El Real Madrid tiene baraka.

Ayer en el  Etihad Satadium  del Manchester City, el Madrid reeditó la batalla de las Termópilas con  esfuerzo denodado y muy mal juego, contra un ejército de hacer brillante, apoyado por una numerosa, vocinglera y deportiva afición.

Jerjes (Guardiola), no pudo en este caso con Leónidas (Lunin), quizá porque el Real Madrid no permitió traidores en sus filas como en el caso de los espartanos -traidor griego-, y aunque fue patético el juego del Real, todos trabajaron hasta la extenuación.

Del lanzamiento de penaltis ni comentario: los tres últimos tirados por soldados no considerados de mucha clase y no especialistas en esa suerte, y vaya si cumplieron: como  lo que son.

El Real Madrid tiene baraka y con él hay que estar atento siempre hasta algo después de que suene el pitido final. ¡HALA MADRID!