El Cardenal Infante Borbón mal tratado por el rey. Parte 1.
Dedicado a mi querido amigo C.B.A del M., esperando que no le resulte farragoso ni de difícil digestión, aunque a veces no se consiga lo que se pretende.
La manera en la que el Cardenal Infante Fernando de Austria -hermano de Felipe IV- fue tratado por la corte, pleno de honores y parabienes, no tuvo nada que ver con la forma en que se trató al Cardenal Infante Luis Antonio de Borbón y Farnesio -hermano de Carlos III-, con frecuentes vejaciones y dolorosas humillaciones.
Pedro Pablo Rubens. El cardenal-infante Fernando de Austria, en la batalla de Nördlingen. 1634-1635. Óleo sobre lienzo. 337,5 x 261 cm. Museo del Prado. Madrid.
Cuando Felipe de Francia, duque de Anjou, fue designado por su abuelo Luís XIV -el rey Sol- para ocupar el trono de España a la muerte de Carlos II el Hechizado -casa de Austria-, fue bien aleccionado sobre la importancia de que los reyes debían tener numerosa descendencia para asegurar así la continuidad de su familia en el trono.
Luís XIV tuvo 20 hijos nacidos de 4 mujeres; 10 no llegaron a la edad de 5 años, y de los restantes, sólo 1 de los 6 tenidos con la hija de Felipe IV, su legítima esposa, María Teresa de Austria, sobrevivió a la mencionada edad, Luís, el Gran Delfín, llamado también Monsieur, del que Felipe de Anjou era segundogénito.
Jean Ranc. Felipe V de España. 1723. Óleo sobre lienzo. 144 x 115 cm. Museo del Prado.
Miguel Jacinto Meléndez. María Luisa Gabriela de Saboya. 1712. Óleo sobre lienzo. 103 x 83 cm. Museo Cerralbo. Madrid.
Llegó Felipe V a España en noviembre de 1700, contrayendo matrimonio un año después con María Luisa Gabriela de Saboya, con la que estuvo casado hasta la muerte de ella en 1714, naciendo de este matrimonio 4 hijos:
Luís I de España, rey de enero a agosto de 1724. Murió de viruelas, reinando 7 meses tras la abdicación de su padre Felipe V, que a su muerte volvió a subir al trono no sin cierta desgana. Luís I estuvo casado con Luisa Isabel de Orleans, sin descendencia.
Jean Ranc. Luís I de España. 1724. Óleo sobre lienzo. 108 x 84 cm. Museo del Prado.
El infante Felipe, muerto al nacer en 1709.
El infante Felipe Pedro que murió en 1719 a a los 7 años de edad..
Fernando VI de España, casado con Bárbara de Braganza -sin descendencia-, que reinó en España desde la muerte de su padre en julio de 1746 hasta la suya en agosto de 1759.
Louis-Michel Van Loo. Fernando VI de España. Siglo XVIII. Óleo sobre lienzo. 128 x 108 cm. Museo del Prado. No expuesto.
Jean Ranc. Bárbara de Braganza, reina de España. Hacia 1729. Óleo sobre lienzo, 103 x 84 cm. Museo del Prado. No expuesto.
Jean Ranc. Isabel de Farnesio. 1723. Óleo sobre lienzo. 144 x 115 cm. Museo del Prado. No expuesto.
Felipe V, tras fallecer su primera mujer en febrero de 1714, contrajo segundas nupcias en diciembre de ese mismo año con Isabel de Farnesio, con la que tuvo 7 hijos:
Carlos III (1716-1788), rey de España desde 1759 hasta su muerte en 1788, y con anterioridad rey de Nápoles y Sicilia -Carlos VII- desde 1734 a 1759.
Anton Raphael Mengs. Carlos III de España.1765? Óleo sobre lienzo. 154 x 105,5 cm. Museo del Prado.
Francisco, fallecido al poco de nacer en 1717.
Mariana Victoria (1718-1781). Fue esposa de José I y consecuentemente, reina de Portugal. La hija de ambos, María I, reina de Portugal casó con Pedro III de la casa de Braganza, teniendo varios hijos, uno de los cuales -el 3º-, Juan VI, heredó el trono de Portugal y Brasil casándose con la Infanta española Carlota Joaquina de Borbón, primogénita de Carlos IV, siendo emperatriz titular de Brasil y reina de Portugal.
Felipe de Borbón Infante de España (1720-1765), duque de Parma, Plasencia, Guastalla, XII conde de Chinchón y señor de Boadilla. Fundador de la dinastía Borbón Parma, casado con Luisa Isabel de Borbón.
María Teresa Rafaela (1720-1746). Infanta de España que casó con el Delfín de Francia Luis Fernando de Borbón, hijo mayor de Luís XV y heredero de las coronas de Francia y Navarra. Murió prematuramente a la edad de veinte años tras el nacimiento de su única hija, María Teresa.
Luis Antonio de Borbón y Farnesio (1727-1785), nuestro protagonista.
María Antonia Fernanda (1729-1785). Infanta de España y reina consorte de Cerdeña por su matrimonio con Víctor Amadeo III.
Louis-Michel Van Loo. La familia de Felipe V. 1743. Óleo sobre lienzo. 408 x 520 cm. Museo del Prado.
Como se ha podido ver, todos los hijos vivos de Felipe V, fueron titulares de diferentes coronas o herederos de las mismas, a excepción de Luis Antonio de Borbón y Farnesio, al que no le encontraron corona decidiendo que se dedicara a la vida religiosa. Isabel de Farnesio había conseguido el trono de Nápoles y Sicilia -Dos Sicilias- para su hijo Carlos, para Felipe los ducados italianos de Parma y de Toscana, logrando además que sus tres hijas estuvieran prometidas, o ya casadas con futuros reyes.
Luis Antonio Jaime nació el 25 de julio de 1727 en el palacio del Buen Retiro de Madrid, pasando los primeros años en esa casa, en donde le fue concedida alcoba propia a los 7 años, siendo auxiliado por sus ayudas de cámara y por su ayo, Anibal Scotti. Era un joven de carácter tímido, no muy brillante, y amante de la caza al igual que sus hermanos mayores Carlos y Felipe.
En 1734 murió el cardenal arzobispo de Toledo Diego de Astorga y Céspedes, y aunque el Infante Luís Antonio contaba solamente 7 años de edad, su madre vio un hueco para su hijo en la máxima autoridad eclesiástica de España, que además de mucho poder, ofrecía grandiosas rentas.
Felipe V mostró al Papa su deseo de que el arzobispado le fuera concedido al Infante, pero el papa Clemente XII puso muchos obstáculos, entre otros, la edad de Luís Antonio, pero tras largas negociaciones, Isabel consiguió su objetivo y el Papa nombró al Infante el 10 de noviembre de 1735, Administrador del Arzobispado de Toledo, concediéndole poco después el capelo cardenalicio como Cardenal presbítero de Santa María della Scala, iglesia de Roma. En 1741, una vez ordenado, el papado le otorgó también el arzobispado de Sevilla, aunque el joven cardenal niño, arzobispo por partida doble, a pesar de los cuantiosos rendimientos económicos que percibía, seguía residiendo en la corte, mientras los administradores se hacían cargo de las dos sedes arzobispales.
Louis-Michel Van Loo. Infante de España D. Luís Antonio de Borbón Farnesio. Hacia 1717. Óleo sobre lienzo. 88 x 72 cm. Museo del Prado.
En 1713, Felipe V presentó ante las Cortes una ley de sucesión para asegurar la corona española a su descendencia, temiendo por un lado a los Habsburgos -no había olvidado aún la guerra de Sucesión-, pero sobre todo a su familia francesa. Tras algunos pequeños traspiés, las Cortes aprobaron una Ley de Sucesión Fundamental el 10 de mayo de 1713, que realmente fue denominada Nuevo reglamento sobre la sucesión en estos Reinos. Este reglamento permitía reinar a mujeres, pero solamente si no hubiera herederos varones en la línea principal (hijos) o lateral (hermanos y sobrinos). Es decir, una norma semi-sálica. Este reglamento dejaba entrever la necesidad de ser español -nacido- y de haber vivido en España para alcanzar el trono, cosa que Felipe V argumentó para favorecer a su descendencia, por haber sufrido ese trance en su camino al trono de España.
Esta Norma fue derogada en 1830 con la promulgación de la Pragmática Sanción de Fernando VII, que quiso a asegurar el trono a su primogénita Isabel II, sin la aprobación de las Cortes. Esta Pragmática dio origen a las guerras carlistas.
En 1724, Felipe V -con tendencia a la depresión- abdicó en su primogénito Luís I, que tras 7 meses de reinado, murió, debiendo Felipe volver a retomar Felipe la corona. En 1746 falleció Felipe V y le sucedió en el trono el segundo hijo de su primera mujer Fernando VI, que al subir al trono, empaquetó a su madrastra Isabel de Farnesio, a la infanta María Antonia Fernanda y al infante Luís Antonio (el resto ya estaban en sus reinos) al palacio de La Granja, en un retiro forzoso, ya que Isabel nunca había tenido excesiva consideración con sus hijastros nacidos de María Luisa Gabriela de Saboya, y ahora Fernando, aprovechaba para alejarla de la corte. El Infante Luís Antonio, sin embargo, sí había tenido una relación cordial con su hermanastro Fernando, al que visitaba con frecuencia en Madrid o en el Real Sitio donde se encontraran los reyes Fernando y Bárbara de Braganza.
En 1754, con 27 años de edad, el infante Luís Antonio de Borbón Farnesio, sintiendo ninguna vocación religiosa y con problemas de conciencia, decidió renunciar al capelo cardenalicio y a los dos arzobispados, comunicando la decisión a su hermanastro, el rey, y éste al Papa, que aceptó su renuncia, concediéndole una pensión vitalicia anual sobre las rentas del Arzobispado de Toledo, continuando la vida del Infante de la misma manera entre La Granja y sus frecuentes viajes a la corte,
Anton Raphael Mengs. Infante de España D. Luís Antonio de Borbón Farnesio. 1769. Óleo sobre lienzo. 82 x 63 cm. Museo de Arte de San Diego. EEUU.
En 1758 la reina Bárbara de Braganza murió, quedando trastornado su marido, sin hijos, trasladándose a Villaviciosa de Odón y reclamando al infante Luís Antonio para ayudarle a llevar su dolor. El Infante permaneció con él, sufriendo tanto, que cayó enfermo. El rey Fernando murió un año más tarde que su reina, en 1759, nombrando sucesor al trono a su hermano Carlos –a pesar de la Norma de residencia para la sucesión-, que vivía en Nápoles siendo rey de las Dos Sicilias.
Isabel de Farnesio, abandonó inmediatamente La Granja exultante y plena de alegría inenarrable, al ver que su primogénito Carlos iba a ocupar el trono de España. Isabel no veía a su hijo desde hacía 27 años y no conocía a su nuera María Amalia de Sajonia ni a sus nietos, viviendo a partir de ese momento todos, en el Palacio del Buen Retiro.
Anton Raphael Mengs. María Amalia de Sajonia reina de España. 1761. Óleo sobre lienzo sin forrar. 153,2 x 110,2 cm. Museo del Prado.
Carlos III conocía el reglamento sobre la sucesión de los Reinos, y sabía que podía haber un conflicto dinástico si el infante Luís Antonio reclamaba la corona, ya que ningún hijo suyo podría tener derecho a reinar en España por haber nacido y vivido fuera de España. Carlos nombró inmediatamente Príncipe de Asturias a su hijo Carlos, sabiendo de los legítimos probables derechos de su hermano Luís Antonio a la corona, cuando él faltara, aunque Luis Antonio nunca hubiera dado muestras de pretensión al trono.
Música: Guerra de Sucesión Española. Antonio Caldara y Antonio Martín y Coll.
To be continued in part 2.
Tweet
Al final me echan del Arma con todo lo que estoy aprendiendo de manera tan fácil y agradable. Procuraré no hacer ostentación….
Muchas gracias. Abrazos
José lo has conseguido, claro y conciso, he necesitado abrir varias hojas de internet para seguir y no perderme tan concisa y clara exposición del maltratado Cardenal Infante Borbón que no se que coñ…. figura aquí pues he tenido que recorrer varios reinos y hermanos para que el Papa Clemente le concediera algo…
Por cierto me costará bastante más que a otros de tus lectores culturizarme, pero si te soy sincero no tengo demasiado interés, soy feliz con lo poquito que sé pero TE LEO CON VERDADERO PLACER.
Gracias por la dedicatoria.
Carlos
Santo cielo, ¡que puntilloso!
Hay que leerlo con tranquilidad. Pues muchos personajes de nuestra historia están reflejados otros, como el personaje que también nos has detallado era un perfecto desconocido para mi. Gracias por tu boletín cultural semanal. Un abrazo.