Despedida de mi querido amigo Carlos Manuel Pérez Vázquez
Querido amigo Carlos Manuel
Me hubiera gustado despedirme personalmente, pero con las cosas que están sucediendo no ha sido posible. Al no poderlo hacer en persona, lo haré por aquí. Me complacería escribir bien para poder hacerlo como te mereces, pero esto es lo que hay…
Hasta ahora, nunca utilicé para llamarte tu nombre compuesto, que a ti tanto te gustaba, porque yo soy de nombres cortos, pero hoy lo hago, para que veas que tu recuerdo me hace salvar mi hocicamiento -me estoy amariconando-.
Tuve la fortuna de recibirte en la compañía de paracaidistas que yo mandaba -la 1ª de la I Bandera- hace más o menos 40 años, y luego, ya en mi última época de capitán, en la compañía de Plegados del Grupo de Lanzamiento de la BRIPAC.
Después, los avatares profesionales de la vida nos separaron, pero seguí teniendo la suerte de poder considerarme tu amigo, ya que es certeza, que, en la milicia de las buenas gentes, los amigos que no se han visto ni relacionado durante largos períodos de tiempo por vicisitudes profesionales, siguen siéndolo siempre.
Te hicieron -eso fue azar o genes, no te vayas arriba…-, honesto, honrado y leal con los de arriba, con los de abajo y con los de en medio, estando siempre alegre, bienhumorado, empeñado en el trabajo, siempre generoso, pero, y sobre todo, fuiste buena gente y muy buen profesional. De lejos, muy aceptable, y de cerca, comestible. También tuviste la suerte -quizá ahí pusiste algo de tu parte- de unirte a una admirable Mercedes, con la que hiciste un magnífico equipo y pasaste una buena vida, teniendo dos hijos estupendos.
Tras tu paso por las Banderas, Grupo de Lanzamiento y PRPs, y por una serendipia, descubriste tu parte geek, convirtiéndote en un polímata -además de tus especialidades ya logradas y bien manejadas, ahora sagaz informático- disfrutando hasta ayer, de tu imaginación y técnica, aplicándola a lo que tanto amaste, las F.F.A.A.
Jugábamos al pádel -tienes que mejorar y bregar más- y corríamos juntos hasta hace poco, cantábamos con dos guitarras, intentando voces, y de tanto en cuanto, nos juntábamos para ver jugar a nuestro querido Madrid en las champions de los últimos años, pero ya en esta última época, sólo hemos podido disfrutar de alguna escasa cerveza y ese queso que tanto te gustaba. A partir de ahora lo tomaré con tu recuerdo.
Te pido disculpas por lo que te dije hace unos días, desayunando con Mercedes, “te estás volviendo algo refunfuñón…y me extraña porque nunca lo has sido…” os comenté para intentar dar normalidad a la conversación, aunque ya estabas que no podías con tu alma… y me contestaste con la mirada sin emitir palabra…si yo te contara…
En fin, querido Carlos Manuel, te deseo buen viaje, esperando poder saludarte no sé en dónde, y poder detener antes de que te encuentre la pena de mi alma que se derrama por tu pérdida, porque fuiste alguien a quien realmente quise.
Hasta siempre Charly y ¡buen salto!
Jose Amaro
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Lo mismo digo mi Capitán, buen jefe de la SADAI, buena persona, buen vecino, buen, buen, buen…… Mi teniente, siempre en pasado, porque el presente ya lo tienes demostrado. Gracias Carlos, Carlos Manuel. Cabo l Montiel SADAIII.
Palabras en un día sin duda duro para muchos, Su familia, su otra familia nosotros, sus hermanos de armas, Que importante es recordar esa última cerveza ese último halo de recuerdo ya en su ausencia. Siempre en mi corazón Carlos. La muerte no es Final del Camino….. Esperanos en esas marismas Azules………
Ahora que parece resuelto el “problema” de poder añadir comentarios; quisiera, mi Capitan, y con su permiso, añadir algo mas a su cariñosa carta de despedida que nos ha publicado en su blog de Carlos Manuel.
Añado, que la memoria de mi Teniente de la SADA I, como personas que se beneficiaron de su mando y de su amistad y como subordinado suyo que fui, y de ambos en la misma Compañía ….y con el respeto que tuve hacia él…que fue esa enseñanza continuada que tuvo y que ejerció para con todos, sin que nos diéramos cuenta, y en esa forma de vivir la Honestidad, Lealtad y Honradez y como Usted dice de él : “Para con los de arriba, los de abajo y con los de en medio”… esas virtudes militares tan bien ejercidas y siempre sonriente para con todos…y ese ejemplo nos acompaña en la continuidad de la vida que nos queda.
La gran persona que fue Carlos y que nos enseño a SER mas que parecer, dando importancia a cumplir sin hacer ruido y siendo eficaces.
Y encima siendo FELIZ como lo demostró hasta el final “A pesar de todo” ( lema de la Unidad Base Paracaidista bien elegido, y que sirve incluso para este desenlace tan amargo de su vida)
En él tenemos un ejemplo a seguir y ese es su Legado.
Luego el Señor Dios y Jefe nuestro nos juzgara cómo lo hicimos.
Tremendo su elogio mi Capitan, reconfortante y esperanzador. Carlos Manuel ya Descansa en Paz, y cuidara de su familia como de los que le quisieron como un amigo.
Bonito Fernando. Gracias.
Gran persona, gran amigo, gran padre y marido…
Excelente profesional , y mejor como persona.