Desde la Revolución de 1789 a la caida del II Imperio francés. Parte 2.
Tras la instauración de la Convención, la situación económica continuó empeorando, lo cual dio origen a revueltas constantes de las clases más bajas (sans-culottes) que expresaban su descontento, porque la Revolución francesa no solo no estaba satisfaciendo sus intereses, sino que incluso algunas medidas liberales les causaban un enorme y constante perjuicio. Al mismo tiempo, se comenzaron a gestar luchas antirrevolucionarias en diversas regiones de Francia. Un levantamiento popular fue especialmente significativo: campesinos y aldeanos se alzaron por el rey y las tradiciones católicas, provocando la llamada guerra de Vandea, reprimida eficaz y cruentamente por las autoridades revolucionarias.
Por otra parte, la guerra con el exterior amenazaba con destruir la Revolución y la república. Todo ello fue motivo de un golpe de Estado liderado por los jacobinos aliados de los sans-culottes en contra de los girondinos, convirtiéndose en mayoría gubernativa.
Club de los jacobinos.
Se redactó en 1793 una nueva Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y una nueva Constitución de tipo democrático que reconocía el sufragio universal masculino. El Comité de Salvación Pública fue dirigido por Robespierre, desatándose lo que se denominó el Reinado del Terror (1793-1794) con varias decenas de miles de guillotinados por acusación de contrarrevolucionarios en ese período.
Un año después, se vivió otra revuelta popular –La Reacción de Termidor (nombre del mes de julio en la nueva denominación republicana)- en julio de 1794, contra Robespierre, apoyada por los moderados que vieron mucho peligro en el camino que estaba tomando el Comité de Salvación Pública.
Detención de Robespierre en la Convención Nacional. Max Adamo. 1870.
El golpe de Estado fue dirigido por Paul François Jean Nicolas Barras. el 9 de termidor -27 julio de 1794- poniendo fin al Reinado del Terror, instaurando en su lugar la Reacción Termidoriana; Robespierre, Saint-Just, Couthon y otros líderes del Comité de Salvación Pública fueron acusados en la Convención, detenidos y ejecutados en la Comuna, ante la pasividad popular.
La Convención aprobó una nueva Constitución el 17 de agosto de 1795 que confirió el poder a un Directorio (1795-1799) formado por cinco miembros llamados directores, y el poder legislativo a una asamblea bicameral, compuesta por el Consejo de Ancianos de 250 miembros y el Consejo de los Quinientos; La Constitución de 1795 suprimió el sufragio universal masculino.
El Directorio tuvo una primera fase entre 1795 y 1797 denominado Primer Directorio. Los propósitos del Directorio no pudieron llevarse a cabo porque el tesoro nacional estaba vacío, aumentando en consecuencia la miseria, que produjo constantes insurrecciones populares a favor de un sistema de propiedad comunal de la tierra.
Tras los tratados de paz firmados por el gobierno en 1795, Francia solo continuaba en guerra con Austria e Inglaterra, entrando en escena Napoleón Bonaparte, que estaba al frente del ejército en Italia, realizando unas maniobras con el fin de distraer y dispersar a las fuerzas austriacas. La operación tuvo éxito y le abrió el camino a Viena. Sin esperar órdenes, Napoleón firmó acuerdos con Nápoles, Toscana, los Estados Pontificios y Austria, acuerdos que el Directorio se vio en la obligación de ratificar, aunque mostrando su malestar por la actuación de Napoleón. Al Directorio no le gustaba la actitud de Napoleón, pero no podía enemistarse con el ejército, en donde el general tenía gran ascendencia y predicamento.
En 1797 se entró en el Segundo Directorio (1797-1799) que se caracterizó por establecer un régimen autoritario, que abusó inadecuadamente del poder, anulando elecciones en los distritos en los que la victoria fue de sus rivales.
En el período entre 1797 y 1799, Francia disfrutó de unas excelentes cosechas que aflojaron la tensión social, a pesar de lo cual, no se pudo mantener una estabilidad política que permitiera consolidar la autoridad.
En aquel momento solo continuaba la guerra con Reino Unido de Gran Bretaña y como era imposible el ataque directo, Bonaparte y el ministro Talleyrand decidieron cortar su vía comercial con India y África invadiendo Egipto. Simultáneamente Francia atacó a Suiza e Italia, creando unas repúblicas, dependientes de Francia.
Se formó la Segunda Coalición entre Reino Unido de la Gran Bretaña, Rusia, Turquía, Nápoles y Suecia, renaciendo en Francia el espíritu contra las naciones monárquicas. Tras varias derrotas, los ejércitos republicanos tuvieron que retroceder, pero pudieron mantener sus fronteras.
Este repliegue acarreó una crisis en el Directorio: los neojacobinos, que fueron los principales perjudicados por la manipulación electoral, exigieron el sometimiento del Directorio a los consejos legislativos.
Este golpe parlamentario devolvió la iniciativa los neojacobinos que obligaron a los ciudadanos más acomodados a pagar los gastos del ejército, llevando a cabo represalias contra las familias de los émigrés estableciendo nuevamente el terror en la prensa.
En estas circunstancias, Sieyès, un miembro destacado del Directorio organizó un golpe de Estado para salvar la República. Se promulgó una nueva Constitución que encontró la oposición de los grupos monárquicos y jacobinos. Hubo diferentes revueltas que fueron reprimidas por el ejército, lo que motivó que el general Napoleón Bonaparte, que ya había regresado de Egipto, coadyuvara a Sieyès en el golpe de Estado el 9 de noviembre de 1799, instaurando el nuevo régimen del Consulado.
Una nueva Constitución promulgada en diciembre de 1799, estableció un régimen autoritario que concentraba el poder en manos de Napoleón, para “salvar a la república” de una posible restauración monárquica.
A diferencia de las constituciones anteriores, no incluía ninguna declaración sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos. El poder ejecutivo recaía en tres cónsules: el primer cónsul, designado por la misma Constitución, era Napoleón Bonaparte, y los otros dos -Sieyès y Ducos hasta diciembre de 1799, sustituidos por Régis de Cambacérès y Lebrun hasta 1804- solo tuvieron un poder consultivo.
En 1802, Napoleón impuso la aprobación de un decreto senatorial que lo convirtió en cónsul vitalicio, con derecho a designar su sucesor. En 1804 mediante otro senadoconsulto, se proclamó el Imperio -y Napoleón emperador- finalizando así la tan anhelada República, cerrándose de esta manera la Revolución francesa de 1789.
Los colores azul, blanco y rojo eran ya frecuentes en diversos pabellones, uniformes y banderas de Francia antes del siglo XVIII. El azul y el rojo eran los colores de la villa de París desde el siglo XIV, y el blanco era en aquella época el color del reino de Francia, y por extensión de la monarquía borbónica.
Cuando Luis XVI visitó la recién creada Guardia Nacional en el Ayuntamiento de París a principios 1790, apareció por primera vez la escarapela tricolor, ofrecida al Rey por el jefe de la Guardia, el marqués de La Fayette. No fue sin embargo hasta el 20 de marzo de 1790, cuando la Asamblea Nacional aprobó en un decreto los tres colores como colores de la nación; el primer emblema nacional como tal, fue la bandera diseñada para la popa de los buques de guerra, que fue en una primera época, una pequeña bandera roja, blanca y azul en la esquina superior izquierda de una bandera blanca.
Esta bandera fue modificada posteriormente por la Convención republicana para que se redujera la predominancia del monárquico blanco, adoptando la bandera su diseño definitivo, cambiando el orden de los colores para colocar en vertical, el azul pegado al mástil y el rojo al viento, quedando el blanco en la franja intermedia.
Napoleón Bonaparte, hijo de nobles locales, nació en Córcega el 15 de agosto de 1769, un año después de que la República de Génova cediera Córcega a Francia.
A los diez años de edad, fue enviado junto a su hermano José a una academia militar en Francia, donde se graduó en 1784. Posteriormente ingresó en la Escuela Militar de París, en donde se formó hasta 1785 con la especialidad de artillería.
Fue subteniente de artillería en el regimiento de La Fère, hasta que estalló la Revolución francesa de 1789. En 1791 fue nombrado teniente primero en un regimiento de artillería de Valence, uniéndose al movimiento jacobino, una de las facciones revolucionarias más radicales. Napoleón había leído a filósofos como Voltaire y Rousseau.
Ascendió a teniente coronel de la Guardia Nacional en Córcega, pero tuvo un conflicto con Paoli, líder de los nacionalistas corsos, que era su jefe, abandonando la isla en 1793 para instalarse en Francia. Apoyó sin ninguna duda la causa republicana, que había abolido la monarquía en 1792.
Durante el inicio de las Guerras revolucionarias, el ejército republicano francés se tuvo que enfrentar a las potencias europeas que junto a los realistas franceses, defendían el absolutismo monárquico. Napoleón fue recomendado por un paisano corso para comandar las fuerzas de artillería que sitiaban la ciudad de Tolón en 1793. Gracias al éxito de esta operación, en diciembre del mismo año, fuera ascendido a general de brigada.
Cuando la Convención fue reemplazada por el Directorio en 1795, Napoleón fue ascendido a general jefe del ejército del interior de Francia, y asesor militar del Directorio, después de participar en la represión de una revuelta contrarrevolucionaria levantada contra la Convención.
El 9 de marzo de 1796, se casó con Josefina de Beauharnais, viuda de un importante general que había muerto guillotinado.
Dado que había demostrado su lealtad al Directorio, Napoleón fue nombrado comandante en jefe del ejército francés en Italia, para combatir a los austríacos y al ejército de los Estados Pontificios. Durante 1796 y 1797, llegó a vencer a cuatro generales austríacos, cuyas tropas superaban en número al ejército francés.
Gracias a sus victorias militares, forzó a Austria a firmar el Tratado de Campo Formio en octubre de 1797 que otorgó a Francia el control de casi todo el norte de Italia, parte de los Países Bajos y el área del Rin. Los territorios de Venecia se repartieron entre Francia y Austria, y los territorios italianos fueron convertidos en repúblicas, agrupados en la República de Liguria y la República Cisalpina.
Bonaparte venció a los austríacos y los forzó a firmar el Tratado de Campo Formio.
*Jacobinos: nombre dado a que inicialmente se reunían en el convento dominico de los jacobins; militantes, durante la Revolución francesa del partido republicano caracterizado por sus procedimientos radicales y su rigorismo moral.
*Girondinos: nombre dado porque el partido se formó en torno a algunos diputados del departamento francés de Gironda; nombre dado a un grupo político moderado y federalista de la Asamblea Legislativa y de la Convención Nacional francesa.
Música: AMA El esplendor francés del siglo XVIII Rameau, Campra y Mondonvill.
To be continued in part 3.
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