Das Rehingold. El oro del Rin. Parte 2.
Los dioses buscaron a Alberich siguiendo las indicaciones de Mime, descubriendo su paradero; al sorprender el enano todopoderoso a los dos visitantes, les lanzó toda clase de imprecaciones y amenazas añadiendo “lo mismo que yo he renunciado al amor, obligaré a todo ser viviente y dios, a renunciar a él también”, advirtiendo a los dos dioses, que deberían guardarse de los ejércitos que iban a salir inmediatamente de las oscuras profundidades del reino nibelungo.Read More