Categoría: El abuelo cebolleta

REINO UNIDO DE LA GRAN BRETAÑA E IRLANDA DEL NORTE. La COMMONWEALTH o Mancomunidad de Naciones.Parte 2.

 

La Mancomunidad de Naciones –Commonwealth of Nations-, es una organización compuesta en la actualidad por 54 países, unos soberanos e independientes y otros semi independientes, la mayor parte de los cuales comparten lazos históricos con el Reino Unido  a excepción de Ruanda y Mozambique.

El objetivo principal de esta mancomunidad es la cooperación internacional en el ámbito político y económico, y su pertenencia, no implica sumisión alguna a la corona británica. El ingreso de Mozambique -antigua colonia portuguesa-, ha reforzado el carácter internacional heterogéneo de la asociación.

El monarca del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte es la cabeza de la organización.

En 1917, en las Conferencias Imperiales, fue presentada una propuesta con el término Mancomunidad Británica de Naciones, previendo los necesarios reajustes constitucionales para las relaciones futuras entre los componentes del Imperio, asistiendo a la Conferencia de Paz de 1919 delegados de los dominios británicos. El término recibió reconocimiento legal por primera vez, cuando en el Tratado Anglo-Irlandés de 1921 -que puso fin a la guerra anglo-irlandesa dando lugar al Estado libre de Irlanda-, apareció el término Mancomunidad Británica de Naciones sustituyendo al de Imperio Británico en la redacción del juramento tomado por a los miembros del Parlamento del Estado Libre de Irlanda.

En la Declaración Balfour de la Conferencia Imperial de 1926, se estableció que Gran Bretaña y sus dominios eran iguales en estatus, en modo alguno subordinado uno a otro en cualquier aspecto de sus asuntos internos o externos, aunque unidos por la lealtad común a la Corona, y libremente asociados como miembros de la Mancomunidad Británica de Naciones.

La Mancomunidad continuó fraguándose en la Conferencia Imperial de 1930, donde el gobierno británico reconoció ciertos derechos de autodeterminación de sus colonias, formalizándose los mismos en el Estatuto de Westminster de 1931, que se aplicó a algunas, sin necesidad de ratificación, aunque otras tuvieron que ratificar el estatuto para que entrara en vigor, por su particular legislación.

Después de la finalización de la Segunda Guerra Mundial -septiembre de 1945-, el Imperio británico se fue deshaciendo poco a poco, a excepción de los 14 territorios británicos de ultramar -expuestos en post anterior-.

Y en abril de 1949, en la Declaración de Londres, desapareció la palabra británica del nombre de Mancomunidad Británica de Naciones, quedando en Mancomunidad de Naciones, como una expresión de la posible heterogeneidad de los orígenes de sus componentes y la manifestación de NO prevalencia de ninguna sobre otra.

Algunas colonias se convirtieron en repúblicas y otras en reinos, la mayor parte deseando no cortar sus lazos con el Reino Unido.  Algunas fueron expulsadas -especialmente por el quebrantamiento de los derechos humanos- y luego readmitidas, mientras que otras salieron definitivamente. Las dos únicas colonias que se convirtieron es estados independientes y no se unieron a la Commonwealth fueron Birmania  –República de la Unión de Myanmar, independiente en 1948- y Adén en 1967-.

Entre los que fueron en su día protectorados británicos o mandatos, hubo más deserciones. No entraron en la COMMONWEALTH OF NATIONS, Egipto -independiente desde 1922-, Irak -1932-, Palestina británica -parte de la cual se convirtió en el estado de Israel en 1948-, Transjordania -1946-, Sudán -1956-, Somalilandia británica -unida a la Somalia italiana en 1960 formando Somalia-, Kwait -1961-, Bahrein, Omán, Qatar, y Emiratos Árabes Unidos, estos cuatro últimos independientes del protectorado del Reino Unido desde 1971.

Algunos estados ingresaron en la Mancomunidad sin haber tenido relación alguna con el Imperio británico como Zimbabue -antigua colonia portuguesa admitida y expulsada en 2003, aunque ahora se estudia su readmisión- o Ruanda -antiguo protectorado alemán y luego belga-.

 

Es de destacar, la salida de la Mancomunidad de Naciones en 1949 de la República de Irlanda, independiente del Reino Unido desde 1922, .

Mención importante por su entidad merece la India -independiente desde el 15 de agosto de 1947 y miembro de la Commonwealth desde ese año-, que al aceptar la Declaración de Londres de 1949 y tras convertirse en una república en enero de 1950, accedió a aceptar al soberano británico como un símbolo de la libre asociación de sus naciones miembros independientes y como tal, cabeza de la Commonwealth.

Las colonias y protectorados o mandatos se convirtieron en repúblicas o monarquías constitucionales con sus propios presidentes o monarcas, y aunque algunos países con monarquía adoptaron al monarca del Reino Unido como propio, sus monarquías se han desarrollado de manera diferente, siendo absolutamente independientes de la monarquía británica. Estos últimos países son denominados Reinos de la Mancomunidad, habiendo adoptado al monarca del Reino Unido como jefe del Estado simbólico,.

El  poder político verdadero en cada país es llevado a cabo enteramente por el primer ministro, pero el gobernador general y el monarca británico realizan actividades simbólicas, ceremoniales y culturales.

La COMMONWEALTH tiene en la actualidad 54 miembros, con unos 2.000 millones de habitantes de los que 16 son Reinos de la Mancomunidad.

Estos Reinos son:

En Ámerica, 10: Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas.

En Oceanía, 5: Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón y Tuvalu.

En Europa, 1: Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

En todos ellos, el monarca es el rey Carlos III de Australia, de Canadá, de Nueva Zelanda…

El total de los 54 países, a los que habría que añadir como 1 más, los 14 Territorios británicos de ultramar, son:

Antigua y Barbuda, Australia, Bahamas, Bangladesh, Barbados, Belice, Botsuana, Brunéi, Camerún, Canadá, Chipre, Dominica, Fiyi, Gambia, Ghana, Granada, Guyana, India, Jamaica, Kenia, Kiribati, Lesoto, Malaui, Malasia, Maldivas, Malta, Mauricio, Mozambique, Namibia, Nauru, Nigeria, Nueva Zelanda, Pakistán, Papúa Nueva Guinea, Ruanda, Islas Salomón, Samoa, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Seychelles, Sierra Leona, Singapur, Sri Lanka, Suazilandia, Sudáfrica, Tanzania, Tonga, Trinidad y Tobago, Tuvalu, Uganda, Vanuatu, Zambia y con el número 35 Los 14 Territorios británicos de ultramar (dependientes de la Corona del Reino Unido).

El Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte es un Estado unitario, soberano e independiente, compuesto básicamente por cuatro países constituyentes o naciones constitutivas. Tres de ellos están en la isla de Gran Bretaña: Escocia, Gales e Inglaterra y el cuarto, Irlanda del Norte, asentado en la parte norte de la isla de Irlanda, teniendo una extensión aproximada de la sexta parte de esa isla.

Aunque la historia de las islas británicas se remonta a miles de años atrás, habiendo sido lugar de paso de celtas, romanos, germanos o vikingos, la formación del Reino Unido se ha ido realizando durante varios siglos, siendo su base el reino de Inglaterra, al que fue unido Gales -formalmente en el siglo XVI-, más tarde, Escocia -de hecho con Jacobo Estuardo VI de Escocia y I de Inglaterra y de derecho por el Acta de Unión de 1707 con Ana Estuardo-, y por fin Irlanda a principios del siglo XIX, que luego se escindió, naciendo la República de Irlanda, excepto Irlanda del Norte que sigue formando parte del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

Música:  Parcial, Concierto  para piano y orquesta  adagio nº 23 de Wolfang Amadeus Mozart.

To be continued in part 3

REINO UNIDO DE LA GRAN BRETAÑA E IRLANDA del Norte. Parte 1.

 

Una vez llegados a los orígenes del rey Carlos -Charles Philip Arthur George- III del Reino Unido de la Gran Bretaña y de Irlanda del Norte,  veremos como se ha llegado a la estructura actual del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, para lo cual es necesario especificar inicialmente los territorios que componen geográficamente hoy este gran país. El Estado del Reino Unido está asentado en la isla de Gran Bretaña y en la parte norte de la isla de Irlanda, además de en otras pequeñas islas de los alrededores. A veces son confundidos los conceptos Reino Unido, Gran Bretaña, Inglaterra o islas británicas.Read More

Navarra: Casas reinantes y sus monarcas mientras fue reino.

El reino de Navarra surgió en un territorio, en el que tras un periodo inicial de expansión, fue decreciendo paulatinamente en extensión y en consecuente grado de influencia, debido a las disputas entre las clases dirigentes y las conquistas realizadas por los reinos vecinos.Read More

EL ARTE DEL TRAMPANTOJO.

Para que el arte consiga engañar a la vista, el artista debe tratar con sutileza la perspectiva. El trampantojo nos tiende una trampa para que veamos lo que no es.

Si el concepto habitual de pintura es el de la figuración o representación en una superficie -dos dimensiones- intentando crear la realidad con las normas de la óptica y de la perspectiva, el trampantojo excede esa intención, ya que busca confundir al observador que en un momento dado, toma por real lo que es bidimensional. El propósito del pintor es el de engañar al espectador deliberadamente.Read More

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LAS PROPINAS.

Parece ser que las propinas tienen su origen en la Inglaterra del siglo XVI, cuando los invitados de nivel socio económico alto, daban dinero a los empleados de sus anfitriones que les habían atendido durante la estancia, haciéndolo naturalmente, por medio de un sirviente propio.Read More

GÜELFOS Y GIBELINOS. Parte 3.

Tras el período carolingio, es decir tras Luis III el Ciego, el centro de gravedad de Europa Occidental se había desplazado desde la zona de los francos al otro lado del Rin, convirtiéndose Germania en la gran potencia regional, adquiriendo los señores feudales una gran relevancia política, nombrando entre ellos un rey para que fuera nombrado emperador.

Durante siglos, estos reyes alemanes trataron de afianzar su posición frente al resto de señores feudales que los eligieron -creando dinastías-, deseando también devolver a Europa la gloria imperial, haciéndose coronar emperadores en Roma, por el papa, como muestra de reafirmación divina.Read More

GÜELFOS Y GIBELINOS. Parte 2.

El inicio de la edad de hierro u oscura de la Iglesia católica puede señalarse con la muerte violenta del Papa Juan VIII -882-, que parece ser murió envenenado y posteriormente golpeado en la cabeza con un martillo. Coronó emperadores a Carlos II el Calvo en 875 y a su hermano Carlos III el Gordo en 881. Muchos de sus sucesores fueron destituidos, asesinados o encarcelados, con papados de muy corta duración. Fueron antipapas de este periodo Cristóbal, Dono II, Bonifacio VIIque asesinó a dos Papas: a Benedicto VI violentamente y de hambre a Juan XIV- Juan XVI, Gregorio, Benedicto X y Honorio II.

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GÜELFOS Y GIBELINOS. Parte 1.

La Iglesia católica fue uno de los pilares básicos de la sociedad medieval, encontrándose con frecuencia inmersa en una sucesión de luchas por el poder, conspiraciones y guerras dentro y fuera de su organización, que buscaban la primacía no sólo en lo espiritual, sino también en lo temporal.

En los primeros tiempos de la Iglesia, los obispos solían ser elegidos por los componentes de su comunidad, consagrados por obispos de diócesis vecinas. En el caso del Papa, obispo de Roma, los clérigos, bajo la supervisión de los obispos escogían un candidato, presentándolo al pueblo de Roma que lo confirmaba o no. Con el tiempo, esta potestad fue siendo absorbida por las familias nobles romanas, lo que llevó a tenebrosas estrategias para lograr los objetivos de cada familia, dándose el caso de elección simultánea de más de un obispo de Roma.Read More

LA REBELIÓN DE LAS ALPUJARRAS. Expulsión de los moriscos de los Reinos de España. Parte 6.


 

Rebelión de las Alpujarras

Tercera fase, de enero a abril de 1.570.

Cuando Felipe II destituyó al marqués de Mondéjar como capitán general de Granada y nombró a don Juan de Austria, le dio a su hermanastro un ejército regular traído de Italia y del Levante, sustituyendo la milicia local que combatía hasta entonces, por una más profesional, partiendo el 26 de noviembre de1569 hacia Baza. El 23 de diciembre destruyó el presidio morisco de Güéjar para despejar la marcha, y el 29 de diciembre de 1569 con 3.000 infantes y 400 jinetes, llegó a la villa de Iznalloz, evitando el paso del puerto de la Mora. Al día siguiente, llegó a Guadix, y el 1 de enero a Baza, en donde permaneció varios días estudiando la situación. Allí le esperaba el comendador mayor de Castilla que se había trasladado desde Cartagena, llevando artillería, armas, munición y bastimentos.

Asedio de la Galera

El 19 de enero de 1570 se dirigió a la Galera, siendo recibido por el marqués de los Vélez, al que relevó en el mando de las operaciones de asedio. Disponía de 12.000 infantes y 300 jinetes. Se asentaron las baterías contra la villa de Galera y se hicieron dos asaltos, uno a la iglesia y otro a la villa que resultaron fallidos. Los defensores eran unos 3.000.

A pesar de utilizar masivamente la artillería, y pese a los varios asaltos fallidos, los sitiados no cedieron, excavando entonces los asediadores galerías subterráneas para colocar cargas explosivas que volaran las defensas. Tras las voladuras, el 7 de febrero entraron los cristianos al asalto, con cientos de bajas mientras los moriscos perdieron más de 2.000 hombres. La Galera fue destruida tras un completo saqueo.

Desastre de Serón

El 14 de febrero don Juan partió hacia Cúllar y Baza, para preparar la campaña de Almanzora. El 17 de febrero acampó en Caniles y, entre el 18 y el 22 de febrero, realizaron los españoles varias escaramuzas que acabaron mal.

Se dirigieron a Serón en donde al igual que en Válor, la tropa, desatendiendo su misión y pensando sólo en el saqueo, entró imprudentemente en la localidad dando tiempo a que llegaran hasta 6.000 musulmanes que acuchillaron a más de 600 cristianos.

El duque de Sessa acudió con 2.000 hombres en ayuda de don Juan de Austria, volviendo sobre Serón, ansioso de vengar la derrota. Esta vez, viéndo los moriscos tan gran orden, no se enfrentaron a ellos, incendiando la población y huyendo sierra arriba.

Conquista de Almanzora

El 21 de marzo se asaltó Tíjola la Vieja, la que previamente y en secreto, había sido abandonada por los moriscos, dejando allí a las mujeres y niños. Con sorpresa, se llegó a las fortalezas de Purchena, Cántoria, Tahal y otras, todas abandonadas, en las que Juan de Austria fue dejando pequeñas guarniciones.

El nuevo rey de los moriscos Aben Abóo había escrito al sultán otomano y al secretario del rey de Argel, relatándoles la triste situación en que se encontraban los desgraciados musulmanes de su reino, acometidos por los fuertes ejércitos cristianos, y reclamaba de ellos con urgencia, los auxilios que habían ofrecido. La reclamación de Aben Abóo, como las anteriores de Aben Humeya, no produjo sino buenas palabras tanto del turco como del argelino.

Cuarta fase, de abril de 1.570 a primavera de 1.571.

El avance de las tropas de Felipe II abrió una gran brecha en el bando morisco, entre los partidarios de continuar la lucha y los que defendían la necesidad de negociar la rendición. En mayo se produjo una entrevista en el Fondón de Andarax tras la que muchos moriscos depusieron las armas o huyeron al norte de África.

Poco después, el líder de los partidarios de la negociación, nombrado por Abén Aboo, El Habaquí, fue detenido y ejecutado por orden del rey morisco que lo había nombrado. Los combates se desplazaron entonces a la Serranía de Ronda en donde los moriscos concentraron sus fuerzas en la sierra de Arboto.  De allí fueron desalojados el 20 de septiembre por el duque de Arcos y el corregidor de Málaga

A partir de ese momento comenzó la deportación de los moriscos de todo el Reino de Granada. Los moriscos de Granada que habían sobrevivido -unos 150.000-, incluidos rebeldes o no, fueron deportados a otros lugares de la Corona de Castilla -unos 80.000-, huyendo el resto a tierras africanas.

La deportación general granadina se inició el 1 de noviembre de 1570 y los moriscos reunidos fueron conducidos a los centros de siete zonas designadas. Algunos fueron expulsados de los reinos de España en ese momento.

Mientras tanto, don Juan de Austria se encontraba en Terque, el río Almería y los Padules de Andarax; el duque de Sessa por Adra, Castell de Ferro y Berja. Al prohibir con graves penas el saqueo a la tropa, las deserciones proliferaron, hasta que de los 10.000 hombres de la Alpujarra solo le quedaron unos 4.000 a don Juan de Austria.

Aunque a partir de octubre de 1.570 las rendiciones de los moriscos fueron masivas, varios miles siguieron resistiendo, refugiándose en cuevas, donde muchos de ellos murieron asfixiados, ahogados por el humo de las hogueras que prendieron las tropas cristianas en sus entradas para obligarles a salir.

La tierra granadina se fue poblando de cristianos, al principio con alguna dificultad, pero después con el aliciente de las haciendas que el rey mandó distribuir y de los privilegios y franquicias que otorgó a los nuevos pobladores. No faltaron cristianos que quisieron ir a vivir a Granada, especialmente gallegos.

Aben Abóo, que todavía andaba por la sierra con ya solo 400 hombres, se guarneció en una cueva entre Bérchules y Trevélez, siendo asesinado por sus partidarios en marzo de 1.571, fecha en la que se dio por terminada la Guerra o Sublevación de las Alpujarras.

Expulsión de los moriscos en 1609.

Gabriel Puig Roda. Expulsión de los moriscos. 1894. 355 x 556 cm. Museu de Bellas Artes de Castelló.

Tras finalizar la insurrección, la población morisca total, se estimaba en 319.000 en toda España, pero distribuida de desigual manera: en Aragón 61.000, en Valencia 135.000 y en Castilla 110.000

En enero de 1.609 el Consejo de Estado comenzó a debatir sobre la expulsión de todos los moriscos, utilizando como razón principal, la seguridad del estado. El 4 de abril, el Consejo tomó la decisión de recomendar la expulsión de los moriscos al monarca.

Felipe III, que había relevado a su padre tras su muerte -1598- aceptó dicho consejo, y el 9 de abril de 1.609 decretó la expulsión de los moriscos de España.

Se decidió que la expulsión empezara por el reino de Valencia, al considerar esta región la más problemática para la ejecución de la expulsión, por el elevado número de población morisca, por estar concentrados en poblaciones montañosas y por su cercanía al litoral, accesible desde el norte de África.

Los preparativos para la expulsión de los moriscos de Valencia se llevaron a cabo en secreto para evitar insurrecciones. Se concentraron galeras en el Mediterráneo, se enviaron tropas y acudió la flota del Atlántico. A inicios del otoño tercios provenientes de Italia ocupaban posiciones estratégicas y escuadrones navales estaban en los puertos de Alfaques, Denia y Alicante. Todo estaba preparado.

El 22 de septiembre de 1.609 se publicó el decreto de expulsión en Valencia. En este decreto se ordenaba la expulsión, aunque contenía una cláusula que eximía a los niños menores de 4 años, elevado después hasta los 14 años, si sus padres estaban de acuerdo.

Se permitió a los moriscos que conservaran sus bienes muebles, pero sus posesiones, sus casas y sus cultivos pasarían a formar parte de las propiedades de sus señores como compensación. La destrucción o incendio de cualquier propiedad estaba penada con la muerte.

Los moriscos tras ser obligados a pagar el pasaje, fueron transportados al norte de África, donde en ocasiones fueron atacados por la población de los países receptores. Esto causó temores en la población morisca restante, produciendo el 20 de octubre una rebelión morisca de los que aún quedaban, para evitar la expulsión. Los rebeldes fueron reducidos en noviembre, y se terminó con la expulsión de los últimos moriscos valencianos. Pasados 3 meses desde el decreto habían sido expulsados de Valencia 116.022 moriscos.

Pere Oroming. Embarco de los moriscos en el Grao de Valencia. 1616. Óleo sobre lienzo. Colección. 110 x 174 cm. Bancaja.

El 18 de abril de 1610 el rey Felipe III firmó la orden de expulsión de los moriscos del Reino de Aragón, ejecutándose, y a continuación, en septiembre la de los moriscos catalanes.

La expulsión de los moriscos de Castilla fue una tarea más difícil, puesto que estaban mucho más dispersos. Debido a ello, a la población morisca se le dio una primera opción de salida voluntaria del país, donde podían llevarse sus posesiones más valiosas y todo aquello que pudieran vender. Así, en Castilla la expulsión duró tres años -1611 a 1614-, e incluso algunos consiguieron evitar la expulsión.

Del Reino de Granada fueron expulsados unos dos mil moriscos, que eran parte de los pocos que quedaron después de la deportación.

Expulsión de los moriscos de Granada. Manuel Gómez Moreno Roda.

Música: Juan del Encina. Ay triste que vengo. Cancionero de Palacio. Siglos XV y XVI.