La leyenda de los 47 rönin. Parte 1.

Japón es el undécimo país con más población del mundo y también uno de los que tienen mayor densidad de población. Concentra la mayor parte de sus habitantes, más de126 millones, en las llanuras costeras, siendo su interior muy abrupto y poco poblado. En el área metropolitana de su capital Tokio, viven más de 37 millones de personas.

Japón tiene 377.915 km2 distribuidos en 6.852 islas que se pueden agrupar en tres archipiélagos o grupos: Ryukyu, Izu y Ogasawara. Las cuatro islas principales de norte a sur son: Hokkaidó, Honshu, Shikoku y Kyushu.

 

Entre los siglos IV y IX, los diferentes reinos existentes en Japón se fueron unificando bajo la dirección de un emperador y su corte imperial.  El primer monarca reconocido por los historiadores fue el emperador Ojin durante el siglo IV tardío o el comienzo del siglo V. Hay diferentes opiniones sobre la descendencia de sangre de los sucesores de Ojin, pero hay unanimidad en la de los sucesores del emperador Kimmei en el siglo V tardío, señalando que su dinastía ha continuado durante más de 1.700 años.

El emperador y su corte se establecieron en Heian-kyō -actual Kioto– a finales del siglo VIII, que fue hasta el final de los tres shogunatos -1868-, a excepción de unos meses en 1180, la residencia del emperador y su corte, y la capital del Estado.

Desde del siglo XII, el poder político le fue arrebatado al emperador por dictadores militares –shögunes– y señores feudales dependientes de ellos -los daimyö-, sustentados por los samuráis -derivado de saburai, aquellos que sirven; primero defensores de monjes, luego monjes soldados y finalmente guerreros de un señor al que debían su vida- una clase de nobleza guerrera, que no hay que confundir con los bushi -guerreros por  vocación, con sentimientos independientes, sin obligación de servir a nadie en concreto-.

El shōgun -comandante supremo del ejército-, abreviación de Seii Taishōgun -gran general apaciguador de los bárbaros- era un título concedido por el emperador desde 780, y hasta 1192 fue un nombramiento temporal para liderar el ejército  contra los emishi  -habitantes del noreste de la isla de Honshü -la mayor isla del archipiélago-, ya que algunas tribus de esta región se oponían con fuerza al gobierno de emperador único, desde finales del período Nara -710 a 794- hasta los comienzos del Heian -794 a 1185-, aproximadamente, entre 780 y 820.

Poco a poco, los shögunes fueron acumulando el poder político, llegando a convertirse en el siglo XII en los auténticos gobernantes del país, y aunque nominalmente el emperador fuera la legítima máxima autoridad, a partir de entonces, se vio obligado a ceder el poder al shögun para que gobernara en su nombre, delegando en él toda la autoridad civil, militar, diplomática y judicial.

Durante esa época, en occidente y China, el shōgun era considerado rey de Japón, ignorando la existencia de la legítima estructura de autoridad del emperador. En realidad, el shōgun era un dictador militar o generalísimo plenipotenciario.

Sakanoue Tamuramaro, shögun.

Cada período de gobiernos con shōgunes pertenecientes a una misma dinastía se denominó shögunato. En la historia de Japón ha habido tres shögunatos.  El primero fue el establecido en 1192 por Minamoto no Yoritomo, y el período gobernado por su dinastía fue conocido como shögunato Kamakura, siéndoles arrebatado el poder por otro clan –Höjö– que se autodenominaron regentes, poniendo al frente del gobierno a títeres jóvenes que eran desechados al cumplir veinte años. Este período que tuvo lugar entre el primer y segundo shögunatos no se considera como tal.

El segundo shögunato que comenzó en 1338 es conocido por Ashikaga, nombre del fundador Ashikaga Takauji. Durante este shögunato gobernaron 15 miembros de la dinastía hasta 1573, en el que el último shögun fue derrotado. A partir de ahí, se estableció el tercer shögunato, Tokugawa fue instaurado oficialmente por Tokugawa Ieyasu en 1603, gobernando su familia hasta 1868, fecha en la que el emperador Meiji recuperó el papel debido en la política del país, y la figura del shōgun fue abolida.

El  Kinkakuji o «Pabellón dorado» en la ciudad de  Kioto  fue construido por el  shögun Ashikaga Yoshimitsu en 1397, del segundo shogunato.

El poder central del shögunato se ejercía desde la ciudad de EDO -Tokio-, mientras que el emperador y su corte estaban en Kioto. Este período de dominio del shogunato Tokugawa fue conocido como período EDO o período Tokugawa.

El período Edo se caracterizó por ser pacífico, y por la decisión de mantener cerradas todas las fronteras con el exterior. El aislamiento terminó en 1853, cuando el comodoro de la Armada norteamericana Matthew Perry obligó al shögun a firmar una serie de tratados comerciales con las potencias extranjeras, lo que causó malestar entre algunos samuráis independientes del shögun, quienes pidieron al emperador que retomara el protagonismo que por su sangre merecía.

En 1852, el comodoro Matthew Perry, fue puesto al mando de una flota de guerra, cuyo objetivo era conseguir la apertura de los puertos japoneses al comercio con los E.E.U.U., usando la fuerza si fuere necesaria.  Perry llegó a Uraga el 8 de julio de 1853, tras negarse a ir a Nagasaki, que era el puerto establecido por los japoneses para el contacto con los extranjeros, y tras amenazar con dirigirse a Edo -la capital del shögunato- y quemarla si fuera preciso, le fue permitido desembarcar en Kurihama el 14 de julio, y entregar una carta con las demandas norteamericanas.

Tras la secular política de aislamiento japonés, las demandas estadounidenses causaron gran controversia en el shögunato, en la corte imperial -proclive al aislamiento los que rodeaban al emperador, aunque no él-, y en los daimios -señores feudales- que querían la guerra. El shögun Tokugawa Leyoshi murió días después y fue sucedido por su joven, inexperto y enfermizo hijo, por lo que la administración efectiva quedó en manos del Consejo de Ancianos, dirigido por Abe Masahiro.

Abe Masahiro.

Masahiro consideró que era imposible resistir las demandas norteamericanas por la fuerza, pero en esta ocasión, rompió el principio de autoridad absoluta del shögunato, y sometió la decisión a una inusitada votación, en un intento de justificar su decisión. Se pidió la opinión de todos los daimyō, dando imagen de debilidad e indecisión. Los resultados de la encuesta estuvieron igualados y no ayudaron a tomar la decisión.

Perry regresó a Japón en febrero de 1854 con una flota de ocho buques de guerra, exigiendo la firma de un tratado. Los japoneses aceptaron casi todas las demandas de Perry en el Tratado de Kanagawa, con la excepción del acuerdo comercial, siendo aceptada la demora en este punto, pero obligando a abrir 3 puertos japoneses: Nagasaki, Shimoda y Hakodate, que permitirían la pesca a los barcos balleneros estadounidenses, garantizando un buen trato a sus tripulaciones y permitiendo que un cónsul de los Estados Unidos residiera en Shimoda, lugar cercano a los puertos. A los pocos meses los representantes del shögunato firmaron acuerdos similares con Rusia, Gran Bretaña y Holanda.

En 1854, Abe Masahiro trató de fortalecer al régimen del joven shögun, comprando barcos de guerra y armamento a los Países Bajos, construyendo defensas portuarias, y fundando el Centro de entrenamiento naval Nagasaki con instructores holandeses, y  una escuela militar en Edo.

Esta apertura hacia el exterior, aunque beneficiara también a Japón, despertó la ira de un sector de los samuráis que la veía como una invitación a la entrada de los bárbaros.

Surgió así el movimiento de los shishi -hombres de los altos ideales- cuyo nacionalismo se sustentaba sobre el principio de sonno -adoración y reverencia al emperador- y joi -impedir la entrada de las costumbres bárbaras-. El líder más importante de este movimiento fue Yoshida Shoin, populista que exhibió permanentemente la tesis de que el shögun era desleal al emperador, incapaz ni de servirle, ni de impedir la llegada de la barbarie occidental.

Shoin abrió una escuela en donde enseñó a otros su doctrina. Lo que estaba haciendo el shögun provocaría la cólera de los dioses y de los hombres admitiendo que era legítimo destruir y matar al que permitiera el no reverenciar al emperador y la llegada de los bárbaros, respetando los principios básicos de la justicia. De ese centro saldrían los futuros constructores del Japón de la Era Meiji.

El emperador Kömei Tennö abdicó en su hijo Mutsuhito Mennö en febrero de 1868, siendo bautizado el nuevo emperador con el nombre de MEIJI -culto a la regla- por la historia, comenzando desde entonces en Japón la ERA MEIJI.

Emperador Mutsuhito Mennö.

La justicia nacionalista de Shoin alargó su sombra, concibiendo un plan para derribar al shögun, que se vio frustrado, concluyendo con la pérdida de su cabeza.

En noviembre de 1866, el emperador impulsó a parte del pueblo a rebelarse contra la autoridad del shögun, concediendo a las provincias de Satsuma y Choshu el derecho a derribarle.

Al año siguiente, el último shögún Keiti, decidió entregar el poder formalmente al nuevo emperador Mutsuhito. Sin embargo, el aparato del shögunato se negó a aceptar esta decisión. Cuando el 3 de enero de 1868, el emperador declaró que asumía todo el poder, uno de los hombres importantes del clan Tokugawa, Tokugawa Yoshinobu, afirmó que esa decisión era ilegal y atacó Kioto, capital del país y sede del emperador. Comenzaba así la guerra Boshin que duraría los años 1868 y 1869. A pesar de que las tropas de los Tokugawa triplicaban a los leales al emperador, fueron derrotadas en Toba y obligadas a retirarse a Edo . El samurái Saigo Takamori se convirtió en el líder de las fuerzas imperiales.

Saigö Takamori con uniforme de Mando supremo del Ejército imperial.

Estatua de Saigō Takamori en el Parque de Ueno, Tokio.

Música: Sakura “Cherry Blossoms”;Traditional Music of Japan, Classical Koto Music.

To be continued in part 2.