RELATO POLÍTICO consecuencia de los líos de Pedro y Pablo: MÁS PAÍS.
Hace años, cuando Ciudadanos irrumpió en la política nacional, para presentarse a las elecciones generales de marzo de 2008, fueron advertidos los fácilmente seducibles del peligro que entrañaba dar votos conservadores a ignotos o inciertos -desde pequeño nos lo advirtieron nuestros mayores: no coger nada de desconocidos-, por los efectos que pudieran derivar, debido a la aplicación de nuestra Ley electoral que penaliza la división del voto.
En el otro lado del espectro político, también fueron advertidos los anhelantes -en este caso no era necesario hechizarlos-, del peligro que significaba para la progresía tradicional española, el voto que se diera al partido presidido por Pablo Iglesias cuando se presentó a las europeas -2014- y a las de ámbito municipal, autonómico y nacional -2015-, por el impacto que tendría en la representación parlamentaria de izquierdas – recordar el intento de sorpasso-.
En ambos casos, se produjo una minoración representativa de los dos partidos mayoritarios, llegando a una pérdida importante de la fuerza del PP en la Cámara Baja, que obligó a una nueva convocatoria de elecciones en 2016, y a la casi desaparición del PSOE, con el alejamiento de Pedro Sánchez incluido, siendo los españoles ninguneados por las minorías parlamentarias, en muchos casos alejadas del interés por España como Nación y del interés general de los españoles; después, la debilidad de los conservadores así LOGRADA, permitió la moción de censura liderada por Pedro Sánchez y su posterior elevación a la presidencia del Gobierno de España.
VOX que nació en 2013, intentó lograr representación parlamentaria presentándose a las elecciones europeas, municipales, autonómicas y nacionales, sin obtener representación alguna, hasta que en 2018, en las elecciones autonómicas andaluzas, los electores de esa Comunidad, hartos de las peleas de Sánchez con Susana y de los 40 años de PSOE, estando anímicamente más fácilmente persuadibles en ese momento, les dieron la confianza con 12 diputados, y los españoles en 2019, tras la moción de censura de Pedro, Pablo y LOS VASCOS Y CATALANES, les otorgaron 24 diputados nacionales, consiguiendo con esta dispersión adicional del voto conservador que el PSOE lograra la mayoría parlamentaria, aunque fuera minoritaria.
Es frecuente -aunque seamos de memoria escasa-, que los votantes que se dispersan, al cabo de algún tiempo se den cuenta, no del error de su voto, que no lo es, sino del efecto que produjo su dispersión, renegando posteriormente del resultado final de la elección y del representante máximo del partido ganador, sin darse cuenta de su participación en los mismos. Los responsables del éxito de un partido en unas elecciones, no sólo son los votantes del mismo, sino también los que por la aplicación de la Ley Electoral coadyuvaron a su triunfo, aunque votaran a su descubrimiento -diferente del ganador, claro-, que pensaron les llevaría a vivir al Paraíso; la “culpa” es de los votantes del triunfador y de los “dispersos” que votaron a políticos ignotos que dicen las cosas que a TODOS nos gusta oír, pero que nunca se aplicarán, ni aunque ganaran las elecciones, porque no podrán hacerlo, o porque en esa situación, posiblemente, NI querrían.
Ahora, en las nuevas elecciones convocadas para el 10N, aparece con decisión para algún ámbito territorial, Errejón; nació podemita, queriendo arrebatarle posteriormente el poder a su colega Pablo Iglesias en Vistalegre 2, sin éxito. Se fue con el rabo entre las piernas para buscar su NECESARIO -para él- hueco, seduciendo a la más fácil de las aspirantes a la Comunidad de Madrid -los mayores nos dejamos trastear sin mucho regate- creando la plataforma MÁS MADRID, gracias a la cual -la división-, los conservadores ganaron en esta comunidad, aunque esté presidida por la chica guapa que no gusta políticamente a casi nadie.
A Errejón después del 10N, le deberemos agradecer, la sustracción a Iglesias de muchos de sus votantes, con el consiguiente impacto a la baja de las representaciones parlamentarias de los seguidores de ambos, como consecuencia de la división de sus fieles anticastas y antisistemas entre PODEMOS y el nuevo MAS PAÍS. Quizá también ayude Garzón, o no, separando su IU de los podemitas o sin hacerlo, que aunque ganas no le faltan, se le vería su débil plumero si fuera en solitario, y por último Joan Baldoví y sus sus pocos172.000 votantes de Compromís (menos del 0.7 % de los votos totales) que estudia a quien unirse, para poder seguir saliendo diariamente en TV, mostrándose como piedra angular de la política nacional y de los PNVs Y ERCs ni hablamos…
Es de justicia señalar, que debe agradecerse a Ciudadanos y a Podemos, la disminución, por lo menos en cantidad, del robo continuado, indiscriminado, a manos llenas y sin rubor, de los dos grandes partidos políticos que se alternaron en el poder, y de sus componentes y colaboradores durante décadas, que deberían haber dotado a nuestro país del nombre gráfico de la España vaciada por ese motivo, más que por el que también se le ha puesto a la España rural y provincial, despojada de población y recursos, o al menos por igual.
Comentaba hace tiempo, que quizá estemos asistiendo al fin de la democracia como sistema político representativo; leyendo a Colin Crouch, creo que mi consideración, por el momento, no fue precisa, estando de acuerdo con él, en su denominación de lo que estamos viviendo, como “postdemocracia”, o la degeneración de la democracia representativa, preconizando que la representación exitosa, no solo debería ser el procedimiento de la urna, sino el fondo de lo que se pretende: de hecho, el riesgo de la “postdemocracia” es hacer de la democracia un envoltorio formal al vaivén de la sofisticación del aparato político/partidista (estadística, propaganda…) y los intereses de una minoría. unido a la incultura y falta de capacidad de muchísimos electores.
Es decir, Crouch pregunta: si se ha avanzado en derechos y libertades hasta lo indecible y hay elecciones periódicas, frecuentes y libres… ¿Por qué existe semejante desafección y malestar con el sistema político? ¿Por qué estamos insatisfechos si votamos, cada vez más frecuentemente, expresando nuestro sentir político? Podemos recordarnos que, en el siglo de las luces, en Centroeuropa, se pasó del voto de calidad, al de un hombre un voto: nada es eterno.
En 2015 el populismo en España estalló porque el ciudadano se sentía ajeno a la agenda política, que como decía Pablo, estaba en manos de la casta. Ahora Iglesias forma parte de esa élite, y sus votantes al sentirlo, le dejan, recibiendo además el abrazo del oso de Sánchez con la oferta de las 370 medidas, que dejaron clara la imposibilidad de un futuro gobierno de coalición. También. el emerger de MÁS PAÍS, la desafección hacia Rivera de muchos de sus votantes por la permanente volatilidad de su posicionamiento, y la percepción de los seguidores de VOX que ven que poco podrá hacer de lo que dijo, dibujan la posición de partida de las elecciones del 10N, que atomizará aún más el voto en la izquierda, permitiendo crecer al partido conservador tradicional, pero quizá insuficientemente para gobernar, por la tenacidad de Rivera –reflejo de los dispersos– de no formar parte de ESPAÑA SUMA -para dejarlo claro, ha cesado al Secretario de Organización de Cs. en Euskadi por intentar la unión con el PP-, que por otra parte, es lo ÚNICO que le permitiría salvar la ropa al lider de Cs. y salir relativamente sin descojonar del 10N, proporcionando además, la posibilidad de que España tuviera un gobierno cuyo presidente no fuera SÁNCHEZ.
NO a los arrepentidos imaginativos -que luego se lamentan por las esquinas cuando nos preside quienes detestan- y SÍ a los que son capaces de ver dos renglones más allá.
¡Ah! y menos mal que Boris Johnson nos está dando la diversión que se preveía en su momento; se lo quitarán de enmedio en breve y QUIZÁ haya BREXIT, pero si lo hubiera, desde luego no del duro.
* Salvar la ropa: expresión que nos llega a través del tiempo, expresando lo mínimo que una persona que había sido asaltada o atacada por malhechores, lograba mantener: lo que llevaba puesto; salvaba la ropa. Ha derivado en que, en momentos de angustia, reveses o temor, quizá se perdieron cosas sustanciales, pero se logró no perder lo básico., salvando lo absolutamente importante.
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