Desde la Revolución de 1789 a la caida del II Imperio francés. Parte 4.
Luis XVIII durante la mayor parte de su reinado (1814-1824), tuvo una actitud de conciliación nacional entre sus partidarios monárquicos y los opositores republicanos y bonapartistas, respetando ciertos aspectos nacidos con la Revolución.
Luis XVIII.
Sería el último monarca francés en ejercer el gobierno hasta su muerte.
Le sucedió Carlos de Borbón, conde de Artois, su hermano, que sería el último rey de la Casa de Borbón, que reinó entre 1824 y 1830.
Desde, y durante la época de la Revolución y el Imperio napoleónico permaneció Carlos en el exilio, saliendo de Francia antes de que se produjera la toma de la Bastilla, buscando constantemente apoyos para la causa monárquica.
Se convirtió en el jefe del ejército emigrado, encabezando el manifiesto de Brunswick en 1792, en el que amenazaba al pueblo francés por la Revolución. Pasó muchos años en Gran Bretaña, y fue designado lugarteniente general del reino a la muerte de Luis XVI en 1793.
Cuando Luis XVIII se hizo proclamar rey en 1795, volvió el conde de Artois desde Londres convirtiéndose en el líder de los ultramonárquicos, partidarios de restablecer el absolutismo del Antiguo Régimen, mostrándose contrario a la política conciliadora de su hermano que liberó de responsabilidad a los partidarios de Napoleón. El conde de Artois buscó castigar a los revolucionarios mediante el “Terror Blanco*”*.
El reinado de Carlos X estuvo marcado por esa tendencia reaccionaria, ejecutada por sus ministros Villèle y Polignac de pretensiones absolutistas y ultramonárquicas que desentonaban con las ideas de la burguesía francesa. Para evitar que los liberales dominasen la Cámara de Diputados, el monarca recurrió al fraude electoral, al chantaje y al libelo, lo que levantó al pueblo contra él y sus ministros.
Carlos X.
La impopularidad de sus medidas, provocaron una nueva revolución de carácter liberal en JULIO de 1830 que le arrebató el trono a favor de Luis Felipe de Orleáns, nombrado lugarteniente general del reino por las Cámaras, siendo instaurada entonces una monarquía constitucional, en cuyo trono se sentó Luis Felipe I, cuyo hijo menor Antonio de Orleáns, duque de Montpensier, contrajo matrimonio con la hermana de Isabel II de España, María Luisa Fernanda de Borbón .
Combate frente al Ayuntamiento de París el 28 de julio de 1830 de Jean Victor Schnetz.
Carlos X abdicó junto a su hijo y heredero Luis Antonio -duque de Angulema, el comandante de los 100.000 hijos de san Luis- tras la Revolución de Julio de 1830 en favor de su sobrino Enrique de Artois, duque de Burdeos, invitando a Luis Felipe de Orleans -el ciudadano Chartres-, a que cumpliera su voluntad:
Primo:
Estoy profundamente apenado por los males que afligen y podrían amenazar a mis gentes por no haber encontrado un modo de prevenirles. He tomado la resolución de abdicar de la corona en favor de mi nieto el duque de Burdeos.
El Delfín, que comparte mis sentimientos, renuncia también a sus derechos en favor de su sobrino.
Debéis, en vuestra calidad de lugarteniente general del reino, hacer proclamar el ascenso de Enrique V al trono. Por otra parte, tomaréis todas las medidas que os correspondan para ajustar las nuevas formas de gobierno durante la minoría del nuevo rey…
Comunicad mis intenciones al cuerpo diplomático y hacedme saber lo antes posible sobre la proclamación por la cual mi nieto será reconocido bajo el nombre de Enrique V.
De nada sirvió el último intento de Carlos X para mantener la dinastía borbónica abdicando en su sobrino Enrique, duque de Burdeos; hubo de partir al exilio, de donde nunca regresaría.
Luis Felipe de Orleans comunicó la abdicación y renuncia a las Cámaras el 3 de agosto, y lejos de proclamar rey al duque de Burdeos cumpliendo la voluntad de su primo, el abdicado rey, procedió a pasaportar con un salvoconducto a Carlos X y a su familia a Inglaterra, armando al pueblo de París.
Las Cámaras por su parte, reelaboraron la Carta Constitucional promulgada por Luis XVIII en 1814. declarando el trono vacante y procediendo a elegir a Luis Felipe de Orleans como nuevo rey, que fue proclamado rey de los franceses como Luis Felipe I el 9 de agosto de 1830, como cabeza de lo que se ha denominado en la historiografía, Monarquía de Julio.
Luis Felipe I de Orleáns,padre de Antonio de Orleáns, conde de Montpensier casado con la hermana de la reina de España Isabel II, María Luisa Fernanda de Borbón.
La monarquía de Luis Felipe I de Orleans fue una monarquía liberal constitucional, una de las menos opresivas de Europa, con una política de corte liberal, en la que se produjo un ascenso de la burguesía, naciendo el proletariado, que fue menos tolerante con las oligarquías y con el rey, aunque éste contara con el apoyo social de la burguesía y un ciclo económico expansivo, ya que Francia accedió a la Revolución Industrial durante su reinado, lo que por otra parte hizo que las diferencias sociales entre la burguesía y el proletariado crecieran.
Desde 1845 las cosas ya no fueron tan bien en el aspecto económico ni en el político, debido a las políticas extremistas del ministro Guizot. En 1847 se produjo una crisis agraria que afectó también al sector textil; la disminución en la producción de la patata por un hongo desencadenó esta crisis alimentaria. Al mismo tiempo que esta crisis de subsistencias, tuvo lugar una crisis financiera derivada del fin temporal en la expansión del ferrocarril, extendiéndose sus efectos a las industrias metalúrgica y siderúrgica.
Los trabajadores habían empezado a organizarse en Francia en lo que serían más tarde los sindicatos, y los intelectuales y pensadores de tendencia socialista, comenzaron a publicar sus ideas sobre las desigualdades y la explotación de los trabajadores, intentando instigar movimientos revolucionarios.
Fue una crisis financiera, económica, política y moral que se generalizó durante los últimos meses del reinado de Luis Felipe y que se vio agudizada por las políticas de su primer ministro Guizot. La libertad de enseñanza había sido rechazada tanto por los partidos de izquierda como por los católicos. Eso, unido al hambre provocado por la crisis económica, generó protestas de obreros, estudiantes y de la baja burguesía, que formaron un frente común de oposición, que terminó con violentas revueltas, que la policía y las Fuerzas Armadas se negaron a desarticular, provocando la dimisión del primer ministro Guizot.
Así, esa insurrección popular entre los días 23 y 25 de febrero de 1848 que ha sido denominada por la Historia Revolución de 1848, obligó al rey, ante una situación insostenible, a abdicar en favor de su nieto de nueve años, Felipe, conde de París, confiando la regencia a la madre del joven, la duquesa de Orleans. Este plan fue rechazado por la Asamblea Nacional, exigiendo los republicanos y la izquierda parlamentaria, la reinstauración de la República.
Con gran presión popular se decidió formar un gobierno provisional, marchando el rey con su familia al Reino Unido; el gobierno decretó el sufragio universal masculino, la jornada laboral de 10 horas y el derecho al trabajo de todos los ciudadanos.
La caída de la monarquía constitucional de Luis Felipe I de Orleans por la Revolución de 1848 dio lugar, a que el 25 de febrero de ese año se proclamara la Segunda República francesa.
Del 25 de febrero hasta el 23 de abril de 1848, fecha de las primeras elecciones a la Asamblea Nacional, el gobierno provisional de la República se compuso de republicanos moderados, de radicales y de socialistas. En apenas dos meses, se tomaron una serie de medidas políticas y sociales sin precedentes en la llamada República Social y Democrática.
El programa político de esta Segunda República se sustentaba en el sufragio universal masculino, la abolición de la esclavitud en las colonias, la libertad de reunión y de prensa, la supresión de la pena de muerte, el derecho al trabajo, la libertad de huelga, la jornada laboral de 10 horas y la creación de centros/talleres nacionales para dar trabajo a los desempleados -que se intentaron con fracaso estrepitoso-, siendo lo más importante para la opinión pública el sufragio universal.
En lo económico, la burguesía preocupada por la situación que pudiera producirse tras unas elecciones derivadas del sufragio universal, retiró los fondos bancarios, produciéndose un crack en la bolsa.
El 23 de abril de 1848 se celebraron las primeras elecciones con sufragio universal masculino, que llevaron a la Asamblea una mayoría liberal moderada, fracasando las opciones de derechas y de izquierdas. El peso del voto campesino, dominado por las clases conservadoras, imprimió un giro hacia la derecha. Los radicales y los socialistas fueron apartados del gobierno. Unas primeras medidas impopulares, hicieron que dos meses después, del 23 al 26 de junio –Jornadas de Junio- los obreros descontentos con el resultado, se manifestaran con gran violencia, ordenando el ministro de la Guerra una cruenta represión que finalizó con la deportación de 4.000 personas, 11.000 detenidos y varios muertos. En consecuencia, la burguesía liberal moderada se dio cuenta de su error de alineación con los obreros, habiéndose convertido la lucha contra el absolutismo en una lucha de clases, volviendo al redil de la alta burguesía.
La nueva Constitución, promulgada el 4 de noviembre de 1848 por la República, en el Capítulo IV señalaba la universalidad de los sufragios:
Art. 24.-El sufragio es directo y universal. La votación es secreta. Art.25.-Son electores, sin condición de censo, todos los franceses con veintiún años de edad, y que gocen de sus derechos civiles y políticos.
En las elecciones presidenciales celebradas el 10 de diciembre de 1848, Carlos Luis Napoleón ganó por abrumadora mayoría con 5,5 millones de votos sobre los 7,4 millones registrados -75%-, con el apoyo de los monárquicos, por elección directa y a una sola vuelta, siendo designado presidente de la República. La Constitución preveía un mandato presidencial de cuatro años, sin posibilidad de reelección.
Carlos Luis Napoleón, príncipe-presidente.
Carlos Luis Napoleón era hijo de Hortensia de Beauharnais -hija de Josefina Beauharnais, la primera mujer de Napoleón Bonaparte- y de Luis Napoleón Remolino -Luis Napoleón Bonaparte- que había tomado los apellidos del nombre completo de su hermano Napoleón Bonaparte, y a partir de 1806, y gracias a su hermano, fue rey de Holanda, con el nombre de Luis I de Holanda.
*El Terror Blanco se denominó en Francia a los episodios de terror llevados a cabo por los monárquicos y anti jacobinos. Se llamó así por ser el blanco el color de la monarquía borbónica.
Música: Canta el pueblo su canción 1830, de los Miserables.
To be continued in part 5.
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Estupendo. Gracias.