Los Plantagenet ingleses, con Aquitania y la Gascuña de ida y vuelta, y los Borgoña de Castilla. Parte 4.
Leonor Plantagenet llevó a la Corte castellana una nueva forma de hacer política, una posición de la mujer más participativa en las cuestiones de gobierno y una nueva relación con la Iglesia, lo que sin duda repercutió en el futuro inmediato del devenir de los reinos peninsulares. Construyó Santa María la Real de las Huelgas, dirigido y habitado por mujeres, en recuerdo de su Fontevrault de la niñez -donde fueron enterrados sus padres y su hermano Ricardo- consiguiendo la exención de los diezmos a la Iglesia y la independencia del obispado.
Santa María Real de las Huelgas. Burgos.
Alfonso VIII y Leonor murieron en 1214 -enterrados en las Huelgas-, siendo sucedidos por su hijo Enrique I que sólo reinó 3 años por morir en accidente a los 13 años.
El abuelo de Alfonso VIII, Alfonso VII El Emperador, dividió como todos al final de sus días –blandito-, hasta entonces, sus reinos entre sus dos hijos: a Sancho le dio Castilla –Sancho III, padre de Alfonso VIII- y a Fernando, León, reinando con el nombre de Fernando II, que sería el padre de Alfonso IX de León.
Sancho III de Castilla, El Deseado, reinó solamente un año hasta su fallecimiento (siempre rodeado de sospechas de asesinato) en 1159, habiendo contraído matrimonio con la hermana del rey de Navarra Sancho VI, Blanca Garcés de Navarra, con la que tendría un hijo, Alfonso, el futuro Alfonso VIII de Castilla.
Sancho fue el creador de la Orden de Calatrava cuando los caballeros templarios rehusaron mantener la defensa de la plaza fronteriza de Calatrava que les había sido encomendada por Alfonso VII en 1147. Sancho III fue enterrado finalmente en la Catedral de Toledo.
Alfonso IX de León casó en primeras nupcias con Teresa de Portugal, matrimonio que fue anulado por consanguinidad, y del que nacieron las infantas Sancha y Dulce.
Alfonso IX de León, padre de Fernando III –El Santo- de Castilla, más tarde también rey de León.
Leonor sugirió a su marido Alfonso VIII la importancia de la boda de su hija mayor Berenguela de Castilla con Alfonso IX de León, ahora disponible tras la anulación de la unión con Teresa de Portugal, consiguiendo su objetivo. Tuvieron cinco hijos -el varón mayor fue Fernando-, y nueve años después, la Iglesia anularía este matrimonio también por el mismo motivo que el de Teresa, y el de casi todos a esos niveles, la consanguinidad, que parecía no existiese en el momento de la boda.
Durante estos años, Berenguela consiguió de su marido Alfonso IX, que retirara los derechos de Teresa de Portugal y sus dos hijas a la corona de León en favor de su hijo Fernando. Tras la anulación de su matrimonio, Berenguela volvió a Castilla, siendo su hijo Fernando retenido en León por su padre, escapándose de la corte leonesa, al tener noticias de su madre de la muerte de Enrique I de Castilla por accidente, hijo de Alfonso VIII y Leonor Plantagenet.
Esta huida hizo que Alfonso IX y su hijo Fernando se distanciaran, haciendo que la animadversión del rey leonés hacia los castellanos le animara a cambiar el testamento de nuevo, a favor de Sancha y Dulce.
La corona de Castilla fue reclamada de forma inmediata por Berenguela, la hija mayor de los reyes, y hermana mayor del fallecido Enrique I, y al mes siguiente de ser reconocida reina, abdicó a favor de su hijo Fernando -hijo de Alfonso IX de León- que reinaría con el ordinal III, El Santo, durante 35 años en Castilla, y desde 1230 hasta su fallecimiento en 1252, en León; Los reinos de CASTILLA Y LEÓN estaban unidos.
Se puede ver la acción política brillante de Berenguela, siguiendo la linea de su madre, parecida a la actitud de otra de sus hermanas Blanca, reina consorte de Francia y mujer de Luís VIII, en relación con la política unificadora de san Luís IX de Francia, lo que hace deducir la influencia de la educación política de sus hijos trasmitida por Leonor Plantagenet.
Fernando III el Santo, rey de Castilla y León.
Los partidarios de Fernando, no respetaron el último testamento de su padre en favor de Sancha y Dulce, reivindicando el trono de León, e instando a reunirse a las dos reinas consortes en 1230, Teresa de Portugal y Berenguela de Castilla, consiguiendo que se firmara la Concordia de Benavente o Tratado de las Tercerías, en la que se declaró nulo el testamento de Alfonso IX y se le otorgó la corona de León a Fernando a cambio de una compensación de 30.000 maravedíes anuales a Dulce y Sancha y el usufructo de algunas posesiones mientras vivieran. El documento fue rubricado por el Papa Inocencio III.
Bartolomé Esteban Murillo. San Fernando III. 1672. Óleo sobre lienzo. 56 x 38 cm. Museo del Prado. Madrid.
Fernando III podría haberse apodado perfectamente El Reconquistador, ya que desde el primer momento de su reinado salió de Toledo, conquistando todo lo que encontraba a su paso: Ciudad Real, Jaén, la ciudad de Córdoba en 1236, Sevilla en 1248 y cuentan las crónicas que Medina-Sidonia, Alcalá de los Gazules, Vejer, El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Alpechín, Rota, Trebujena y Cádiz, llegando a las puertas de la vega granadina, donde supieron negociar los musulmanes con devolución de presos y dinero, regresando Fernando III a Toledo. La muerte le cogió haciendo preparativos para una expedición militar al norte de África.
Al finalizar su reinado, los musulmanes sólo poseían en Andalucía, Tejada, la Taifa de Niebla, y el Reino de Granada, éste como feudo castellano.
Fue canonizado siendo papa Clemente X, en 1671, siendo rey de España el último Austria Carlos II El Hechizado.
Toma de Sevilla, que muestra a Axataf entregando las llaves de la ciudad a Fernando III frente a una de las puertas de la ciudad, en una obra de alrededor de 1750. El autor hizo figurar la Catedral tal y como los cristianos la construyeron. El cuadro muestra también a la Virgen de los Reyes en los cielos en el momento de la entrega.
To be continued in part 5 and last.
Música: extraída de la Danza inglesa del Siglo XIII llegada al mercado de Oxford, interpretada por el grupo sevillano de música medieval, Artefactum.
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Como siempre preciso, elaborado y con buena música. Desayuno contigo cada domingo. Gracias.