RENOIR: EXPOSICIONES EN ESPAÑA Y ALGO DE SU VIDA Y ARTE. Parte 2.
En 1870, estalló la guerra franco-prusiana, siendo Renoir destinado a Caballería, al depósito de remonta en Bordeaux y Tarbes. En marzo de 1871 muy enfermo, fue desmovilizado y regresó a París, enterándose allí de la muerte de su amigo Bazille, cosa que le afectó mucho.
El Salón oficial de París en ese tiempo rechazaba las obras impresionistas, sintiendo estos artistas la necesidad de buscar un sitio donde exponer, encontrándolo en el 35 del Boulevard des Capucines, en un local prestado por Gaspard-Félix Tournachon, fotógrafo muy conocido –ya hacía muchos años que había evolucionado el daguerrotipo-, consiguiendo reunir en la exposición de 1874 a 29 artistas y 165 obras.
Renoir exhibió seis cuadros y un pastel entre los que destacan El Palco, La bailarina y Mujer en azul, todos de 1874. La exposición fue muy criticada en Europa y América, considerando a estos artistas payasos del arte, aunque con buen manejo del color y muy mala técnica del dibujo y la composición.
Pierre Auguste Renoir. El palco. 1874. Óleo sobre lienzo. 80 x 63,5 cm. Courtauld Institute of Art. Londres.
Pierre Auguste Renoir. La bailarina. 1874. Óleo sobre lienzo. 142 x 93 cm. National Gallery. Washington.
Pierre Auguste Renoir. Mujer en azul. 1874. Óleo sobre lienzo. 160 x 106 cm. Museo Nacional de Gales. Cardiff. Reino Unido.
A partir de ahí comenzó a crecer artísticamente, de momento casi siempre dentro del campo impresionista, yéndose a vivir a Montmartre en donde permaneció hasta 1984, conociendo allí al que sería su marchante, valedor y amigo Paul Durand- Ruel, y un par de años más tarde a Victor Chocquet, que era uno de los mayores coleccionistas de arte de Francia, encargándole algunas obras. Allí en Montmartre, en la calle Cortot, alquiló un jardín en 1875 en donde pudo pintar al aire libre –plein air– las mejores obras de esa etapa: El Baile en el Moulin de La Galette, El columpio y El jardín de la calle Cortot de Montmartre entre otras.
Pierre Auguste Renoir. El columpio. 1876. Óleo sobre lienzo. 62 x 73 cm. Musée d´Orsay. París.
Pierre Auguste Renoir. El jardín de la calle Cortot. 1876. Óleo sobre lienzo. 155 x 100 cm. The Carnegie museum of art. Pittsburgh. Pensilvania. EEUU:
En esa época, además de cuadros al aire libre, pintaba retratos que eran los que le permitían desenvolverse económicamente, presentado en la segunda exposición de los impresionistas en 1876, principalmente obras de ese género.
En 1877, en la tercera exposición de los impresionistas, Renoir expuso más de veinte obras, entre las que se encontraban paisajes pintados en París, a orillas del Sena, fuera de la ciudad, estudios de rostros de mujeres , ramos de flores, los retratos de Sisley, y algunos más, como el de la actriz Jeanne Samary, del escritor Alphonse Daudet , además de El columpio y El Baile en el Moulin de la Galette.
Vaso de crisantemos. 1877.
Pierre Auguste Renoir. Jeanne Samary. 1877. Óleo sobre lienzo. 56 x 47 cm. Museo Pushkin. Moscú.
Pierre Auguste Renoir. Almuerzo de remeros. 1881. Óleo sobre lienzo. 129 x 172,7 cm. Colección Phillips. Washington.
En 1881 viajó a Argelia a donde volvería en 1882, quedando impresionado con la luz de esas tierras y los coloridos de las vestimentas y adornos de sus gentes, marchando a su vuelta a Milán, Venecia y Florencia, regresando a París tras conocer in situ la cuna del Renacimiento y pensando en estabilizarse para atender a la responsabilidad de mantener a su familia.
A partir de 1883 entró en crisis. sintiendo la sensación de callejón sin salida en su creatividad y estilo pictóricos. Sentía gran insatisfacción con la antigua manera impresionista de pintar que había desarrollado hasta ese momento y decidió adoptar un nuevo estilo. Jean- Auguste Dominique Ingres, gran amigo, le condujo hacia un dibujo más limpio y un trazado de mayor precisión, con clara plasticidad, así como el empleo de colores locales. Se empieza a manifestar este cambio en Maternidad y Los paraguas. En Los paraguas -iniciado en 1881 y terminado en 1885- puede apreciarse una parte suave e impresionista en la derecha, y una mucho más perfilada y con más nitidez de su período “agrio” en la parte izquierda. Del período “ingresco” cabe destacar Las grandes bañistas.
Pierre Auguste Renoir. Maternidad. 1885. Óleo sobre lienzo. 91,5 x 72 cm. Grand Palais. Musée d´Orsay. París.
Pierre Auguste Renoir. Los paraguas. 1881-1885. Óleo sobre lienzo. 180,3x 114,9 cm. National Gallery.. Londres.
Pierre Auguste Renoir. Las grandes bañistas. 1884- 1887. Óleo sobre lienzo. 118 x 171 cm. Museo de Arte de Filadelfia. EEUU.
Con su obra En el jardín de 1885, acabó la fiesta de La Grenouillère y del Moulin de la Galette. Dejó atrás la pincelada temblorosa y las vibraciones de la luz y de la sombra. En el nuevo cuadro de Renoir, a partir de entonces todo sería serenidad y equilibrio.
Ya con Aline, viajó a Normandía, a las islas de Jersey y Guernsey y a Essoyes –aldea natal de Aline- y en 1885 nació su primer hijo Pierre, pintando entonces algunos estudios de madre e hijo en diferentes actitudes. Se casó con Aline en 1890 y en 1894 tuvo a su segundo hijo Jean, contratando a Gabrielle – que sería su modelo- como niñera y para ayuda de su mujer.
Los últimos 25 años de su vida -desde 1894- Renoir padeció artritis reumatoide. A partir de entonces tuvo que inventar caballetes con poleas y pinceles atados a sus dedos deformados para continuar con su vida artística. La enfermedad le ocasionó la anquilosis del hombro derecho y varios tendones de sus dedos y muñecas se rompieron, perdiendo poco a poco la movilidad que iba desapareciendo de sus manos deformadas. A pesar de ello siguió pintando, y su marchante, Durand Ruel, vendiendo sus obras en Europa y en EEUU, pero su aportación a la Historia del Arte en esa época es pobre.
En resumen 24 años de impresionismo, retratos y algún paisaje y flores -hasta 1885-, 9 años de ingresismo y 25 años de enfermedad. Pintó ambientes parisinos y campestres en la época impresionista –para mí la mejor-, junto a retratos, y pintó escenas familiares, mujeres orondas y sensuales a veces inmersas en paisajes o en actitudes íntimas, y algunos paisajes en la segunda y tercera época.
Su impresionismo no es nada dramático como el de otros artistas. No le gusta lo áspero ni lo turbio, como a Manet o Van Gogh, le gusta la belleza, lo divertido y decorativo, manteniéndose influenciado de algún modo por los clásicos del XVIII, con una luminosa paleta que hace de él un impresionista notabilísimo.
Pierre Auguste Renoir. Mujer desnuda arreglándose el pelo. 1893. Óleo sobre lienzo. 92 x 75 cm. National Gallery. Washington.
En la segunda parte de su carrera se volcó en la pintura de cuerpos femeninos dentro de paisajes y con los cabellos y toallas como elementos de sensualidad, inspirados a menudo en pinturas clásicas y recordando a Rubens por sus formas orondas. Pintó también flores y escenas dulces de niños. En cuanto a su estilo y técnica se nota en él un fuerte influjo de Corot. Firmó alrededor de 400 obras de las que las más representativas pudieran ser El palco, El columpio, Almuerzo de remeros, Las grandes bañistas, El Baile del Moulin de la Galette y Mujer con sombrilla en un jardín.
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