René Magritte. Exposición en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid. Parte 2.

 

La TERCERA SECCIÓN de la Exposición de Magritte en el Thyssen Bornemisza de Madrid es denominada FIGURA Y FONDO

Las obras de Magritte, a veces, y especialmente en la segunda parte de la década de los años 20 del siglo XIX, parecen collages pintados, y aunque el artista belga sólo realizó un número limitado de collages, la influencia de esta técnica como método compositivo, es clara en su pintura especialmente en el periodo 1926-1931.

En este tipo de obras, Magritte generó un camino que le acompañaría durante toda su vida: la inversión de figura y fondo, que puede convertir cualquier cuerpo sólido en hueco, o en un agujero, que puede ser un mirador para  ver paisajes o cielos.

OBRAS DE ESTA SECCIÓN

 

René Magritte. Los grandes viajes. 1926. Óleo sobre lienzo. 65 x 150 cm. Colección privada. Bélgica.

 

René Magritte. El naufragio de la sombra. 1926-1927. Óleo sobre lienzo. 120 x 80 cm. Musée de Grenoble. Grenoble. Francia.

  

René Magritte. El abismo plateado. 1926. Óleo sobre lienzo. 75 x 65 cm. Colecçäo Berardo. Lisboa.

Esta pintura contiene muchos de los ingredientes que utilizó el artista para componer sus imágenes: un tabique de madera sin afinar que se abre a una pared rocosa salpicada de campanas, una herramienta de metal que no se sabe para qué puede servir, un bolo que se apoya en una caja con 3 ojos, o una  pared de roca adornada con campanas de plata que pudo haber sido la que inspiró el título de la obra. Es difícil dar una explicación de esta obra, que es muy representativa del período más inventivo de Magritte.

 

René Magritte. Panorama popular. 1926. Óleo sobre lienzo. 120 x 80 cm. Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen. Dusseldorf. Alemania.

Este mundo estratificado en tres paisajes superpuestos, el mar, el bosque y la ciudad, se inspira en los diagramas en sección de los reportajes de divulgación científica y técnica que Max Ernst ya había incorporado a sus collages. Una fuente de inspiración de esta obra podría ser una imagen del subsuelo de París, bajo la plaza de la ópera, que ponía al descubierto el rompecabezas de túneles andenes, escaleras y ascensores del metro.

 

René Magritte. Salida de la escuela. 1927. Óleo sobre lienzo.75 x 100 cm. Colección privada. Berna. Suiza.

René Magritte. El príncipe de los objetos. 1927. Collage y óleo sobre lienzo. 50 x 65 cm. Colección privada. Cortesía de la Fundación Magritte.

  

René Magritte. El sabor de lo invisible. 1927. Óleo sobre lienzo. 106 x 133 cm. Stactliche Kunthalle Karlsruhe. Alemania.

René Magritte. El secreto del cortejo. 1927. Óleo sobre lienzo. 73,5 x 100,5 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid.

René Magritte. La Anunciación. 1930. Óleo sobre lienzo. 113 x 145,9 cm. Museo Tate. Londres. 

La Anunciación agrupa 3 elementos enigmáticos: una gran chapa de metal con cascabeles adheridos, dos grandes balaustres de barandilla y un gran lienzo de papel recortado para formar una especie de monumento que se ha comparado con la isla de los muertos de Böcklin. Inicialmente estos elementos aparecían enmarcados por la entrada de una gruta y acompañados por un hombre sentado leyendo un periódico. La composición posterior cambió como puede verse.

 

René Magritte. Las galas de la tormenta. 1927. Óleo sobre lienzo. 81,1 x 115,8 cm. Colección privada. Cortesía de las Di Donna Galleries de Nueva York.

 

La CUARTA SECCIÓN de la Exposición es denominada CUADRO Y VENTANA

El cuadro dentro del cuadro, consagrado ya en la pintura antigua, lo utiliza Magritte con sistemática ambigüedad, haciéndonos dudar de si el cuadro incluido, es un cuadro o un marco vacío, o quizá un nicho en una pared. El cuadro se puede comparar con una ventana abierta. A veces Magritte asume literalmente esta comparación y la reduce al absurdo. Si entendiéramos el cuadro como una ventana, el cuadro ideal sería completamente transparente, es decir, invisible. Pero Magritte no busca una ausencia súbita y definitiva, sino una desaparición gradual y que nos deje siempre dudando sobre si de verdad estamos viendo lo que creemos ver.

OBRAS DE ESTA SECCIÓN

René Magritte. El palacio de cortinas. 1928. Óleo sobre lienzo.  54,2x 73 cm. Galerie de la Béraudière. Bruselas.

 

René Magritte. El palacio de cortinas II. 1928. Óleo sobre lienzo. 116 x 81 cm. Cortesía de la Vidovi Gallery. Bruselas.

René Magritte. El árbol sabio. 1926. Óleo sobre lienzo. 64,8 x 75 cm. Niigata City Art Museun. Niigata. Japón.

René Magritte. La travesía difícil. 1926. Óleo sobre lienzo. 80 x 65 cm. Colección privada. Bélgica.

 

René Magritte. La vida secreta. 1928. Óleo sobre lienzo. 57,2 x 75,9 cm. Cleveland Museum of Art. Cleveland. Ohio. E.E.U.U.

René Magritte. El salón de Dios. 1958. Óleo sobre lienzo. 44 x 60,2 cm. Colección privada. Bolonia. Italia.

René Magritte. El pan de cada día. 1942. Óleo sobre lienzo. 91,6 x 69,9 cm. Colección privada.

René Magritte. Los encantos del paisaje. 1928. Óleo sobre lienzo. 54 x 73 cm. Colección privada.

 

René Magritte. La luz de las coincidencias. 1933. Óleo sobre lienzo. 60 x 73 cm. Dallas Museum of Art. Tejas. E.E.U.U.

René Magritte. Las memorias de un santo. 1960. Óleo sobre lienzo. 80 x 99,7 cm. The Menil Collection. Houston.Tejas. E.E.U.U.

El cielo azul como fondo y la cortina como marco fueron dos elementos utilizados a menudo por el artista. Aquí los une como una hoja ligeramente enrollada con dos caras: la vista del mar y del cielo por un lado y una cortina de color ladrillo oscuro por el otro.

Pudiera estar inspirado en el Juicio Final de la capilla Scrovegni de Padua, Giotto pintó dos Ángeles que enrollan el cielo azul y descubren su revés de color rojo.

Parte superior del Juicio Final de la capilla Scrovegni de Padua, de Giotto di Bondone.

René Magritte. La perspectiva amorosa. 1935. Óleo sobre lienzo. 116 x 80 cm. Colección privada. Cortesía de Guggenheim Asher Associates.

El artista sentía la obra como una burla: esta puerta cerrada, no obstante, está abierta, ya que una abertura permite pasar por ella como por la abertura de una puerta abierta. Al practicar un boquete en la puerta, esta quedaría abierta y cerrada al mismo tiempo, burlándose así del proverbio francés “una puerta tiene que estar o abierta o cerrada”. Magritte genera así una paradoja, pero sin recurrir a las palabras, sirviéndose solamente de imágenes.

René Magritte. La alta sociedad. 1965-1966. Óleo sobre lienzo. 81 x 64,5 cm. Colección Telefónica.

René Magritte. La condición humana. 1948. Gouache y lápiz sobre papel. 42 x 31,8 cm. Collection of Jasper Johns.

René Magritte. La bella cautiva. 1931. Óleo sobre lienzo. 38,5 x 55,5 cm. Colección privada. Cortesía de Christie´s.

René Magritte. Las profundidades de la tierra. 1930. Litografía en cuatro partes editadas con la Fundación Magritte del trabajo original. Colección privada.

René Magritte. Los paseos de Euclides. 1955. Óleo sobre lienzo. 162 x 130 cm. Minneapolis Institute of Art. Minneapolis. Minesota. E.E.U.U.

El cuadro dentro del cuadro; lo que el artista representa a veces al aire libre, aparece aquí en un interior. Así se crean una serie de marcos incluidos -el borde del lienzo, el caballete, la propia ventana, y las cortinas- que alejan la realidad. Magritte utiliza las coincidencias improbables para hacer sospechosa la imagen. En primer lugar, lo que he pintado en el lienzo coincide exactamente con el paisaje que hay detrás de él y en segundo lugar el tejado cónico de la torre y la perspectiva de la calle coinciden completamente, aunque una sea volumen y la otra, espacio. Así erosiona nuestra confianza habitual en la verdad que vemos.

René Magritte. La llave de los campos. 1936. Óleo sobre lienzo. 80 x 60 cm. Museo Thyssen Bornemisza. Madrid.

René Magritte. El expósito. 1967. Gouache sobre papel. 24 x 37 cm. Colección privada.

René Magritte. Sin título; la partitura. 1961-1962. Lápiz, acuarela y collage sobre papel. 30 x 40,1 cm. Colección privada. Londres.

René Magritte. La cascada. 1961. Óleo sobre lienzo. 61 x 75 cm. Esther Grether Family Collection.

 

La QUINTA SECCIÓN de la Exposición es denominada ROSTRO Y MÁSCARA

Otra fuente de incógnitas es el rostro, y también su ausencia en la figura humana. La figura de alguien de espaldas sin que se vea el rostro, dentro del cuadro, funciona como una especie de representante del espectador dentro de la pintura.

Además, Magritte dispone de otras maneras de ocultar el rostro de sus personajes, como taparles la cara con algún objeto colocado ante ella o cubrirles la cabeza con un paño. Del mismo modo que el artista suprime el rostro de donde esperábamos verlo, otras veces lo proyecta, como una máscara, sobre otras zonas del cuerpo o sobre un objeto cualquiera, o incluso sobre el paisaje.

OBRAS DE ESTA SECCIÓN

 

René Magritte. En memoria de Mack Sennett. 1936. Óleo sobre lienzo. 73 x 54 cm. Colección Ville de La Louvière. Bélgica.

René Magritte. El terapeuta. 1941. Gouache sobre papel. 47,6 x 31,3 cm. Colección privada. Berna. Suiza.

René Magritte. El reino encantado. 1953. Óleo sobre lienzo. 68 x 136,2 cm. The Albertina Museum. The Batliner Collection. Viena.

 

René Magritte. Ejercicios espirituales. 1936. Óleo sobre lienzo. 60,3 x 73 cm. Colección Pérez Simón. Méjico.

 

René Magritte. Cosmogonía elemental. 1949. Óleo sobre lienzo. 60 x 70 cm. Colección privada. Cortesía de Connery & Associates.

René Magritte. El balcón de Manet. 1949. Óleo sobre lienzo. 84 x 65 cm. David y Ezra Nahmad.

René Magritte. Perspectiva: Madame Récamier de David. 1951. Óleo sobre lienzo. 60,5 x 80,5 cm. National Gallery of Canadá. Ottawa. Canadá.

René Magritte. La astucia simétrica. 1928. Óleo sobre lienzo. 54 x 73 cm. Colección privada. Berna. Suiza.

 

René Magritte. El principio del placer. 1937. Óleo sobre lienzo. 54 x 73 cm. Colección privada.

Este retrato de Edward James se basa en una foto encargada por Magritte a Man Rey. Al transformar la cabeza en una explosión luminosa, el pintor sacrifica lo más esencial en un retrato, el rostro. La segunda paradoja consiste en que lo que nos oculta la cara del retratado no es como en otros cuadros del artista una manzana u otro objeto, sino la luz, que se supone destinada al revelarnos el aspecto de las cosas.

 

René Magritte. El gran siglo. 1954. Óleo sobre lienzo. 50 x 60 cm. Kunstmuseum Gelsenkirchent. Gelsenkirchent. Alemania.

René Magritte. Sheherezade. 1950. Óleo sobre lienzo. 60 x 45 cm. Colección privada. Cortesía de la Vedovi Gallery. Bruselas.

René Magritte. La raza blanca. 1937. Óleo sobre lienzo. 39 x 29,5cm. The Art Institute of Chicago. Chicago. E.E.U.U.

Música:The Vintage Sound Of 1930s & 1940s Big Band Swing Music.

To be continued in part 3 and last.