TODOS FUIMOS NEGROS y quizá lo volvamos a ser.
Hace unos días, un lector de nombre Carlos, preguntaba de donde salen los negros?
La respuesta genérica es de África, pero para los que se crean eso de las super razas, especialmente algunos centroeuropeos en algún momento de la Historia, les diré que TODOS nuestros ancestros fueron negros.
Una reciente investigación ha puesto de manifiesto que la piel blanca de los europeos, con la que colonizamos buena parte del planeta, tiene apenas 8.000 años de existencia.
En la 84ª reunión de la Asociación Americana de Antropología, se puso de manifiesto la opinión, de que la piel humana ha sido negra durante el 95% de su existencia, y ahora, gracias a los estudios genéticos, se ha podido confirmar lo que era solo una hipótesis.
Hay que partir del punto, en el que se debe diferenciar entre los relatos bíblicos en cuanto a fechas, y los de la ciencia antropológica, siendo estos últimos los ciertos, y los primeros un mero relato, en el que se cuenta una historia que refleja en líneas generales el devenir de la humanidad, pero contada para beneficiar políticamente a sus relatores, o poder llegar a la gente de una época con escasa cultura y formación.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard secuenció los genomas de antiguas poblaciones de toda Europa, comparando las partes genómicas del ADN relativas al color de la piel de 83 individuos de diferentes yacimientos arqueológicos del continente. Este estudio, reveló que los europeos actuales son una mezcla de tres antiguas poblaciones de cazadores y agricultores que llegaron al continente europeo tras la última glaciación -Würm- hace aproximadamente 8.000 años, llegando 4.000 años más tarde otra masiva migración de pastores de Yamnaya -en las estepas al norte del Mar Negro-, que probablemente importaron las lenguas indoeuropeas.
El genetista Ian Mathieson, de Harvard, decidió comparar los genomas de esos 83 europeos antiguos con los de los europeos de hoy día, utilizando para ello la base de datos del 1000 Genoma Project -iniciativa científica iniciada en 2008 internacionalmente para catalogar las diferencias genéticas humanas-; Mathieson encontró cinco genes asociados con cambios en la pigmentación de la piel, generados probablemente por el clima, la dieta y a la selección natural.
En ese cambio de color de la piel estuvieron implicados tres genes diferentes que dieron lugar a la aclaración de la piel, con diferentes intensidades según las zonas, lo que ha implicado una evolución en mosaico, según el lugar a lo largo de los ocho mil años.
Aunque los fósiles de esa época no contienen restos de piel, se presume que los humanos que partieron de África hace 40.000 años a todas las partes del mundo, entre e otras a Europa, tenían la piel oscura, que es necesaria en lugares donde la insolación es muy fuerte, característica que perduró más de 30.000 años, ya que los cazadores y agricultores de ese periodo encontrados en España, Luxemburgo y Hungría no tuvieron en todo ese tiempo la palidez que nos proporcionan las versiones de los genes SLC24A5 y SLC45A2.
Sin embargo, en el norte del Europa, donde hay poca insolación, los cazadores y agricultores del mismo periodo eran ya muy distintos: siete individuos encontrados en un yacimiento al sur de Suecia ya tenían esas mutaciones genéticas de la piel blanca, e incluso uno de ellos, la del gen HERC2/OCA2 que da ojos azules y el pelo rubio.
También llegaron hace 8.000 años los primeros agricultores del cercano Oriente Próximo, que ya tenían también los genes de piel clara, y entonces, poco a poco, en el sur, empezó nuestro “aclaramiento”, aunque hasta hace 6.000 años nos faltaba mutar un gen para eliminar definitivamente nuestros rastros de negritud.
Los científicos también han encontrado explicación genética a la más baja estatura de los mediterráneos, respecto a los nórdicos. Con la llegada de los agricultores y ganaderos esteparios, en el norte y centro de Europa se extendieron las variantes genéticas de estas poblaciones relacionadas con su mayor estatura, mientras que la selección hizo que, en Italia y España, sobre todo en nuestro país, hace 6.000 años, la estatura se contrajera debido a una dieta pobre.
Además, en el mismo trabajo, han confirmado que los cazadores-recolectores y los primeros agricultores europeos, no podían digerir los azúcares de la leche hace 8.000 años, pues carecían de la versión del gen -LCT- que nos permite digerir y asimilar este producto cuando somos adultos, una tolerancia que no llegó a Europa hasta hace 4.300 años.
O sea que venimos de ser negros, y volveremos a estar negros sin duda, no por la mutación genética, sino por los Trump, Biden, Putin, Jinping, Pedros, Pablos, Danieles Ortegas, Irenes varias, Rufianes, Aitores Estebanes …, a los que la ciudadanía les preocupa casi nada.
Música: Angelitos negros. Antonio Machín.
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