La volta do mar y la doble volta. Parte 4.

Los portugueses habían ido aprendiendo, con aciertos y fracasos, el régimen de vientos y corrientes que se debían utilizar para la navegación a vela por las costas africanas, familiarizándose con el régimen de los vientos alisios y contralisios. Hasta ese momento, se navegaba a bolina, es decir en contra de viento, buscando el ángulo menor posible, por lo que la navegación era lenta y penosa, sobre todo en el viaje de regreso. El descubrimiento de la volta y la doble volta fue el gran hallazgo de los marinos portugueses.

Era relativamente fácil navegar de bajura hacia el sur, hasta Cabo Bojador, pero era muy difícil hacerlo desde allí hacia el norte, especialmente si se había doblado dicho cabo. Los portugueses descubrieron que al norte del Ecuador los vientos giraban en una especie de círculo este-oeste-este, en el sentido de las agujas del reloj, y que, internándose hacia el oeste en el Atlántico, hacia el Mar de los Sargazos, a la altura de Lisboa, los vientos volvían a soplar hacia el este, lo que les permitía regresar de nuevo hacia la costa portuguesa, siempre con viento de popa o de estribor. Los portugueses descubrieron que el régimen de vientos era constante a lo largo de nueve meses al año en la franja costera que va desde Oporto, en el norte hasta las costas del Sahara en el sur, por lo que los viajes de ida o vuelta, debían hacerse adaptándose a este régimen de vientos; se había descubierto el método que utilizarían los barcos en sus travesías atlánticas, hasta la invención del vapor.

Bartolomé Díaz, intuyó que, al sur del Ecuador, los vientos giraban en sentido inverso, por lo que se internó en el Atlántico llegando casi a Brasil, virando desde allí hacia el sureste para rebasar el Cabo de las Tormentas muy al sur de la costa africana. La combinación de los dos sistemas, era la doble volta, un gran ocho que se realizaba en pleno Atlántico.

Mapa de corrientes y vientos en el Océano Atlántico. Se muestra la ruta de la Volta do Mar y la Doble Volta.

La volta do mar, descubierta y popularizada por los portugueses y también usada después por los castellanos, supuso la posibilidad de lograr los grandes objetivos de la exploración marítima y de los descubrimientos a partir de finales del siglo XV.

Los castellanos la usaron para cruzar el Atlántico hacia el Nuevo Mundo y más tarde, también, para cruzar el Pacífico de Manila a Acapulco.

El descubrimiento de América por Cristóbal Colón sorprendió a los portugueses, y fue fruto del empuje del futuro almirante, del desarrollo técnico, y de la información que sobre el régimen de vientos y de la volta, había ido adquiriendo Colón de los portugueses.

Colón había nacido en 1451, en Génova, y desde sus años de juventud su vida estuvo ligada al mar. A los 25 años en Portugal, realizó un viaje a la factoría de La Mina, dedicándose a partir de ese momento a obtener información sobre el régimen de vientos, madurando el loco proyecto de viajar a Catay -denominación de Marco Polo a la región asiática que comprendía los territorios situados entre las cuencas de los ríos Yantsé y Amarillo, en la actualidad, parte de China- por occidente, a través del mar, dada la esfericidad de la Tierra.

Colón pensaba que, tal como había indicado Marco Polo erradamente, la distancia entre China y Japón era de 1.500 millas. A este error, habría que añadir otro mayor, y era que Colón atribuyó a cada grado de Ecuador una longitud de 45 millas, cuando en realidad son 69 millas. El error acumulado llevó a reducir a 2.400 millas la distancia marítima real entre Canarias y Japón, que en realidad es de 10.600 millas.

De esta manera, Cipango -Japón-, estaría ubicado poco más allá del Mar de los Sargazos según este cálculo. Convencido de estas suposiciones, presentó su proyecto en 1484 a Juan II de Portugal, hijo de Alfonso V -el que mantuvo la guerra civil en Castilla por la sucesión de Enrique IV de Castilla, que terminó con la victoria de Isabel la Católica y la paz de Alcaçovas en 1479- y, de nuevo en 1488, siendo el proyecto rechazado por razones técnicas, dado que una nave no podría cargar suficientes alimentos y agua para cubrir las 10.600 millas, que la comisión portuguesa que lo estudió, de manera certera, calculó que tendrían que recorrer hasta Cipango y por razones políticas, ya que Portugal estaba a punto de doblar el Cabo de las Tormentas, y sería echar por la borda todo el esfuerzo, que tantos hombres, tiempo y dinero había costado.

Inasequible al desaliento. Colón ofreció su proyecto a Francia e Inglaterra que, en aquellos momentos, carecían de medios y elementos para, ni tan siquiera, poder evaluar el proyecto. Entre las dos propuestas a Portugal, murió su mujer, viajando Colón a Andalucía en 1485, en donde, a través de los franciscanos de La Rábida -que vieron en la aventura del genovés la posibilidad de evangelizar nuevos pueblos-, conoció al duque de Medinaceli, un valedor del proyecto, que se ofreció incluso a correr con los gastos de la empresa.

La primera entrevista con los futuros Reyes Católicos, ocupados en la guerra de Granada, tuvo lugar en 1486. El rey Fernando no era partidario de la empresa, pero la insistencia de la reina Isabel hizo que se nombrara una comisión de expertos para su estudio. El regreso a Portugal de Bartolomé Díaz a finales de 1488, con la noticia del hallazgo del paso hacía Asia, y los informes desfavorables de la comisión portuguesa, frenaron el proyecto. Colón ofreció nuevamente su proyecto a Francia e Inglaterra con un nuevo rechazo por incapacidad.

A finales de 1491 Colón volvió a insistir ante la reina Isabel, que cada vez se mostraba más dispuesta a aceptar el proyecto. En marzo de 1492, se produjo la ruptura de las conversaciones por las exageradas exigencias del genovés, que ante la incertidumbre y el coste del proyecto eran difíciles de aceptar, ausentándose éste del campamento de Santa Fe.

La posterior llamada de la reina, tras la capitulación de Granada -2 de enero de 1492- hizo que, finalmente se acordaran las Capitulaciones de Santa Fe -abril de 1492-, por las que se reconocía a Colón el título de Virrey, Gobernador General y Almirante, y el 10 % de las riquezas de todo tipo que se generaran en las tierras que se descubrieran, para él y sus sucesores. Lo concedido tan generosamente a Colón, fue probablemente consecuencia del momento de euforia vivido por la toma de Granada. (nota para un amigo).

Lo desmedido de lo acordado, necesitó para su corrección numerosos pleitos, que duraron más de 55 años entre la Corona y los descendientes de Colón para que las cosas volvieran a cauces racionales.

Los preparativos duraron tres meses, siendo definitivas las intervenciones de los hermanos Pinzón y los Niño para formar y reclutar las tripulaciones y abastecer los navíos: las carabelas Pinta y Niña, de unas setenta toneladas, y la nao Santa María, de unas cien toneladas, que sería la nave capitana, constituirían la flota.

Primer viaje de Colón.

A bordo de todas ellas iban ochenta y siete personas. El 3 de agosto de 1492 zarparon de Palos y, tras una escala en Canarias que se manifestaría como punto ideal de partida para los viajes trasatlánticos, el 9 de septiembre comenzó la gran aventura que concluiría el 12 de octubre, con la llegada a la isla caribeña de Guanahaní -San Salvador-.

El itinerario trazado en este primer viaje, corregido, en parte en el segundo, tanto el de ida como el de vuelta, marcaron el camino que seguirían las flotas españolas durante más de trescientos años: la tenacidad y los errores de Colón hicieron posible el descubrimiento de un Nuevo Mundo.

El descubrimiento de la técnica de la volta do mar fue crucial para el retorno de Colón y de todos los navegantes en los viajes de futuros descubrimientos: Colón nunca hubiera regresado de América sin utilizar la volta do mar navegando a vela hacia el norte desde el Caribe a través de las latitudes del caballo * para coger los dominantes vientos del oeste de las latitudes medias.

*Las Latitudes del caballoAlta subtropical son zonas de altas presiones atmosféricas subtropicales situadas a los dos lados del ecuador (aproximadamente de 30º a 38º Norte y Sur). Esta región está bajo una cresta de alta presión llamada Alta subtropical.  Es una zona que recibe pocas lluvias y tiene vientos variables mezclados con calmas.

Guanahaní  -San Salvador- estaba situada en el archipiélago de las Bahamas y allí tomaron posesión de las tierras en nombre de Isabel y Fernando -Reyes Católicos en bula del Papa Alejandro VI Borgia en 1496-. El 28 de octubre llegaron a la Isla de Cuba -bautizada Juana inicialmente- y el 21 de noviembre se apartó de la flota Martín Alonso Pinzón. El día 6 de diciembre arribaron a la Isla de la Española -hoy República Dominicana y Haiti-.

La Santa María encalló el 24 de noviembre construyendo con sus restos el Fuerte de Navidad. Tras dejar a 39 españoles en esta fortificación, siguieron costeando hasta unirse con Martín Alonso Pinzón el 6 de enero de 1493, navegando juntos hasta la península de Samaná.

Desde esta zona, el 16 de enero de 1493, el almirante dio la orden de regresar a pesar de no haber encontrado todo lo que buscaban. El viaje de regreso fue tranquilo hasta llegar a las Azores, en donde se encontraron con dos fuertes tormentas debiendo abandonar La Pinta en la localidad gallega de Bayona al mando de Pinzón para repararla. El día 15 de marzo, Cristóbal Colón, al mando de La Niña, entró triunfal en Palos de la Frontera. Martín Alonso llegó con La Pinta poco después muy enfermo, muriendo a los pocos días.

Tras llegar al puerto de Palos, Cristóbal Colón se trasladó a Barcelona para informar personalmente a los Reyes Católicos de sus descubrimientos. Fue recibido por Isabel y Fernando con todos los honores.

Los cuatro viajes de Colón.

OCEANO PACÍFICO

En el océano Pacífico, la circulación completa de los vientos, que incluía tanto los vientos alisios de levante como los vientos de poniente de mayor latitud, fue desconocida por los europeos hasta el viaje de Andrés de Urdaneta en 1565.

La ruta del galeón de Manila desde Manila a Acapulco, dependió de la aplicación del fenómeno del Atlántico al océano Pacífico: al descubrir el Giro del Pacífico Norte, los capitanes de los galeones de regreso tenían que llegar a las latitudes de Japón antes de poder cruzar el océano con seguridad. El posible movimiento para el comercio del galeón Manila-Acapulco se debió al descubrimiento de la ruta de regreso. La flota fue separada por los vientos, siendo algunos barcos dirigidos en dirección sur, pero Urdaneta pensó que los vientos alisios del Pacífico podrían girar como hacían los del Atlántico.

Si en el Atlántico, los barcos hacían la volta do mar hacia el oeste para recoger los vientos que los llevarían de vuelta a Madeira, si se navegara hacia el norte en el Pacífico antes de dirigirse al este, pensó Urdaneta, se recogerían los vientos alisios que les llevarían de vuelta a la costa oeste de América del Norte. Cruzó los 38 grados norte antes de girar al este y la maniobra dio sus frutos, arribando a la costa de California, para, a continuación, seguir costeando hacia el sur hasta Acapulco. La mayor parte de su tripulación murió en el largo viaje inicial, para el que no se habían aprovisionado suficientemente.

Galeón de Manila.

Desde ese momento los galeones españoles de Manila utilizaron los vientos alisios del norte hacia el oeste y los vientos del oeste hacia el este.

De este modo, desde Castilla se había construido una ruta comercial con el extremo oriente en Filipinas.

 

Ruta de Filipinas a Acapulco en Méjico.

Rutas comerciales portuguesas en azul y españolas en blanco.

Música: VANGELIS. 1492. LA CONQUISTA DEL PARAÍSO.