy. Retrato de una dama. 1640-1645. Óleo sobre tela. 68,5 x 54 cm. Museo de Bellas artes. Buenos Aires. Argentina.
Thomas De Keyser puso de relieve en sus obras, la atención que prestó a las figuras en relación con el espacio y la armonía que existe entre los personajes.
Thomas De Keyser. Retrato de dos mujeres y un niño. 1632. Óleo sobre tabla. 70,2 x 50,2 cm. Museo Thyssen-Bornemisza. Madrid.
En 1606, nació Rembrandt, que fue de los más grandes pintores de la escuela holandesa barroca.
Rembrandt Harmenszoon van Rijn, nació en Leiden (Holanda), noveno hijo de un molinero y la hija de un panadero. De familia económicamente acomodada, recibió su educación básica en latín, asistiendo posteriormente a la Universidad de Leiden, que abandonó poco tiempo después, para dedicarse a su verdadera vocación que era la pintura, asistiendo a la clase de Jacob Swanenburg durante tres años, hasta los 17.
Después se trasladó a Ámsterdam, asistiendo durante menos de un año a la clase de Pieter Lastman su verdadero maestro. Al poco, abrió su propio taller en Leiden en 1624, con su amigo Jan Lievens. Dos años después, ya daba clases de pintura, estableciendo contacto con Constantijn Huygens, político adinerado que le proporcionó contactos y encargos en la corte de La Haya.
Como resultado de estas relaciones, el príncipe Frederik Hendrik estuvo adquiriendo obras de Rembrandt hasta 1646. En 1631, dejó Leiden y se trasladó a Ámsterdam, comenzando a trabajar como retratista profesional. Fue elegido para comercializar su obra por un conocido pintor y marchante, Hendrik van Uylenburg, viviendo en su casa hasta 1634, año en que contrajo matrimonio con Saskia van Uylemburg -prima del marchante-. Enseguida, Rembrandt se convirtió en un miembro de la sociedad local de pintores de Ámsterdam, integrándose en la burguesía de la ciudad. En su escuela tuvo como alumnos a Ferdinand Bol y Govert Flink.
En 1635, el matrimonio Rembrandt, se mudó al elegante barrio de Nieuwe Doelenstraat, volviéndose en 1639 a trasladar al barrio judío, aún más caro. En este barrio tuvo la oportunidad de encontrar rostros y figuras muy apropiadas para las escenas religiosas de sus obras sobre el Antiguo Testamento.
A partir de ese momento, su carrera tuvo un gran impulso al conocer a personas adineradas que le encargaron retratos de forma continuada. Sin embargo, su vida familiar fue bastante desafortunada, ya que tres de sus cuatro hijos murieron al poco de nacer, sobreviviendo sólo el cuarto Titus van Rijn, nacido en 1641, muriendo también en 1642 su mujer Saskia de tuberculosis.
Rembrandt. Saskia van Uylemburg con traje pomposo.1633-1634. Óleo sobre lienzo. 99,5 x 78,8,8 cm. Gemäldegalerie Alte Meister. Kassel. Alemania.
En esta época, en plena juventud, con 26 años, pintó dos obras que han pasado a la historia del arte como impropias de un artista de esa edad:
-El primer retrato de grupo pintado por Rembrandt, que fue un encargo del gremio de cirujanos, de los que Tulp -famoso médico de Ámsterdam-, era un destacado representante: La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp.
El gremio de cirujanos de Ámsterdam, de la que Tulp era el anatomista oficial, permitía una disección pública al año y tenía que ser del cadáver de un criminal ejecutado. Por ello, las clases de anatomía con disección eran actos poco frecuentes que se convirtieron en acontecimientos sociales a los que podían asistir estudiantes, cirujanos o público, a modo de espectáculo.
El cuadro muestra una lección de anatomía impartida por el doctor Nicolaes Tulp, que lleva unas pinzas en la mano derecha, y muestra a los observadores la disección de un brazo, los tendones y los músculos. El cuerpo del muerto, sobre el que se realizan las prácticas, era el de un conocido criminal que había sido ahorcado ese mismo día por robo con violencia.
Rembrandt. La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp. 1632. Óleo sobre lienzo. 169,5 x 216,5 cm. Mauritshuis Museum. La Haya. Holanda.
En esta obra, Rembrandt utiliza los contrastes lumínicos, iluminando unas zonas y dejando otras en penumbra. (Nos acordamos de Caravaggio).
-La segunda gran obra de juventud la realizó al año siguiente: El Descendimiento de la cruz. Es, como su nombre describe, un tema religioso y formó parte de una serie de siete obras sobre la Pasión de Cristo.
El claroscuro se inspira -lo hizo con mucha frecuencia- en Caravaggio y en el naturalismo tenebrista. Utilizó la luz para destacar la figura de Cristo y el sudario blanco que sujetan varios personajes para bajar al Redentor. El resto de la obra está en penumbra, aunque pueden apreciarse siluetas y algunas figuras. La composición es en diagonal y las figuras en escorzo que sugieren movimiento. (También nos podemos acordar de Velázquez).
Rembrandt. El descendimiento de la cruz. 1633. Óleo sobre lienzo. 89,5 x 65 cm. Alte Pinaktek. Munich. Alemania.
Durante la enfermedad de su mujer Saskia, contrató a Geertje Dircx para cuidar a su hijo Titus, siendo ésta probablemente también -además de niñera- amante de Rembrandt, relación que terminó en los tribunales por denuncia de Geertje.
En 1648, Rembrandt comenzó una nueva relación con la joven Hendrickje Stoffelsdochter Jaegher, a quien había contratado para el servicio doméstico y que fue su modelo para algunos trabajos. En 1654 y de esta relación, nació Cornelia, lo cual le trajo grandes problemas a la pareja con la Iglesia Reformada. La mujer, reconoció públicamente el concubinato y maternidad, y por pertenecer a esa Iglesia, fue excomulgada, no queriendo casarse el artista para no perder la herencia de Saskia.
Los primeros retratos de Rembrandt reflejan el hacer de sus precursores en el oficio, como Werner van den Valckert, del que utilizó algunos recursos a los que además añadió otros suyos, como el movimiento que infunde a sus modelos. En estas primeras representaciones en Ámsterdam, Rembrandt logró una gran coherencia compositiva que le produjo un notable éxito. Estas novedades, como el giro de la cabeza del personaje y el cese de su actividad, se advierten en obras como El retrato de un hombre en un escritorio, de 1631, o en la suave torsión del cuerpo del Joven caballero de hacia 1633-1634.
Rembrandt. Retrato de un hombre en un escritorio.1631. Óleo sobre lienzo. 104,4 x 91,8 cm. Museo del Ermitage. San Petersburgo. Rusia.
Rembrandt. Retrato de joven caballero.1633-1634. Óleo sobre lienzo. 94,5 x 73,5 cm. Colección particular.
Música:The Best of Baroque Music for Halidon official music store.
To be continued in part 2.
Tweet
Deja una respuesta