Viaje a Egipto. Parte 7.

Las tumbas especiales

 La tumba de Ramsés V y VI (KV 9)

Ramsés V y VI fueron dos faraones de finales del Imperio Nuevo.

La KV 9 fue una tumba violada desde tiempos antiguos, debido a su monumentalidad; en ella se han encontrado más de 1.000 dibujos de época grecorromana y copta.

La decoración de esta tumba es una de las mejores del Valle de los Reyes. En los primeros corredores encontramos el Libro de las Cavernas, el Libro de las Puertas y referencias astronómicas, entre las que destacan los relojes estelares ramésidas.

En la sala del carro o pilares, puede verse el sepulcro de Osiris y una escena en la que Osiris aparece sentado. También destaca en el techo el Libro de los Cielos y puede verse como la barca solar se dirige hacia la boca de la diosa Nut, representando que el día llega a su fin.

La cámara sepulcral es impresionante y aquí encontramos la primera versión completa del Libro de la Tierra, pudiendo ver en el techo ver relatos del Libro del Día y el Libro de la Noche. Pasada la cámara sepulcral, hay una pequeña sala en la que se representa una escena en la que el dios Nun alza la barca solar sobre cuyo disco vemos formas asociadas en Osiris y en la diosa Nut. La escena final es del Libro de las Puertas.

La tumba de Tutankhamon (KV 62)

El 24 de noviembre de 1922 Howard Carter pudo ver el interior de la tumba de Tutankhamon, en la que nadie había entrado desde hacía 33 siglos. En su momento, quedó cubierta por la tumba de Ramsés IX (KV 6), por lo que estuvo oculta mucho tiempo hasta su descubrimiento, dado que era dificil sospechar de la existencia de una tumba debajo de otra.

Todo los tesoros hallados en el interior de la tumba de Tutankhamon está depositado en el Museo de Egipto.

Tutankhamon fue un faraón de la Dinastía XVIII, que gobernó tras Akhenaton y que murió muy joven. Su reinado no tuvo especial relevancia y, desde luego, no puede compararse con el reinado de otros faraones del Imperio Nuevo como Tutmosis III o Ramsés II. Por eso, su tumba es de modestas dimensiones y casi parece más la tumba de un noble que la de un faraón.

En el interior solo encontramos decoración en la cámara sepulcral y destacan las escenas en las que podemos ver a Tutankhamon junto a su sucesor Ay, vestido con piel de pantera, actuando de sacerdote en el ritual de Apertura de la Boca y frente al dios Osiris. También destaca la escena del cortejo fúnebre, en la que los funcionarios arrastran un carro de transporte con el cuerpo del faraón, pudiendo ver en otra de las paredes una versión muy abreviada del Libro del Amduat, con los 12 babuinos que representan las 12 horas de la noche, y en un extremo la barca solar con un escarabajo.

Plano de la tumba. Leyenda: (1) Cámara del tesoro, (2) Cámara mortuoria, (3) Tercera puerta de acceso, (4) Antecámara, (5) Anexo, (6) Cuarta puerta de acceso, (7) Segunda puerta de acceso, (8) Pasillo, corredor, (9) Primera puerta de acceso, (10) Escalera, (A) Pared de yeso, (B) Pared maciza, (C) Nicho.

La tumba de Seti I (KV 17)

Es uno de las tumbas más ricas y completas del Valle, perteneciendo al segundo faraón de la Dinastía XIX, Seti I.

Fue descubierta en 1817 por Belzoni y en su descripción dice lo siguiente: “Puedo considerar el día de ese descubrimiento como uno de los más afortunados de mi vida. Y quienes saben, por experiencia, tener éxito en una empresa larga y penosa más allá de lo esperado son los únicos que pueden imaginar la alegría que me dominó al penetrar como primero de todos los hombres que actualmente viven en el globo, en uno de los más hermosos monumentos del antiguo Egipto; en un monumento que se había perdido para el mundo y que está tan bien conservado que se diría que acababan de terminarlo un poco antes de nuestra entrada”.

La tumba tiene dos sectores claramente diferenciables. Por una parte, lo que es la tumba propiamente dicha, desde la entrada a la cámara sepulcral y, por otra, un corredor que parte desde la cámara sepulcral y que avanza con gran inclinación hacia un punto muy cercano al nivel freático, relacionado con el mundo de Sokar, el dios del Más Allá.

Desde la entrada, en los primeros corredores se puede ver, como viene siendo habitual, la Letanía de Ra, partes del Libro del Amduat y el Libro de las Cavernas. En la sala del carro se pueden ver los muros pintados de blanco, exceptuando una escena en la que Seti I está siendo presentado por Horus al dios Osiris. En los muros hay escenas procedentes del Libro de las Puertas.

Desde esta misma sala, además, se accede a una cámara anexa lateral, que es muy interesante, aunque la iconografía está solamente esbozada, pero se puede intuir así la manera en que trabajaban en la elaboración de la misma.

Después se pasa por un corredor en el que hay las escenas del ritual de Apertura de la Boca, y una sala en la que Seti I aparece siendo recibido por diferentes divinidades para llegar a la bonita cámara sepulcral. Aquí destaca un gran techo astronómico donde se representan diferentes constelaciones en un techo abovedado, recordando de alguna manera a la forma de la bóveda celeste. En los muros se encuentran distintas partes de los Libros del Amduat y del Libro de las Puertas. Existen cuatro salas anexas a la cámara sepulcral.

Como se señaló con anterioridad, para visitar las 3 Tumbas especiales, hay que pagar, no estando su visita incluida en el ticket general del Valle de los Reyes; me llamó la atención el precio de la visita a la de Seti I, unas 10 veces más que la de las otras 2: 1.400 libras egipcias, o sea alrededor de 50 €.

Tras este atracón del Valle de los Reyes, que en realidad daría para muchos días, y solo para hacer un sightseeing, comimos ya muy tarde, y partimos para ver el Valle de las Reinas, el Valle de los Artesanos, MEDINET HABU  con el Templo de Ramses III, de Hatshepsut y los Colosos de Memnón, todo ello muy rápido, por el escaso tiempo disponible.

El Valle de Las Reinas

El Valle de las Reinas se encuentra situado en el oeste del río Nilo a la altura de la ciudad de Lúxor y muy cerca del Valle de los Reyes; es un complejo de tumbas, lugar de enterramiento de las esposas del faraón, príncipes, princesas y miembros de la nobleza.

Aunque la representante real fundadora de la dinastía XIX, la reina Sitra, es considerada la fundadora del Valle, lo cierto es que ya se habían excavado varias tumbas y pozos funerarios de las dinastías XVII y XVIII frente a él.

Sin embargo, fue gracias a Sitra que este lugar pudiera ser empleado  libremente como necrópolis de las esposas e hijos de los reyes gobernantes.

La primera tumba real fue descubierta por Belzoni en 1816, correspondía a Titi. John Gardiner Wilkinson encontró 24 tumbas en 1828. Champollion y Rossellini descubrieron las tumbas más antiguas en 1829 y Carl Richard Lepsius realizó un nuevo inventario   posteriormente, documentando y recuperando numerosos objetos.

Ernesto Schiaparelli y Francesco Ballerini iniciaron una sistemática excavación del Valle de las Reinas en 1903 y descubrieron la tumba de Nefertari, la joya de la necrópolis tebana.

Hay más de 90 tumbas en el valle principal, Fue conocido como Ta-Set-Neferu -el lugar de la belleza-. Además del wadi principal, el Valle de las Reinas también contiene:

  • El Valle del Príncipe Ahmose
  • Valle del Dolmen
  • El Valle de la Cuerda
  • Valle de los Tres Pozos

 

Estos valles secundarios tienen 19 tumbas. Los entierros se remontan a la XVIII Dinastía.

Una gruta sagrada, dedicada a la antigua diosa egipcia Hathor, se encuentra a la entrada del Valle de las Reinas. Se supone que esto tiene una asociación con el rejuvenecimiento de los muertos.

La mayor parte de las tumbas no están abiertas al público. La visita a algunas está incluida en el precio general de la visita, mientras que otras tienen tarifa de entrada adicional. Están numeradas igual que la de los Reyes con 2 letras, pero la primera en vez de ser K es Q -queen-.

Tumbas incluidas en la visita general del Valle de las Reinas

Tumba de la Reina Tití (QV52)

La tumba de la reina Titi es una de las tumbas reales más pequeñas que se encuentran en el Valle de las Reinas. Lo que atrae de esta tumba es el tentador misterio que rodeó siempre a la reina Titi.

A partir de las representaciones únicas y poco comunes dentro de la tumba, se exageran las especulaciones sobre ella, su edad y la posición real de Titi.

Tumba del Príncipe Khaemwaset (QV44)

Con el título de Sacerdote de Ptah, Khaemwaset tuvo un papel importante en el entierro de otros miembros de la realeza y de la nobleza. Su tumba fue encontrada con muchos sarcófagos apilados fuera de la entrada principal.

Dentro de la tumba, son interesantes las pinturas y decoraciones que se mantienen en buen estado. Muchos representan influencias del más allá.

Tumba del Príncipe Amenherkhepshef (QV55)

Uno de los hijos de Ramsés III, el príncipe Amenherkhepshef, tiene una tumba que es uno de los mejores monumentos del Valle de las Reinas. Aunque el saqueo ha afectado a la tumba, la estructura y las decoraciones permanecen en aceptable estado.

Consta de un plano de construcción simple, cuya habitación más notable es la cámara, que se encuentra pasada la cámara del sarcófago. Este anexo fue construido para proporcionar acceso a Amenherkhepshef al dominio de Osiris.

La joya del Valle de las Reinas es la tumba de la reina Nefertari que es de pago (no incluida en el ticket general).

La Tumba de la Reina Nefertari (QV66)

Conocida como La Gran Esposa Real de Ramsés II, Nefertari fue una de las reinas más conocidas de Egipto. Su tumba es sin duda la más llamativa de las existentes. Las paredes contienen obras de arte finamente detalladas, mientras que estrellas doradas adornan los techos.

La tumba de Nefertari es la más grande y una de las tumbas más bellas de todo Egipto. Cuando se construyó, la tumba tenía 480 metros cuadrados de pinturas que cubrían las paredes y las columnas. Aún quedan en buen estado dos tercios de esta superficie. Las pinturas tienen detalles del rostro de Nefertari, enfatizando su belleza. Algunas de las escenas tienen líneas de color azul, rojo, verde y amarillo, que representan direcciones para navegar al paraíso a través del más allá.

Música egipcia.

To be continued in pàrt 8.