Calendarios. Los de la Antigua Roma y el Juliano. Parte 3.
CALENDARIOS EN LA ANTIGUA ROMA
Antes de entrar en los calendarios de la Antigua Roma y del imperio romano, podría ser de interés hacer una corta referencia a como se contaban los años en las civilizaciones precristianas, antes de referirlos a Cristo e incluso en la era cristiana hasta el siglo VI. Cada sociedad antigua tenía su propio sistema para calcular y contar los años.
El monje de origen sirio Dionisio el Exiguo (por pequeño) -siglo VI-, patrocinado e impulsado por el papa Juan I, es conocido como el que determinó la referencia -en el año 525 d.C.- al nacimiento de Cristo como sistema para numerar los años a partir del año 1 -el 0 no existió como número hasta el siglo XI, gracias a los musulmanes- aunque erró entre 6 y 8 años en la datación de esa efeméride. Introdujo pues el concepto anno domini –A.D.- o Era cristiana como sistema para numerar los años, sustituyendo a la Era diocleciana, que había tomado su nombre del emperador Diocleciano -el más cruel en las persecuciones cristianas-, Era, que comenzó en el primer año de su reinado -284 d.C.- que fue numerado con el año 1. También Dionisio el Exiguo estableció las tablas de la Pascua. La numeración A.D. no se llevó a cabo en Occidente hasta el siglo VIII y en Oriente hasta el XVI.
Dionisio el Exiguo.
En el mundo antiguo se utilizaron generalmente tres sistemas para la nominación de los años:
El referido a fechas históricas, como los calendarios romanos que partían desde la supuesta fecha de la fundación de Roma, la cual hoy ubicaríamos en el año 753 a.C., o los griegos, que asignaban los años numerando la consecución de sus olimpiadas, las cuales pudieron comenzar en el año 776 a.C.
Otra forma de contar los años fue a partir del inicio de cada reinado: Babilonia, Roma o Egipto utilizaron este sistema. El primer año del gobierno de un rey o faraón se denominaba año 1 y al llegar un nuevo emperador, comenzaba el conteo nuevamente.
Por último, también se utilizaron fechas religiosas, como hacemos nosotros con nuestro calendario actual. Los musulmanes usaron la Hégira, cuando Mahoma marchó de la Meca a Medina en el 622 de nuestra era para escapar de la persecución religiosa. Entonces iniciaron los musulmanes su calendario. En Tailandia, los años se numeran a partir de la fecha de la muerte de Siddhartha Gautama, Buda, fecha imprecisa, manteniendo en la actualidad esta manera de contabilizar los años.
El calendario inicial de la civilización romana, denominado año de Rómulo -primer rey de Roma-, comenzó a utilizarse tres años después de la fundación de Roma -753 a.C.-, en el año 3 ab Urbe condita -750 a.C.-.
El inicio del año en este calendario era marzo y estaba dividido en 10 meses, llegando hasta diciembre. Los meses del calendario fueron denominados Martius, Aprilis, Maius, Junius, Quinctilis, Sextilis, September, October, November y December, siendo la duración de los meses de treinta y un días para cuatro de ellos –Martius, Maius, Quinctilis, y October– y treinta días para los demás –Aprilis, Junius, Sextilis, September, November, December-, lo que hacía que los años tuvieran 304 días.
Calendario de Rómulo.
Cincuenta años más tarde -700 a.C.- se instituyó el año de Numa, con doce meses y 355 días. Este calendario fue creado por el segundo rey de Roma Numa Pompilius Censorino, que añadió cincuenta y un días al año de Rómulo, quitando un día a cada uno de los meses de 30 días –Aprilis, Junius, Sextilis, September, November, December-, y añadiendo dos meses nuevos Januarius de 29 días y Februarius de 28. A pesar de sumar 51 días al anterior sistema de Rómulo, el año quedaba corto casi once días respecto al año solar, por lo que Numa Pompilius optó por añadir 22 o 23 días cada dos años -22 en el segundo año y 23 días en el cuarto, 22 días en el sexto año, 23 días en el octavo año y así sucesivamente-. Estos meses que se intercalaban eran llamados Mercedonios o Intercalares.
Numa Pompilio.
El año de Numa quedó por tanto de la siguiente manera: Martius 31, Aprilis 29, Maius 31, Junius 29, Quinctilis 31, Sextilis 29, September 29, October 31, November 29, December 29, Januarius 29 días y Februarius 28.
El día estaba dividido en 24 horas, 12 diurnas y 12 nocturnas, dirigidas por el Sol. El tiempo era medido por soláriums -relojes de sol-, y por lepsydracs -relojes de agua-, del mismo sistema que los de arena.
Reloj de sol en la Antigua Roma.
LEPSYDRA.
Los meses habían sido bautizados de la siguiente manera:
Martius en honor a Marte, padre de los fundadores de Roma, Rómulo y Remo.
Aprilis posiblemente consagrado a Venus, Apru en etrusco.
Maius dedicado a la diosa Maya, o para venerar a los antepasados, los Maiores.
Junius consagrado a Juno, diosa del matrimonio y la fertilidad, que, junto a Júpiter y Minerva, formaban la Tríada Capitolina.
Quintilis así denominado por ser el quinto mes. A la muerte de Julio César sería bautizado Julius en su honor, por ser el mes en que nació el epatante y occiso dictador.
Sextilis por el numeral mes sexto. Por el mismo motivo que con Julio César, posteriormente fue denominado Augustus en honor a su sobrino prohijado y primer emperador Octavio Augusto.
September por el numeral mes séptimo.
October -mes octavo-, November -mes noveno-, December -mes décimo-.
Los dos meses añadidos por Numa Pompilio fueron denominados:
Januarius en honor a Jano. Jano era el dios romano protector del Estado. Jano Bifronte -Jano de dos caras-, que podía vigilar hacia adelante y hacia atrás, viendo pasado y futuro.
JANO.
Februarius dedicado a Februo -más conocido por el nombre de Plutón-, dios de las ceremonias de purificación que se llevaban a cabo en ese mes.
CALENDARIO JULIANO
Cuando Julio César viajó a Egipto se sorprendió de la simplicidad del calendario egipcio; el año estaba dividido en doce meses de 30 días, y al final se añadían otros cinco epagómenos para que el año tuviera en total 365 días. El calendario romano, en cambio, era mucho más complicado. Tenía también doce meses, unos de 29 días y otros de 31, excepto el último, febrero, que tenía 28. El número total de días era de 355 y, para adecuarlo a las estaciones, el Pontifex Maximus añadía 22 días cada dos años y 23 cada cuatro, que se agrupaban con los cinco últimos días de febrero -este mes era el último del año- para formar un mes adicional de 27 días al final del año, llamado mercedonio (dejando a febrero con sólo 22 días). César estaba familiarizado con el sistema porque había sido Pontifex Maximus, e intuía que el sistema tenía algún error.
Julio César.
César trató el asunto con el astrónomo alejandrino Sosígenes, que le explicó que la causa de los desajustes del calendario romano -al margen de las cuestiones políticas de los pontífices que alargaban o acortaban años-, se debía a que el ciclo estacional no tenía 355 días sino 365 días y un cuarto. Por ello era necesario insertar un día más cada cuatro años además de establecer un año civil de 365 días para que coincidiera con el año trópico o solar. La pérdida acumulada durante siglos había trasladado las estaciones de sus fechas solares. Aun siendo esto así, Sosígenes nunca consiguió que los sacerdotes egipcios aceptaran incorporar esta corrección de ¼ de día a su calendario.
César encargó a Sosígenes que diseñara un calendario para Roma que tuviera todo esto en cuenta, teniendo la sencillez del calendario egipcio y respetando en lo posible las tradiciones romanas. De este modo, César volvió a Roma con un proyecto de reforma del calendario que llevaría en seguida a la práctica.
En el año 46 a.C., Julio César nombrado cónsul junto a Marco Emilio Lépido, añadió diez días al año de Numa Pompilio de 355 días, y para corregir los desajustes que se habían producido -desfase de tres meses respecto al calendario solar-, hizo que el año 46 a.C. tuviera 445 días. En su tercer consulado, Julio César insertó entre noviembre y diciembre, 67 días, y en el mes de febrero añadió 23 días, resultando un año de 445 días. A partir de ahí -46 a.C.- los años tendrían 365 días. Los 10 días añadidos al año Numa -de 355 a 365- se distribuyeron entre los siete meses que tenían 29 días Januarius, Aprilis, Junius, Sextilis, September, November y December a razón de 1 a cada mes, recibiendo Januarius, Februaris, September y november 1 adicional, restando 1 a october.
Además, siguiendo los estudios de Sosígenes, ajustó más el año solar al calendario, añadiendo 1 día más cada 4 años, decidiendo dejar los años en 365 días y cada 4 añadir 1. Ese día lo señalaron para el 24 de februarius –último día del año-.
Los romanos, para denominar la fecha de un día, contaban los días que faltaban para llegar a una fecha especial ya determinada, refiriéndose para ello a uno de los 3 días establecidos en cada mes que eran: las kalendas -los primeros días de cada mes-, las nonas -de 9-, 9 días antes de los idus que es cuando ocurría el cuarto creciente de la luna, y los idus, que eran los días 13 o 15 de cada mes, según éstos fueran de 30 o 31 días, correspondiendo al plenilunio o luna llena.
En latín, un día determinado se expresaba refiriéndolo a una de las tres fechas señaladas. El 22 de junio, podía ser señalado, por ejemplo, como faltan 9 días para las kalendas de julio –ante diem novem kalendas julius-.
Por tanto, al intercalar el día de ajuste cada 4 años el 24 de febrero -donde antiguamente, cada dos años, se intercalaba el mes extra- habría dos días 24 -el añadido bis– era denominado como ante diem bis sextum kalendas martias, o, hoy es el día bis sexto antes del primero de marzo, y de ese bis sextum, derivó la palabra bisiesto que usamos en el lenguaje actual para nominar al año cada cuatro.
Como se ha dicho, el primer mes del año era marzo. Esta costumbre se estableció al considerar el principio del año el solsticio de primavera -21 de marzo-, aunque pronto fue traslada al comienzo de Martius, momento en que los cónsules tomaban posesión de sus cargos.
César se dio cuenta de que necesitaban nombrar a los cónsules con tiempo suficiente para que estuvieran a principios de primavera listos para iniciar las campañas bélicas, que comenzaban al acabar el invierno. Esto hizo que se adelantaran los nombramientos dos meses, con lo que el principio del año quedó establecido en enero, mes por otra parte, dedicado a Jano, dios relacionado con los principios y finales de las cosas.
Desde la constitución de Roma, hubo un sistema para la numeración de los años, ab Urbe condita –desde la fundación de la ciudad-. Tras la proclamación de la república -tras los siete reyes romanos- se siguieron dos sistemas además del mencionado, el que refería a post reges exactos –expulsión de los reyes en el 509 a.C.- y el de la nominación de los dos cónsules de ese año, nombres que se fijaban en el templo de Júpiter en el Capitolio.
Así pues, el año 46 a.C. podría nombrarse como:
-Julius Caesar, Marcum Emilio Lepido, consulibus.
-DCCVII ab Urbe condita.
-CDLXIII post reyes exactos.
Para engrandecer su recuerdo, a la muerte de Julio César se cambió el nombre de Quintilis por Julius. Lo mismo ocurrió con su hijo/sobrino, el primer emperador romano, Octavio César Augusto, siendo cambiado de nombre Sixtilis por Augustus.
Música del antiguo imperio romano.
To be continued in part 4 and last.
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